Yo soy muy de la Jones. Además del recuerdo personal que tengo la única vez que la escuché en vivo (Herodías de Salomé) empezando por el respingo que pegué cuando abrió la boca. Sigue siendo la voz más grande que he oído en un teatro.
Efectivamente, hay sonidos agrios y abiertos, oscilaciones y alguna que otra desafinación. Hay que tener en cuenta que era una soprano lírica plena de origen, que a partir de un momento de su carrera se centró en el Wagner pesado (Ortrud, Brunildas) y Strauss más dramático (Elektra, Tintorera...), lo que le pasó factura.
Pero es una artistaza que además de una elegantísima y estupenda presencia escénica, grandes dotes dramáticas, da siempre sentido y expresividad a todo lo que canta. Por eso, siempre mejor en vídeo que en audio.
En el Anillo de Boulez-Cherau es lo único, prácticamente, que me interesa y tiene una intersantísima (y distinta a todas) encarnación Londinense de Turandot en vídeo. Aquélla en la que Bonisolli se pega cuatro does agudos en "No, principesa altera, ti voglio ardeeeente d'amor"
En las antípodas se encuentra la Janowitz (también logré escucharla una vez en vivo
y con los Wesendonk lieder en programa). Voz bellísima, homogénea y purísima de emisión, canto pleno de clase y refinamiento, pero afectado por esos típicos sonidos fijos en la zona de pasaje y aguda (especialmente agudizados en su caso). Además, una de las cantantes menos comunicativas, menos incisivas y vibrantes que hayan existido. Su mariscala con Von Dohnanyi en Salzburg (la que yo conozco) está impecablemente cantada pero es unidimensional y de escasas constantes vitales.
Yo al huerto (en todos los conceptos que quieran) con la Jones... siempre