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"Una simple brisa la arrastraría, ni que hablar de la tormenta formándose a su alrededor"
Leos Janaček, acerca de Kát’a Kabanová
"La Tormenta", cuadro de Edvard Munch, 1893</center>
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"¡Señora Camila!
Era en el sol de verano. La cuesta estaba tibia, las flores casi desfallecientes se inclinaban hacia la tierra. Y en ese momento los primeros pensamientos sobre aquella infeliz Kát’a Kabanová, su gran amor, se cruzaron en mi cabeza.
Ella llama a las flores, llama a los pájaros, las flores le hacen una reverencia, los pájaros le cantan la última canción de amor.
Mi amigo -le dije al Profesor Knop-, conozco a una dama maravillosa, milagrosamente está en mi mente todo el tiempo. ¡Mi Kát’a crece en ella, y en ella la señora Kamila Neumannová! ¡La obra será una de mis más tiernas!
Y así sucedió. No he conocido un amor tan grande como el que hay en ella.
Le dedico mi obra. ¡Las flores le hacen una reverencia, los pájaros nunca cesan su canción de amor eterno!"
Dedicatoria de la obra, de Leos Janaček a Kamila Stösslova
A la edad de 25, Janáček se casó con una adolescente llamada Zdenka Schulzová, quien era una de sus alumnas de piano. El matrimonio fue inestable desde el principio. Sus pasados eran completamente diferentes: Zdenka provenía de una familia alemana de clase alta mientras que Janáček era partidario del nacionalismo checo que despreciaba la ocupación alemana en su país. Janáček nunca estuvo completamente de acuerdo con los padres de Zdenka, especialmente con su padre, que era el director del Instituto de Enseñanza para Maestros, en donde Janáček se recibió como tal.
Después del nacimiento de su hija Olga, el matrimonio de la joven pareja llegó a un punto difícil.
El abismo entre ellos se profundizó con los trágicos fallecimientos de sus hijos. Janáček buscó inspiración, afecto y escape de la tensión de su hogar en relaciones extramatrimoniales, algunas platónicas y otras no tanto.
La aventura amorosa de Janáček con Gabriela Horvátová llevo a su esposa Zdenka a intentar suicidarse.
A pesar de que nunca se divorciaron legalmente, su matrimonio nunca se recuperó de este golpe.
De estas relaciones, el amor entre Janáček y Kamila Stösslova fue el más duradero y el más significativo. La conoció cuando estaba de vacaciones en unas termas que frecuentaba con su esposa. Él tenía 63 años y Kamila estaba a punto de cumplir 25. Ambos eran casados, y Kamila estaba enamorada de su esposo, un joven vendedor de antigüedades.
La mayor parte del tiempo, Janáček y Kamila estaban separados por una gran distancia entre sus respectivos hogares en Brno y Pisek. No se sabe si alguna vez la relación fue física; pero está claro que él de inmediato se enamoró profundamente de ella.
La relación de Janáček con Stösslova está documentada en cerca de 700 cartas que él le escribió. Su correspondencia revela más sobre la vida interior de Janáček y su proceso creativo que sobre Camila; ella le pidió que quemara la mayoría de sus cartas.
Sabemos que era más bien una mujer simple, no una intelectual. Amaba las revistas de cine y las novelas románticas. Su esposo David Stössl estaba orgulloso de su amistad con Janáček, y siempre usaba el nombre del compositor para impresionar a sus contactos de negocios.
Muchas de las obras de Janáček fueron influenciadas por lo que sentía por Kamila. El ciclo de la canción “El Diario de quien se desvaneció” (Diary of One who Vanished) escrita en seguida después de su primer encuentro, cuenta la historia de un granjero que se obsesiona sexualmente con una gitana. El compositor también vio a su musa inspiradora en los personajes principales femeninos de las óperas que escribió más tarde, “La zorrita astuta” y “El caso Makropolous” (The Cunning Little Vixen y The Makropolous Case).
Pero donde más notamos la influencia de Kamila es en Kát’a Kabanová. La ópera, basada en la obra de Alexander Ostrovsky “La Tormenta”, es básicamente un ataque a las tradiciones conservadoras y la moral hipócrita de la sociedad burguesa rusa en la época antes de la revolución comunista.
Katerina (Kát’a es su diminutivo) es importante para la historia, pero es uno de los personajes cuyas vidas están imposibilitadas de crecer debido a su agónica sociedad.
Cuando Janáček adaptó el drama para el escenario operístico, decidió centrarse en la tragedia personal de Kát’a y así transformó una obra política en una profunda ópera personal. Mientras que Ostrovsky muestra a su Katerina como una heroína cuyo suicidio es un acto de rebelión, Janáček’s muestra a Kát’a como un alma frágil que es incapaz de sobrevivir a su cruel ambiente.
Muchos factores influyeron en la elección de Janáček de centrar la obra en el personaje de Kát’a en vez de en el mensaje político de Ostrovsky:
Habían pasado casi cincuenta años desde que la obra se había estrenado y los tiempos habían cambiado. El viejo mundo con el cual el escritor de la obra había estado furioso, había desaparecido. La Rusia del Zar se había derrumbado y el nuevo régimen comunista trajo un orden de moral más rígida. El suicidio, considerado romántico y un acto rebelde en la obra de Ostrovsky, es en este momento considerado egoísta y sin sentido.
El cambio fue dramáticamente efectivo. Las transformaciones de Janáček dieron a la historia un corazón más emocionante y operístico, y un arco dramático más suave.
Pero tal vez, lo más importante es que Janáček estaba fascinado con el personaje de Kát’a el cual identificaba con Kamila.