Semiramide En el estreno: Isabella COLBRAN.

El papel más importante de la ópera, en esa época, solía ser para la prima donna, más en este caso, al ser la mujer del compositor.
Para élla Rossini escribió una gran aria, “Bel raggio lusinghier”, dentro del esquema habitual de recitativo, aria y cabaletta. Además, tiene una corta aria –plegaria– delante de la tumba de Nino, casi al final de la ópera, que en lugar de la cabaletta deja paso a un trío con Arsace y Assur.

La voz de la Colbrán se podría equiparar con la Caballé en su época más belcantista. Otros de sus papeles fetiches fueron en: La Vestale, Zelmira, Ermione, Donna del lago, Armida...

Como Semiramides modernas, aparte de Caballé, citariamos a las pirotécnicas Sutherland y Gruberová; la elegante Cuberli; las fugaces Gasdia y Aliberti; la competente Anderson o las dos del Liceu, Miricioiu y Takova.

Arsace En el estreno Rosa MARIANI.

Mi papel preferido en la ópera. Iría destinado, por tradicción, a un castrato, pero como ya no estaban para juergas, se recurre a una mezzo. En principio era un papel secundario o de seconda donna, pero el amigo Gioachino le dedicó tales numeros que puede eclipsar a cualquiera de los otros personajes de la ópera. Su aparición en escena: “Eccomi alfine in Babilonia”, precedido de una introducción orquestal y de un extenso recitativo introduce el aria “Ah, quel giorno ognor rammento”, y su cabaletta, “Oh come da quel dì”, verdaderas páginas maestras del catálogo rossiniano para mezzo.
Inmediatamente después tiene el dúo con Assur, que también tiene un recitativo acompañado y el dúo propiamente dicho: “Bella imago degli dei”, acabando con una dura prueba en la cabaletta “Va, va superbo”, uno de mis momentos preferidos también.
Siguiendo en el primer acto viene el dúo, primero, con Semiramide “Serbami ognor sì fido – A te sacrai, regina”, que termina con la cabaletta “Alle più calde immagini”.
En el segundo acto, tiene una segunda aria, “In sì barbara sciagura" y una cabaletta con coro, muy exigente en la zona aguda.
No acabamos aquí, le queda el recitativo y dúo con Semiramide “Ebben… a te, ferisci” que tiene una extensa cabaletta que exige tanto a la mezzo como a la soprano, enfrentado a las dos donnas.

La Mariani interpretaba con maestría otros papeles rossinianos como el Eduardo de "E. y Cristina" o la Isaura meyerberiana de "Margherita d’Anjou".

Hoy en día tenemos la oportunidad de escuchar a dos grandes intérpretes cono la Podles y la Barcellona, dignas herederas de la Horne. Otras concepciones más líricas del personaje nos las podemos encontrar con la Dupuy, Genaux o Larmore.

Assur En el estreno Filippo GALLI.

Hay dos papeles para bajo en la obra, pero el más importante es sin duda el que escribiera para el insigne F.Galli, un bajo con una gran capacidad para la ornamentación, como ha de demostrar en sus intervenciones a dúo ya citadas y en un recitativo y aria extremadamente complicada y larga, en la penúltima escena de la ópera, que con la cabaletta dura casi quince minutos.

El romano extendió su arte a otra óperas rossinianas como Maometto II, Gazza ladra, Italiana... o a las donizettianas Anna Bolena o Marin Faliero.

Hasta que apareció Samuel Ramey los Assures daban un pálido reflejo de lo que es el personaje. El norteamericano es, para mi, el número uno en este papel. Ildar Abdrazakov estaría detrás, junto con Pertusi. Alaimo no me gusta y, entre los nuevos, quizás en Denis Sedov podamos tener otro buen intérprete del malvado Assur.

Idreno En el estreno John SINCLAIR.

El tenor en la ópera es un papel bastante irrelevante, pero que gracias a sus preciosas y dificilísimas arias puede ser uno de los triunfadores de la sera. Tanto en " Ah, dov'è il cimento" como en "La speranza piu soave" el tenor está exigido en línea, agilidades y agudos, aunque en la época original se daban en falsete.

