A ver que me falta gente: Sid, Spi, Gino, denle a la inventiva o escojan un Maestro de la lista

Ahí va mi pequeña ficha

Hermann Sidd Ortel, artesano hindú, fabricante de exóticos jabones. Según la filosofía hindú (no podía ser de otro modo con una mitología llena de pechos múltiples y manos...) el jabón es la piedra angular del sexo. Porque como dice la pensadora hindú Madonah, el sexo no es sucio. El sexo es sucio cuando no te lavas. Amante de la zoofilia y el sexo tántrico, el bueno de Ortel hace honor a su apellido en las oscuras mancebías de Nueva Dehli.

Espero que Sharpless me perdone y que la tríada Capitolina moderadora no me censure

Tu estás peor de lo que yo pensaba, eh. No sé si te deje entrar en casa...

Sharpless no debío haber insistido

Apuntado Hermann Sid Ortel. Ahora, las manos quietas en las reuniones de los Maestros eh?

Me encanta " El sexo no es sucio, es sucio si no te lavas"

Benedictus de Spinoza, Spi fuera de la sinagoga. Gran pensador y mejor persona. Pulidor de lentes de profesión. Nómada y amante de la herejía; desde niño cultivó la heterodoxia como pasión. Miope perdido, ganábase el sueldo puliendo lentes para su amigo Huygens, que terminó inventando el microscopio con tanta lente inútil por casa. El bueno de Spinoza dilapidaba las horas muertas pensando argumentos para convencer a sus amigos del sentido de sus heterodoxias, desde Shakespeare a Soyer.

Excelente

Como heterodoxia te faltó el Radamés de Plácido

Mañana cerramos el Gremio de Maestros. Apresurense los que se quieran apuntar Y echo en falta a algunos, como don Gino

¡Ahí va!

A ver qué clase de astracanada se me ocurre.

Última llamada a rezagados. Hoy acaba el plazo para encarnarse en Maestro Cantor

Y cuando empiece el segundo juego, más de uno se va a arrepentir

Rainer W. Hidden, nacido Ulrike Meier, sastre.
La menor de cinco hermanas, hijas de una familia de tejedores.

Durante su infancia dio prontas muestras de falta de femineidad, siendo habitual que fuera amonestada por subirse a las higueras, atacar con pellas de bosta fresca al pastor local, cantar con los brazos en jarras rudas canciones de borracho y eructar sonoramente después de comer.

Cuando cumplió trece años y se acercó a la edad de ser desposada, esta falta de decoro, su fanfarronería y un incipiente bigotillo pelirrojo que brillaba como cobre sobre su labio superior mostraron a su madre que Ulrike nunca haría un buen matrimonio. Fingió la muerte de su niña por caída de una mula, la vistió con ropajes masculinos, cortó sus cabellos, y la presentó a la comunidad como Rainer, sobrino de su marido fallecido, huérfano por una epidemia que asoló la lejana población donde se había criado, y que pasaba a ser hijo amantísimo, y con el derecho por tanto de empezar como aprendiz de sastre.

Un poco desastre si que fue al principio, pero pronto empezó a destacar en las hechuras, convirtiéndose en una maestra en crear trajes para si misma que disimularon siempre sus por otra parte rotundas formas femeninas. Dueña de una hermosa voz de cazalla, y a pesar de su tendencia a versificar chistes guarros, pronto se hizo un sitio entre los oficiales, y logró su maestría con el hermoso poema cantado: “Los estudiantes navarros, me cago en lá”, que en distintas versiones todavía se declama en honor a Baco en todo el mundo.

Menuda tropa, quiero decir, cofradía de Maestros, nos está saliendo

Toda una bacante en plena posesión Dionisíaca

Fritz Kothner, panadero, Maestro cantor.



A él le gusta el panaderismo como expresión de altruísmo. Lo que pasa que por ahora no puede
llevar a cabo su idea porque ha heredado la hipoteca a 60 años que firmó su difunto padre hará ya
unos 35 (dios le libre, le restan 25 años).

Le gustaría que algún día el Estado le nombrase Funcionario Panadero (no confundir con Funcionario
Palmero de los que abundan en la administración de Nuremberg), porque es de los que piensan que
el pan es un alimento de primer orden, y que debe regalarse en las tahonas y panaderias estatales
al pueblo alemán para evitar así ahogos innecesarios por la subida del Euribor y de los cereales.

En esas madrugadas de duro trabajo y sudor a chorro ensaya algunas de las cancioncillas (nada
serio, musiquita de Wagner) que canta con el grupo Meistersänger que ha creado uno de sus
amigotes, Sachs, y es que él sueña con poder cantar de gira por toda Alemania, incluso en Bayreuth,
para que su idea, la del panaderismo como altruismo, corra por todas y cada una de las aldeas
alemanas.

hal se merece premio por la foto, eh Qué buena...