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Abril 2007- 5 La música en L Macbeth del distrito de Mtsensk
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Autor:  Jalu [ 02 Abr 2007 1:00 ]
Asunto:  Abril 2007- 5 La música en L Macbeth del distrito de Mtsensk

LA MUSICA

La música de Shostakóvich permanece fiel a la tonalidad, empleada sin embargo con una técnica de expansión, típica de las obras del siglo XX.

En términos de armonía, ritmo, melodía y orquestación, Lady Macbeth es plenamente accesible para cualquier oyente medio, quien entenderá los momentos de choque y la dureza de algunas disonancias, como correlato lógico de la sordidez de la historia.

La música se desarrolla siempre sobre un plano sinfónico y, por eso mismo, la obra no sigue la tradición de las antiguas óperas compuestas de números separados.

La música fluye sin interrupción, cesando sólo al final de cada acto; no está construida en trozos pequeños sino desarrollada sobre un gran molde sinfónico.

Esta condición puede ser apreciada mejor durante la presentación de la ópera, debido a que los cuatro actos tienen varias escenas que no están determinadas mecánicamente con pausas, sino por entreactos musicales que dan tiempo para el cambio de decorado.

Esos entreactos son la continuación y el desarrollo del pensamiento musical y desempeñan un papel fundamental en la exposición de lo que sucede en el escenario.

Shostakóvich se había vinculado con los formalistas hasta el punto de haber escrito música para la representaciones teatrales dirigidas por el proscripto y asesinado por el régimen Vsevolod Meyerhold, quien sostenía la independencia del arte como forma de expresión autónoma y explicable en si misma con prescindencia de cualquier significado político.

Por eso Shostakóvich presenta claros elementos de formalismo en su contenido satírico y surrealista en su primer ópera La Nariz


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La Nariz era una ópera netamente vanguardista.

Sin embargo, una notoria distancia separa, desde el punto de vista armónico, La Nariz de Lady Macbeth, pues en aquella el autor, bajo el influjo de la Escuela de Viena, ingresa en el terreno del atonalismo, en coexistencia con la tonalidad.

En cambio en Lady Macbeth su armonía se define por un diatonismo implacable, en el que se evitan a menudo los giros cromáticos.

Esto crea una sonoridad dura, pétrea, que refleja la condición de las situaciones y personajes, con una continua interpolación de acordes que parecen ser extraños a la tonalidad, pero que en cambio hallan su explicación en el análisis.

Es manifiesto su propósito de desestabilizar la tonalidad, creando una sensación de extrañeza para el oído, lo cual no le impide incluir en su escritura algunos clusters (racimos de sonidos), que se resuelven sin embargo en lo tonal.

En los aspectos armónico y melódico hay un sello de familia entre ambas obras, pero ahora Shostakóvich deja de lado aquellas experiencias vanguardistas para adscribirse dentro de la gran tradición de la ópera rusa.

En el terreno melódico, Shostakóvich se aleja de su experiencia anterior con La Nariz, recurriendo a una línea melódica amplia, cantable, particularmente en las partes de la protagonista, porque el autor busca constantemente despertar en el público un sentimiento de simpatía hacia la heroína, devastada por una pasión devoradora.
Así, en el tercer cuadro de la obra, el que cierra el primer acto, se encuentra una verdadera aria tri partita (A—B—A) en el más tradicional estilo del aria romántica.

Se trata de un amplio cantabile sobre el modo menor, con una sección central (B) en mayor, en la que un sencillo acompañamiento orquestal de acordes desplegados permite el libre vuelo de la melodía.

El estilo popular folklórico se manifiesta en varios pasajes de la obra, acudiendo con un canto más franco y expresivo.

Cada personaje está carcterizado por su timbre de voz, algunos de los cuales, como el caso de Boris, es llevado a extremos de su tesitura aguda: dos octavas mas una cuarta, de Fa sostenido a Si como reflejo de una personalidad histérica.

La música indica sus cambios bruscos de humor.
Uno de los valores esenciales de la obra reside en el ritmo, es el motor que conduce la tragedia, desde el tedio inical de la protagonista hasta el feroz desenlace.
Hay una marcha implacable y obsesiva a traves de formulas ritmicas de asombrosa variedad, reforzadas por la violencia orquestal.

La textura orquestal reacciona instantáneamente a los acontecimientos de escena, cumpliendo el papel de catalizadora del conflicto.

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A lo largo de los cuatro actos la orquesta se adhiere constantemente a la brutal rudeza de las situaciones y refuerza la emotividad de las palabras, o acentúa el sarcasmo y la ironía a traves de la mezcla de timbres tan agresivos como originales.

La orquesta asume un papel protagónico en los cinco interludios que separan algunos de los nueve cuadros que conforman la obra.
Son los instrumentos lo que se hacen cargo de describir situaciones escénicas diferentes y la evolución de los estados anímicos.

En los interludios aparecen fragmentos de sólida contextura formal, como ocurre en el segundo, un rondó que se resuelve en la exposición de cuatro entradas de una fuga, procedimiento que se ha interpretado como el espejo de los pensamientos de venganza y de adulterio de Katerina, tras la vejación de la que acaba de ser víctima por parte de su suegro.

En el tercer interludio, despues de una breve introduccion libre el compositor recurre a una passacaglia, danza de tres tiempos con nueve compases variada once veces con la intención de aludir al entierro de Boris.
Incluso aparecen algunas alusiones a otros compositores, como por ejemplo, en el momento de la muerte de Katerina se escucha una musica con reminiscencias del commendatore en Don Giovanni, influencias de Mahler, del Sigfrido de Wagner, de Salomé de Strauss, etc.
Esta ópera es tambien sobre el amor, y sobre lo que el mundo podría haber sido en un mundo libre de vilezas.

BIBLIOGRAFIA

Testimonio. Libro de conversaciones con Dmitri Shostakóvich con Solomon Volkov. Aguilar. Madrid 1991

Dossier La postuma venganza de Shostakóvich. revista del Teatro Colón 2001 nº 65

Una obra más allá del escarnio. Pola Suarez Urtubey

Hombres, historias y mensajes. Julio Palacio

Lo que el amor podría haber sido. Agustin Blanco Bazan.

Recomiendo para leer un interesante articulo de José Pablo Feinmann, argentino, en:
http://ar.geocities.com/veaylea2000/fei ... 05shos.htm

y estos:

http://www.bbc.co.uk/dna/h2g2/A12736785

http://www.filomusica.com/filo19/elirapa.html

http://www.beethovenfm.cl/cgi-bin/encic ... cgi?id=253

http://www.geocities.com/Vienna/Strasse ... stako2.htm

Autor:  clara [ 06 Abr 2007 10:27 ]
Asunto: 

Aun no he terminado con Lulu...
Es mi opera Jelu. La voy a disfrutar muchisimo.

Autor:  Jalu [ 09 Abr 2007 4:08 ]
Asunto: 

clara escribió:
Aun no he terminado con Lulu...
Es mi opera Jelu. La voy a disfrutar muchisimo.


¿Cual es tu ópera? :shock: ¿Lulú o Lady Macbeth? :shock:

Autor:  clara [ 10 Abr 2007 23:05 ]
Asunto: 

Lady Macbeth. Lo mejor que se ha puesto en el Real, a partir de de ahí, la opera empezo a ser mi vicio.

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