Ah, pero es que a él también le mandaste la dirección por privado?

He leído una anécdota sobre Mozart que me pareció divertida, aunque no sé cuanto tiene de veracidad:
A los catorce años Mozart era ya un afamado genio precoz que viajaba con su padre para dar distintos conciertos por ciudades y cortes europeas.
Fue a esa edad cuando, pasando por Roma, acudieron ambos a la Basílica de San Pedro del Vaticano para escuchar un concierto que se ofrecía en la Capilla Sixtina y en el cual se interpretaba un famoso Miserere, obra de Allegri, cuya partitura era celosamente guardada y sobre la cual pesaba la prohibición de copiarla o reproducirla fuera del Vaticano.
Tras el concierto, y ya en su alojamiento, el joven Mozart fue capaz de transcribirla de memoria nota por nota sin equivocarse, con lo que la partitura dejó de ser secreta y Allegri alcanzó cierta posteridad que de otra forma se le hubiese negado.

Yo también lo había leído. Pero no puedo asegurar que sea cierta (más que nada porque no estuve allí...)

La anécdota de Mozart copiando el Miserere de Alegri es totalmente verídica...tanto es así que Clemente XIV, cuando se enteró, le condecoró con la orden de "Caballero de la espuela de oro", condecoración con la que aparece en algún cuadro, de hecho...

Traduzco aquí, deprisa y corriendo, en la medida de mis posibilidades con el english, un extracto de los comentarios que vienen en el cd de phillips, de la Complete Mozart Edition:

"La historia fue subdividida por el libretista en recitativos y números musicales a la manera de la ópera italiana: los recitativos hacen avanzar la trama y las arias, el dueto y el trío final tienen la función de reflejar estados psicológicos. (...) Al examinar la música de "Apolo y Jacinto" uno queda inmediatamente sorprendido por la fidelidad del joven compositor a la ópera barroca. La Intrada, un rítmico y festivo Allegro en el que los oboes y las trompas se usan para añadir color a la orquesta de cuerda, no guarda mucha relación con lo que viene a continuación. Los recitativos de la escena de apertura demuestran la seguridad de la mano de Mozart en las inflesxiones del habla, pero el coro sacrificial con un solo del rey Oebalus muestra una evocación magistral de la atmósfera y recursos musicales en abundancia. En lo demás, predominan las arias a la manera barroca (...). En el dueto [discede crudelis] aparece por primera vez el verdadero poder dramático; (..) las antorchas del genio brillan en la escena de la muerte de Jacinto, el primer accompagnato de Mozart. La siguiente aria, de Oebalus, es un excepcional ejemplo de música teatral, y el dueto de Melia y Oebalus es uno de esos milagros inexplicables que aún tienen poder de asombrarnos 200 años después. ¿cómo pudo un chico de 11 años encontrar esa idea, y lo que es más significante, desarrollarla como lo hizo? Uno no sabe qué es más destacable, si el refinamiento de la composición horizontal y vertical del part-writting [¿partitura?], o la inefable pureza, casi inocencia, lograda en su exposición."

Una crónica sobre un Apollo et Hyacinthus de este año

Rian Evans
Monday March 20, 2006; The Guardian

Of all the Mozart anniversary celebrations, this production by the Classical Opera Company of his very first opera may well turn out to be one of the most meaningful. Written when he was 11 years old, Apollo and Hyacinthus affords a better perspective on Mozart's extraordinary musical sensibilities than any historical account of the parading of his prodigious talent round the courts of Europe. It is not simply the fluency and stylistic flair that is astonishing, but the degree to which he is already able to create real characters and feelings. Logic would dictate that a boy could not possess the emotional maturity for such insights.Apollo and Hyacinthus is a mini opera seria, its three short acts last just over an hour. There are elements of tragedy: the youth Hyyacinthus is killed, the god Apollo is accused of his murder but is exonerated. All ends happily, though, as he gains the hand in marriage of Hyacinthus' sister Melia. Mozart's innate dramatic sense gives recitatives a natural flow, arias are truly expressive; the technique is all there, so is an audibly Mozartean use of the minor mode and chromatic colour.
Conductor Ian Page ensured some elegant work from his singers, notably Rebecca Bottone's brightly ringing Melia. That the evening was much more than an academic exercise was thanks to director Annilese Miskimmon. Casting an 11-year-old - James Killeen - as the boy Mozart imagining his own staging, a miniature theatre replicating the main set, was itself a delightful conceit, but carrying the idea through so that he moved props and acted out bits of plot - flying a kite to convey Zephyrus's transformation - showed wit and charm. It was a constant reminder that the nightshirted boy was a born genius whom, by curtain call, could justifiably sport the robes of a young Apollo.

Hola. Soy nuevo y me gustaría saber cómo hago para descargarme las partes de esta ópera.

Un saludo a todos.

Shatá