ACTO IV
Estamos en el jardín, en una alameda de castaños.
Y entra la hija del jardinero, Barbarina, encargada de devolver el famoso alfiler a Susana..pero la pobre lo ha perdido. Canta una cavatina preciosa (nº 23 L’ho perduta me meschina). Esta pieza también tiene tela porque es un momento de los más dramáticos y tristes , resulta inútil en la obra y además lo lleva un personaje absolutamente secundario..pero hay una teoría para ello..no desesperarse que la expondré…
Entonces llega Figaro acompañado de su madre Marcellina y le sonsaca la historia a Barbarina. Se pone bien celoso y su madre lo intenta calmar con el aria nº 24 Il capro e la capretta. Figaro sale de escena enfurecido y Marcellina va tras Susanna para prevenirla.
Figaro busca la ayuda de Bartola y Basilio, que canta el aria nº 25 In quegli anni in cui val poco, sobre la experiencia de un hombre de su edad en estos temas.
Una vez solo canta Aprite un po quegli occhi (nº ,26, iniciado con recitativo Tutto è disposto) un aria bien bien buffa en la que canta su supuesta desgracia de ser un carnudo el mismo día de su boda. Esta visión de Figaro es la que más conecta con el espíritu clásicamente buffo del personaje.
Y vamos para el finale
..que llegan las chicas y la trama se enredará a tope…
Situémonos..Figaro está escondido. Susana llega vestida como la Condesa y se queda en escena. La Condesa vestida como Susana se esconde a su vez entre los árboles. Marcellina (como Marcellina ) se esconde en el mismo lugar en el que están citados Cherubino y Barbarina (otra parejita del ligoncete del paje…)…y el Conde está por llegar…
Y empieza a cantar Susanna..su famosa aria de los castaños nº 27 Deh vieni, non tardar.
Esta aria la trabajó bien Wolfgang, del que se conocen no menos de tres borradores.
En ella Susanna le da una buena ración de celos a Figaro. Al estar medio escondida ella y medio escondida la Condesa vestida como Susana, el bueno de Figaro se arma un lio: oye su voz y ve a la Condesa..y se cree que todo es la misma Susana.
Susanna canta lo que puede parecer un deseo de que aparezca ya el Conde..cuando en realidad está cantando a su amado Figaro…
Deh, vieni, non tardar, oh gioia bella,
vieni ove amore per goder t'appella,
finché non splende in ciel notturna face,
finché l'aria è ancor bruna e il mondo tace.
Qui mormora il ruscel, qui scherza l'aura,
che col dolce sussurro il cor ristaura,
qui ridono i fioretti e l'erba è fresca,
ai piaceri d'amor qui tutto adesca.
Vieni, ben mio, tra queste piante ascose,
ti vo' la fronte incoronar di rose.
Y llega el que faltaba, Cherubino.
.con lo que ya les tenemos todos danzando en escena y FINALE!!!!!!!!!!!!! (nº 28)
Cherubino ve a la falsa Susanna (la Condesa) y va corriendo a abrazarla. La Condesa se resiste.
Llega el Conde que tb quiere un beso de la falsa Susana..pero en medio del lío recibe un beso del paje Cherubino
El Conde le quiere pegar. Cherubino corre a su escondrijo (el pabellón en el que se había citado con Barbarina y en el que están escondidas ésta y Marcellina). El bofetón del Conde lo recibe Figaro que se había adelantado.
El Conde, cortejando en realidad a su esposa, le acaricia la mano, se sorprende de lo suave que es y le regala un anillo. Figaro hace un ruido y la pareja de los Almaviva se esconde.
Susanna, escondida, se parte de la risa y entonces hace su aparición.
Figaro va hacia la falsa Condesa (su esposa Susanna en realidad) y empieza a narrarle sus penas..pero, de repente, reconoce a su esposa..y aunque está tranquilo ya, le devuelve la pelota de los celos: actúa como si le hiciese la corte ala Condesa y Susana, furiosa, lo muele a bofetadas…pero no hay problema reconciliación de la feliz parejita y los dos actúan de lo lindo a lo Masetto-Zerlina para poner celoso al Conde..que aparece súbitamente, rojo de ira y llamando a voces a sus servidores para que castiguen al osado que cortejaba a su “esposa”.
Aparecen Basilio, Bartolo y Antonio (el número de personajes en escena ya es de vértigo eh?...pues no se vayan todavía que aún hay más!)
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Susanna corre al pabellón en el que están Barbarina, Marcellina, y Cherubino. El Conde la sigue y los saca uno por uno del escondite (ya son más en escena!
). Figaro y la falsa Condesa (Susana) imploran el perdón del Conde, que se niega. (un montón de No! que ya presagian al mismo Giovanni)
Y aparece la Condesa!!!!
(la de verdad) que se une a la pareja “culpable” y revela su identidad verdadera. El Conde avergonzado entonces implora el perdón de su esposa (maravilloso Contessa perdono). La Condesa (hermosísimo momento) le perdona Piu docile io sono. Todos contentos y..
CAE EL TELON!!!!!!!!!!!!!