Texto, y luego comentario
EVA
¡Buenas noches, maestro!
¿Aun trabajando?
SACHS
(agradablemente sorprendido)
¡Oh, niña! ¡Querida Evita!
¿Por aquí tan tarde?
Pero yo sé por qué:
¿los zapatos nuevos?
EVA
¡Estáis equivocado!
Aún no me he probado los zapatos;
son tan bonitos
y están tan bien hechos,
que no me he atrevido a calzarlos.
(Se sienta cerca de Sachs,
en un poyo)
SACHS
¿Los llevarás mañana como novia?
EVA
¿Y quién será el novio?
SACHS
¿Cómo he de saberlo?
EVA
¿Entonces por qué sabéis
que yo soy la novia?
SACHS
¡Vaya!
¡Pero si lo sabe toda la ciudad!
EVA
Si la ciudad lo sabe entonces tendrá
buena información el amigo Sachs.
Yo creía, que sabríais algo más.
SACHS
¿Y qué iba a saber?
EVA
¡Vamos!
¿Tendré que decíroslo?
¿Acaso soy completamente tonta?
SACHS
No he dicho eso.
EVA
¿Entonces es que vos sois muy listo?
SACHS
No lo sé.
EVA
¿No sabéis nada? ¿No decís nada?
Bien, amigo Sachs,
ya veo que no es lo mismo
la pez que la cera.
Os tenía por más agudo.
SACHS
¡Niña!
Ambas, cera y pez, me son familiares.
Con cera estiro los hilos de seda
con los que adorno tus lindos zapatos,
pero hoy necesito para estos otros
sedal un poco más resistente
y entonces viene mejor la pez
para este más rudo cliente.
EVA
¿Quién es?
¿Tal vez alguien importante?
SACHS
¡Ya lo creo!
Un maestro que quiere calzarse
los zapatos de pretendiente
y piensa alcanzar mañana
en solitario la victoria:
tengo que dejarle listos los zapatos
al señor Beckmesser.
EVA
Ponedle entonces bastante pez,
a ver si se queda pegado
y me deja tranquila.
SACHS
Pues él cree que te conseguirá.
EVA
¿Por qué él?
SACHS
Porque es soltero...
Pocos hay que puedan presentarse.
EVA
¿Y no podría lograrlo un viudo?
SACHS
Niña mía,
sería demasiado viejo para ti.
EVA
¡Vaya, demasiado viejo!
Aquí lo que importa es el arte.
¡Me prometeré al que sea un artista!
SACHS
¡Querida Evita! ¿Quieres engañarme?
EVA
¡No soy yo!
¡Sois vos quien me hace trampas!
Confesad que sois bien voluble.
¡Sabe Dios a quién tendréis en ese
corazón que yo he creído mío
durante muchos años!
SACHS
Bien,
¿porque te tenía gustoso en brazos?
EVA
Ya veo que era sólo
porque no teníais hijos.
SACHS
En otro tiempo tuve mujer y chicos.
EVA
Pero vuestra mujer murió
y yo me hice grande.
SACHS
¡Grande y muy bonita!
EVA
Y entonces pensé
que me acogeríais en vuestra casa
como mujer y como hija.
SACHS
Así que tendría a la vez hija y mujer:
¡No sería mal pasatiempo! ¡Sí, sí!
Lo has pensado pero que muy bien...
EVA
Creo, maestro,
que os estáis riendo de mí.
¿Pero acaso os gustaría que mañana
Beckmesser me consiguiese ante
todos y en vuestra propias narices?
SACHS
¿Quién podría impedirlo,
si así sucediese?
Eso sólo podría resolverlo tu padre.
EVA
¿Dónde tenéis la cabeza maestro?
¿Habría venido a decíroslo si tuviera
la respuesta en mi propia casa?
SACHS
¡Claro! ¡Tienes razón!
Mi cabeza está poco ágil.
Ha vivido hoy la pobre
tales preocupaciones y embrollos,
que será por esto por lo que
algo se le ha quedado pegado dentro.
EVA
(acercándosele un poco más)
¿En la escuela de canto, acaso?
¿No hubo hoy reunión?
SACHS
Sí, niña. Una "pretensión"
que me ha traído disgustos.
EVA
¡Bien, Sachs!
Ya podíais haberlo dicho antes.
Así no os habría molestado
con preguntas inútiles.
Pero, decid:
¿quién era el aspirante?
SACHS
Un joven caballero, niña,
muy ignorante.
EVA
¿Un joven caballero? ¡Qué cosas!
Mas decid: ¿fue admitido?
SACHS
¡Oh, no, niña mía!
Hubo una discusión muy grande.
EVA
¡Decid, pues, contadme lo sucedido!...
Si eso os preocupa,
yo no puedo estar tranquila...
¿Estuvo mal y fue rechazado?
SACHS
Sin remisión fue suspendido
el señor caballero.
MAGDALENA
(sale de la casa y llama en voz baja)
¡Pst! ¡Evita! ¡Pst!
EVA
¿Sin remisión? ¿Por qué?
¿No hubo medio de apoyarlo?
¿Tan mal cantó y tantas faltas hizo
que nunca más
podrá pretender llegar a ser maestro?
SACHS
Niña mía, todo está para él perdido,
en ningún lugar llegará a ser maestro.
Pues quien maestro nació,
bajo maestros está siempre
en la peor situación.
MAGDALENA
(más claramente)
Tu padre se impacienta.
EVA
Pero decidme aún:
¿no contó con un solo amigo
entre los maestros?
SACHS
¡Faltaría más! ¡Ser amigos de él,
ante quien todos se sienten pequeños!
¡Dejemos que corra el osado caballero
a enfrentarse a todo el mundo!
¡Así podremos respirar tranquilos,
dedicándonos a la rutina de siempre!
¡Aquí se nos iba a subir a las barbas!
¡Que se vaya a otra parte!
EVA
(se pone en pie, colérica)
¡Sí, tendrá que marcharse a otro lugar,
lejos de vosotros,
envidiosos y ruines hombrecillos,
allí donde todavía ardan los corazones
a pesar de todas las mentiras
de cualquier maestro Juanito!...
Es un texto muy interesante, lleno de equívocos y segundas intenciones, muy simpático, pero que requiere de los intérpretes mucha capacidad dramática, por lo que se hace una pieza bastante compleja