Hay desde luego algunos comentarios musicales de Delaforce que se me hacen difíciles de entender, especialmente preferir la versión de Runnicles a la de Leinsdorf
.
Respecto al perro que aulla Kollo y al mejor Paul registrado Kerl, creo que exagera... y mucho. No veo yo tales diferencias. Estaría bien si cuelga los dos extensos comienzos de ambos y nos indica los segundos donde Kerl está tan bien y Kollo perrea. Sería muy ilustrativo y una buena manera de empezar a profundizar en la parte del tenor.
En cuanto a la puesta en escena, es una ópera difícil. Si se hace clásica puede quedar algo sosa, como ocurre en la puesta de Friedrich y adentrarse en el mundo onírico es peligroso. Decker por ejemplo hace una diferenciación muy clara de lo que es sueño y realidad, por lo que en el tercer acto sabemos que no está matando a Marietta, algo que en mi opinión va en contra de la ópera, pero yo no me levantaré en plan tifoso y gritaré “mentira”, como hacen otros por causas más insignificantes
, creo que su planteamiento está bien realizado, especialmente el comienzo del sueño con ese desdoblamiento de Paul.
Inga Levant en cambio, en la puesta más arriesgada, nos introduce en la mente del protagonista y convierte la escena en una continua y fascinante mezcla de realidad y fantasía. Tal como nos hace evidente su trastorno, no tiene que indignar el brillante final de Paul dejando un rastro de sangre que brota de sus venas en la puerta de salida que realmente es un oscuro muro donde arriba se indica NO EXIT. Korngold cambia el final, el final de una historia que en el original es el relato de una patología que lleva al suicidio, por eso la interpretación distinta de ese final abierto y darle una resolución es convincente en esta producción, porque esas pinceladas de esperanza, que puedo estar de acuerdo que aparecen en la música pero no nos olvidemos que es esencialmente la tristeza y la resignación lo que se respira en el ambiente, donde planea fundamentalmente el recuerdo de su amada y su deseo de volverla a ver aunque sea en otro mundo, como indica el texto, por tanto no es ningún escándalo escénico lo que sucede en la producción de Levant que lleva al protagonista a una profunda desesperación de difícil escapatoria. Paul sale por la puerta, pero herido de muerte. Muchos lo vemos así.
No es mi intención de ninguna manera abrir una polémica sobre este final, ya que lo hemos discutido varias veces, simplemente quería que constara otra opinión distinta a la suya.
Sí en cambio me gustaría, si a usted le parece bien, profundizar sobre las divergencias musicales.