Por cierto, fijáos en el youtube enlazado de Carlos Kleiber lo bien que está puesta en escena la pantomima por Otto Schenk.
Entre 59:40 y 1h 02min aproximadamente: el complot de Annina y Valzacchi (cómo ella gesticula), la entrada de Mariandel-Octavian, la entrada de los chungos (tal vez se anticipan a la música, pero bueno), los ensayos de las alucinaciones, las velas que se encienden, la llegada de Ochs.
Todo parece estar dramatizado partitura en mano.
Una prueba más de que no es necesario vestir a Octavian de plátano gigante y a Sophie de Ronaldinho para hacer una puesta de calidad. Cuando el cartón piedra está bien hecho, es tan satisfactorio como la regie más reveladora.
Los valses que se oyen ahora (la música que llega de la habitación contigua) son como una especie de suegnos de valses, la atmósfera está como medio ebria, los valses cojean, de vez en cuando algún oboe o un clarinete gallea. Esto y la voz convenientemente distorsionada de Octavian sugieren un carácter paródico que es muy interesante.
Tras intentar que le hagan un precio especial y quejarse un poco de todo en general (el servicio, la música, la ventana), el baron se deshace del posadero y los camareros y comienza sus tentativas de acoso y derribo de Mariandel. Para empezar, llenándole la copa.
La primera frase de ella es "
Nein, nein, nein, nein. I trink kein Wein", que es algo así como "
No, no, no no: no bebo vino", aunque la dificultad de traducir esto (y todo lo que dice Mariandel) es que en el original creo que está en austríaco (
parte, puedes confirmarlo?).
Habría que traducirlo en "andaluz", para hacerle justicia? (
gakugeki, qué opinas?)
Lo sorprendente de esta frase musical es que si escucháis bien esos 4 "Nein, nein, nein, nein"... os sale el motivo del sublime trio final. Esto Supermagno podría explicarlo mucho mejor. Yo lo dejaré en que, en esta obra, lo más delicado y etéreo y poético está indisolublemente abrazado a lo ridículo y lo paródico y lo vulgar.
Como en la vida, donde no existe lo químicamente puro?
Mariandel se hace la remolona, intenta escabullirse, ve la cama y se pregunta como una tonta: y esta cama, qué hace aquí? quién duerme en ella? ehhhh? Sorry, es que soy tonta.
Y Ochs: ven aquí, que te voy a explicar para qué sirve.
En un momento en que intenta morrearla, el rostro de Ochs se ha acercado tanto al de Mariandel que... cree ver ante sí a Octavian.
Poco después, uno de los chungos (el escondido en la trampilla del suelo) se equivoca y asoma la cabeza un segundo. Octavian le hace rápida segna de que NO! pero Ochs lo ha visto, y empieza a sentir sudores fríos. Mariandel intenta convencerlo de que allí no está pasando nada.
De la habitación de al lado llega como una brisa el
Ohne mich y, para mí, otro de esos momentos que encapsulan como en un aleph todo el Rosenkavalier.
OCTAVIAN (sehr weich) Die schöne Musi!
BARON (wieder sehr laut) Is mein Leiblied, weiß Sie das?
OCTAVIAN (horcht auf die Musik) Da muß ma weinen.
BARON Was?
OCTAVIAN Weils gar so schön ist. | OCTAVIAN (muy tiernamente) Qué música tan bonita!
OCHS (de nuevo en voz alta) Es mi canción favorita, sabes?
OCTAVIAN (escuchando la música) Da ganas de llorar.
OCHS Qué?
OCTAVIAN Es que es tan bonita! |
Efectivamente. Da ganas de llorar... es que es tan bonita.
El momento que viene ahora y con el que concluye el bloque
Vaya par de gemelas (cita Ochs-Mariandel), me parece uno de los más turbadores de la obra.
En él vemos a Octavian-Mariandel rechazar los avances de Ochs, y para ello se sirve de... una parodia de la Mariscala.
Mariandel finge unos de esos cambios de humor supuestamente femeninos que pueden mandar al garete una velada picante, y para hacerlo, no se le ocurre nada mejor que elaborar una especie de
Die Zeit, die ist ein sonderbar Ding para dummies: "
Nada vale la pena, así como las horas vuelan, así como el viento sopla, nosotros también nos iremos, nadie nos llorará, etc"
Ha superado ya lo de La Mariscala hasta el punto de poder medio mofarse de la inestable y lunática Marie Therese?
La tiene en cambio tan metida aún en el fondo de su cabeza que le sale inconscientemente cuando debe rechazar a Ochs, igual que él fue rechazado en el primer acto?
Non lo so.
Ochs le pregunta si el vino siempre le sienta así de mal, y se ofrece a desabrocharle el corsé.
Como hace calor, además, él se quita la peluca.
En ese momento, Octavian da la segnal.
Aquí empieza la parte del camarote de los Marx.
Quiere las ugnas largas o cortas?
Déjemelas cortas, que aquí ya va faltando sitio.