Bueno, pasemos cuanto antes el mal trago...
Marqués de Posa
La sequía de barítonos verdianos no es sólo un tópico sino una palpable realidad. Hoy tenemos barítonos magníficos para muchos repertorios, pero para la ópera que nos ocupa el panorama no es nada alegre. Aún así podemos repasar, sin demasiado entusiasmo, como verán, algunos nombres.
Todos sabemos del desigual hacer del por otra parte buen barítono Thomas
Hampson, que si ya en 1996 hacía un Posa correcto aunque muy alejado en estilo del ideal, hoy (vistos sus últimos Verdis) no creo que pueda aportar casi nada al papel. También alejado de estilo, aunque muy preferible hoy en día, está el barítono francés Ludovic
Tézier, que puede ser muy convincente cantando el rol en el idioma original de composición, donde nos ganaría más por idiomatismo que por auténtica vocalidad verdiana (
click). Otros nombres dentro de lo correcto podrían ser el barítono americano Dwayne
Croft (por ahí está su grabación de 2004 en el Met, donde sobresale entre sus dos fatídicos compañeros masculinos) y el georgiano Lado
Ataneli, barítono que suena verdaderamente italiano pero cuyos acentos veristas lo sitúan más cerca de Iago (por estilo) que del señorial Posa.
Tal vez en un escalón más arriba, por su superioridad vocal (no estilística...), estaría Dimitri
Hvorovstovsky, barítono de timbre sensual y potente, y de interpretación siempre apasionada. Sin embargo no tengo buen recuerdo de alguna grabación de don Carlo que he escuchado con él.
Mi opción, aun reconociendo que tampoco tiene el estilo necesario, sería el británico
Simon Keenlyside. Barítono de repertorio amplio, su acercamiento sincero y natural a los personajes (su Papageno me encanta, por ejemplo), su timbre rico y su técnica segura (a pesar de que no suena siempre todo lo limpio que debiera) garantizan un buen Posa, como es el caso de la grabación que os pongo , de 2006 en Munich. Para mí, la mejor opción hoy.
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