A lo que parece, el escocés Sinclair ya pasó muchos apuroa para sacar adelante el personaje en el estreno. Aunque, según se dice, tenía una gran técnica, la partitura le pudo. Por suerte en nuestra época hemos tenido un gran Idreno, Rockwell Blake, que ha hecho disfrutar a los rossinianos más acérrimos. Parece que el personaje se convertirá en uno de los mayores triunfos de Flórez, como ya lo atestiguan sus primeras aporximaciones al rol, en el disco de Nightingale y la interpretación en concierto de Lima. En el Liceu debutará escénicamente un personaje del que aprovecha frecuentemente las arias en sus conciertos.
Otros intérpretes destacables, a un nivel, para mi, más bajo, serían: Merritt, Kunde, Araiza, Palacio o el actual Fowler.

Muy buenas pinceladas de los personajes. Cada vez me apetece más la función del día 5

Saludos

Estupendo. ¿Idreno es más un contraltino o un baritenor? ¿Podrías comentarnos algo sobre Spiro Malas?

Más bien pienso que sería un contraltino, aunque se precisaría una opinión más docta para contestarte a eso.
De Spiro Malas...ami no me gusta, de hecho hasta he cometido el error de no nombrarle, queda añadido pues, que no se enfade nadie.

Yo le aborrezco, de hecho

Yo también pienso que Idreno es Contraltino, por tipología de canto, timbre de voz, coloraturas... y porque los tenores que más han destacado en én (Blacke y Florez) son contraltinos.

El tenor contraltino era un tenor de grandes agudos, brillante y hasta acrobático, con gran capacidad para el canto elegiaco. En las óperas en que cuenta con David y Nozzari, respectivamente contraltino y baritenor, saca partido de ellos usándolos como el personaje más "amoroso" y su rival más "heroico" por decirlo de alguna manera rápida. Lo que luego pudiera ser, en el romanticismo, la confrontación entre tenor y barítono. Recordar que la voz de barítono en rossini estaba incluída entre los "bajos".
En Semiramide sólo hay un tenor, pero está claro que frecuenta la zona aguda y más, es por lo que pienso que ldreno debería estar cerca de ser un contraltino. El tenor del estreno, Sinclair, no tiene una buena documentación para hacernos una idea de lo que era o podía dar de si, aunque si parece que tuvo bastantes problemas con el papel.

como para no tenerlos..... por más que hubiera sido una contralto con todas las reglas jaajjaajajajaaja


magnífica presentación, en todos sus hilos, contino



beshos

simon

Por curiosidad: el rol de Azema lo estrenó Matilde Spagna. No es que sea un rol demasiado agradecido, por otra parte. No tiene ni un aria. Lo cual, dada la teórica importancia del personaje , ya que andan tras ella Arsace, Assur e Idreno, es curioso, como destacan algunos comentarios sobre esta ópera. Con tanto hombre enamorado, podía haber estado cantando media ópera Como mínimo da para tres arias mandando a la porra o aceptando, según el caso, los amores de los respectivos pretendientes. Lo curioso del caso destaca aún más cuando se compara su situación con Idreno, un personaje en principio menos importante en el desarrollo de la trama, pero que tiene dos arias (hermosísimas).

Me pregunto por qué. ¿Para no hacer sombra a Semiramide/Colbrán?

Olvian mencionar a William Matteuzzi como un gran Idreno.

No abundo en palabras, pero basta escuchar La speranza piu soave en concierto en el sello ARTS, así como su participación en una grabación pirata que circula junto a Gruberova y Ramey.

En cambio es desastroso el John Serge junto a la Sutherland. Mejor papel hace en una versión en vivo el denostrado Vrenios, si bien a todos los agudos llega en falsete liviano.

Otro para reírse: André Montal.

A la par de éstos últimos, Frank Lopardo es un dios.

Y ahora va la pregunta: ¿Cuales son, en vuestra opinión, los defectos de Lopardo?
A mí la verdad es que me está sorprendiendo gratamente como Idreno. Vale, no es Florez, pero tan mal...

Ay, que se me están poniendo lo dientes largos...

Samuel Ramey -no es la primera vez que lo digo- ha sido el cantante mas revolucionario, por las repercusiones de su aparicion, que ha conocido la opera en los ultimos treinta anhos, en la modesta opinion de quien escribe.

Otros aqui mencionados como el susidicho Malas han sido los "perpetradores" de estos papeles rossinianos. Ramey fue el primer interprete de la epoca moderna. E Ildar Abdrazakov puede ser un ejemplar sustituto si sigue como hasta ahora.