1954, Registro en vivoIncluye extractos de Il Tabarro (Hamburgo, 1953)
Thaïs: Fiorella Carmen Forti; Athanaël: Ettore Bastianini; Nicias: Glauco Scarlini
Palémon: Antonio Massaria; Crobyle: Alma Pezzi; Myrtale: Aurora Cattelani; Abadesa Albine: Liliana Hussu
Orquesta y Coro de la Ópera de Trieste
Director: Luigi Toffolo
Al respecto, DAVID J. BAKER expone en Opera News (A publication of the Metropolitan Opera guild):
"Vale la pena alguna incomodidad para experimentar estas perlas de la gloria de Ettore Bastianini en la década de 1950. Aún brillante desde su debut en 1952 como barítono, al cual siguió un falso inicio en el repertorio de bajos, Bastianini era una estrella emergente cuando se tomó un tiempo para hacer estas apariciones que le abrieron el camino a un repertorio periférico -
Il Tabarro en Hamburgo (1953) y una fragmentada
Thaïs en lengua italiana en Trieste (1954). El sonido grabado, especialmente en la última, es como el de un ensayo, y en él hacen equipo cantantes y directores rara vez encontrados en otro lugar. Impávido, Bastianini está en verdad en su mejor nivel; hay también una perceptible impresión de que está inspirando a sus compañeros ha esfuerzos inusuales.
En ninguna de las dos suena forzado (como sería en la década de 1960, debido a los estragos del cáncer de garganta) o indiferente (como a veces es acusado por los críticos). El oscuro y robusto timbre circula a través del distorsionado sonido, intenso en los altos y dramáticamente sensible, desplegando incansablemente las grandes frases. Como un ingenuo, franco y vulnerable Athanaël, el barítono abarca emocionales contrastes mientras saborea las palabras con su características estruendosas consonantes.
El repertorio no es del todo lejano. Aunque pasó la mayor parte de su breve apogeo dentro del convencionalismo de Verdi y Puccini, Bastianini (1922-1967) parece haber hecho un corto estudio, un cantante cuya curiosidad, de vez en cuando, lo llevaría a Gluck además de Stravinsky. Volvió a los dos roles mostrados aquí - más de una vez, en el caso de
Il Tabarro, y quizá más propiciamente, aunque no es sabido que exista registro, en una
Thaïs de 1959 en Nápoles junto a la vibrante soprano Virginia Zeani.
Pero nadie debería descartar ambos elencos provinciales. Fiorella Carmen Forti, Thaïs, tiene serias responsabilidades por encima del elenco, donde su tono y timbre pueden errar, pero ella está tan atentamente comprometida, es tan flexible y está en armonía con el personaje, tanto como pecadora y penitente, que el oyente se ve atraído por ella (y ocasionalmente es recompensado con una deslumbrante frase aguda en su escena final. Los hombres en el elenco tienen ricas voces, especialmente el tenor Glauco Scarlini como Nicias. La mayor sorpresa es el director Luigi Toffolo, quien aparentemente languidece en los acordes menores, pero quien conduce firmemente la interpretación.
Massenet es maltratado aquí mucho más por los numerosos cortes (que dejan a la segunda mitad de la ópera sintiéndolo particularmente como un disco de extractos) que por la traducción italiana. Para ser honesto, los versos de libretista Louis Gallet no merecen un enorme respeto, y es a menudo preferible oír a italianos acariciar sus propias vocales en vez de masacrar a aquellas de sus vecinos. La deslumbrante Carmen en italiano de la Sociedad Bel Canto de 1959 en Palermo, con Simionato, Corelli y Freni, debiera asegurar, casualmente, ese argumento.
Para algunos aventureros oyentes, hasta los toques provinciales en Thaïs (la traducción italiana y la presencia de un público que expresa su perplejidad, aburrimiento y luego un entusiasmo algo duramente ganado) tendrían algo de crudo, sentimiento auténtico que es más bienvenido que el refinamiento de un estudio de grabación. Ambas obras ofrecen un embriagante escena retrospectiva histórica."