In testa che avete?
En el Primer Cuadro existen oportunidades de pintar un Rigoletto monstruoso sin duda. Pensemos en las notas alargadas (“In tanto il marito”) o las odiosas carcajadas que algunos insertan en su primera intervención.
Taddei es ligerísimo y chispeante al burlarse de Ceprano. Su dicción es estupenda, comunica todo el texto con vivacidad y sólo hace un pequeño
rallentando al final.
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La parodia de Monterone da más espacio para las payasadas vocales como falsetes o sonidos burdamente nasales. Comprobamos cuán diferente resulta este “Ch’io gli parli” cantado con ligereza, atendiendo (por lo menos con un trémolo) a los dos trinos que escribió Verdi en “Delirio” y “L’ore”. Taddei,
dicitore incomparable, sólo recurre a una risilla. Mucho más eficaz su ironía que el tono teatral de Stracciari, quien para colmo añade unas feas risotadas durante la invectiva de Monterone.
http://www.box.net/shared/x0ce0pbwgs Taddei
http://www.box.net/shared/7y7vp5fuos Stracciari
También Fischer-Dieskau se muestra contenido en esta escena y además trina con más claridad.
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Por tanto un Rigoletto que como buen bufón actúa con el lenguaje, en nuestro caso con el canto también. No es necesario pintar una especie de energúmeno que vocifera y emite todo tipo de sonidos feos (
suonacci dirían los italianos) para transmitir la ironía y la mofa con que Rigoletto zahiere a los cortesanos. Él considera a Ceprano y Monterone dos más de esos pervertidos áulicos a los que el Duque ultraja pero que también disfrutan cuando otro es el ultrajado. La conmoción para Rigoletto es comprobar como Monterone, en vez de bajar la cabeza, desafía al Duque a costa de la libertad. Para Hugo y para Verdi era fundamental que fuera un poderoso el insultado por su siervo. Recordemos la carta ya citada donde Verdi lamentaba los cambios practicados al libreto:
Gino escribió:
“(…) Terrible y sublime en el original, aquí es ridícula porque el motivo que lo impulsa a maldecir no tiene importancia y porque ya no es un súbdito que habla con tanta osadía al Rey. Sin esta maldición ¿qué alcance, qué significado tiene el drama?
La dignidad en la defensa de su hija le eleva por encima de los cortesanos, le concede autoridad moral y hace temible su maldición. Una maldición de Marullo o Ceprano no tendría significado para Rigoletto. La de Monterone llega al corazón del padre, atravesando el disfraz de bufón y agitando sus propios temores.
Esta audición nos da la oportunidad de escuchar a Lorenzo Testi y a Antonio Zerbini, que cumplen con las condiciones de “un barítono de voz potente y entonada” que exigió Verdi para Monterone en el estreno de la ópera. También podemos disfrutar, en ambos casos, del estupendo
sotto voce de los cortesanos y la soberbia concertación de la grabación de Kubelik: sin estridencias ni sonidos exageradamente resonantes, permitiendo a las voces tomar protagonismo pero coloreando la expresión.