Cuadro primero: escenas tercera y cuarta
30 PAUL
Nur deiner harr ich, niemals Verlorne!
Wer kann ihn denn verstehen,
Unsrer Seelen tief geheimnisvollen Bund?
Du Überlebendes von ihrer Schönheit,
So wirst du wieder hold erstehn?
So werd ich wieder
Schimmernd auf weißer Stirn
Das Goldgelocke leuchten sehn?
31 PAUL
Rosen, so ists recht!
32 BRIGITTA
Gnädger Herr, verschleiert, eine Dame.
33 PAUL
Und du sagst es nicht?
Führ sie herein.
34 BRIGITTA
Herr Paul, bedenken Sie, die Welt...
35 PAUL
Wenn du mich liebst, schweig und gehorche!
36 PAUL
Marie!
Noch einmal saug ich deine Züge, In mich ein.
Ich sehe dich ... ich fühle dich...
Jetzt, Gott, jetzt gib sie mir zurück!
Tras la partida de Frank se mantiene la tensión. Suena Retorno a la Vida mientras la voz del tenor se ve notablemente exigida en su zona aguda, llegando hasta el SIb3. El tapiz orquestal se diluye, el cantante debe desnudar ante nosotros el alma de Paul. Korngold pide expresamente "con emoción, exaltado". La armonía establecida en Sol bemol mayor, acaba en una nota disonante, la más aguda, que debe cantarse en
piano.
El
tempo se acelera con la llegada de Brigitta cargada con las rosas. Las cuerdas en
forte sostienen en
[31] el anuncio de la sirvienta. Ha llegado Marietta. Paul, casi gritando, la ordena que introduzca a la invitada. La pequeña rebelión de Brigitta nos induce a pensar que está celosa ante la intromisión de la desconocida en su vida. Paul, manipulador, ordena a la fiel criada que, si le ama, obedezca su orden.
Paul se queda solo en
[36] y con el motivo del Amor continúa en las alturas de su tesitura, las cuerdas vocales están al límite. Bajo el tema de Marie, va subiendo del FA# al LA y culmina en otro SIb. La orquesta se toma un tiempo infinito para resolver un acorde y estalla el motivo de Marietta.
Aunque de una corta duración, este fragmento de la ópera tiene una tremenda exigencia para el tenor y, en algunas ocasiones, se omite algún pasaje.
En el primer ejemplo, procedente de una representación de 1967, en Viena, con John Alexander, no escuchamos la segunda estrofa de la tercera escena.
Die Tote Stadt-Escenas 3 y 4-John Alexander
Por contra, René Kollo se anima a cantar el papel tal y como lo escribe Korngold. El resultado no está a la altura de su arrojo.
Die Tote Stadt-Escenas 3 y 4-Kollo