Resumen del Vampiro de PolidoriLa novela nos presenta a Lord Ruthven, misterioso personaje que destaca en la alta sociedad londinense, aristocrático y elegante, extraño y atractivo, que parece mirar con indiferencia todo lo que le rodea, de palidez cadavérica y mirada esquiva e impenetrable. Aubrey, un joven inocente que busca en vano a su alrededor la poesía y la "verdad" que ha aprendido en la literatura, queda fascinado con el personaje y no puede creer su suerte cuando aquel le acepta como compañero de viaje por Europa.
A Aubrey le llaman la atención determinadas particularidades de su hermético acompañante. Aunque se muestra generoso con los viciosos y holgazanes, aunque pierde alegremente en el juego muchísimo dinero, y en cambio se muestra ignorante de los necesitados virtuosos, parece que a los favorecidos por su desprendimiento les aguarda siempre la desgracia. Lo mismo con las señoritas de moral endeble que traban relaciones con él.
En Roma, donde permanecen una temporada, Lord Ruthven traba relación con una condesa italiana mientras Aubrey se dedica a visitar monumentos. Entonces recibe una carta de Londres en la cual sus tutores le conminan a abandonar inmediatamente a Ruthven, describiéndole como un seductor peligrosísimo, cuyas víctimas, las adúlteras londinenses que habían caído en sus redes, habían degradado su moral hasta el extremo mostrando sus vicios ante toda la sociedad. Alarmado, Aubrey decide vigilar al seductor y descubre que está intentando seducir a la inocente hija de una de las damas del refinado círculo. Como quiera que este admite indolentemente sus intenciones, Aubrey corta relaciones con el y pone en aviso a la doncella y a su madre.
Aubrey viaja a Grecia donde alquila una habitación. En la fonda vive la hija del dueño, Ianthe, una jóven grácil, inocente y bellísima que acompaña a Aubrey a descubrir las ruinas y de la que éste se enamora. La chiquilla le relata historias sobrenaturales locales en las que cree firmemente, sobre todo historias de vampiros, con abundantes datos que demuestran su existencia. Ante la incredulidad condescendiente de Aubrey, Ianthe se alarma, porque es a los incrédulos a los que la vida les hace creer con sangre y lágrimas. Ianthe describe la apariencia habitual de los vampiros y Aubrey se horroriza al visualizar a su ex-compañero de viaje.
La dulce Ianthe
Un día el jóven decide realizar una excursión mas larga, y Ianthe y su familia se horrorizan porque debe atravesar un lugar de vampiros. Ante la insistencia de Aubrey, Ianthe le hace prometer que volverá antes del anochecer, ya que es entonces cuando los vampiros celebran sus bacanales. Aubrey lo promete y parte a caballo. Sin embargo, a la hora de volver, se desencadena una tempestad y la noche le cae encima. Exhausto, se pierde por el bosque y llega a una cabaña en la que trata de refugiarse. De pronto, oye los gritos de una jóven y las risotadas de un hombre. Se produce un forcejeo con el agresor, que huye cuando la choza se ilumina por el resplandor de varias antorchas portadas por una batida de búsqueda. Todos se estremecen cuando en el suelo de la choza encuentran el cadáver marmóreo de Ianthe, con marcas de colmillos en la garganta y el cuello y pecho salpicados de sangre. Horrorizado, Aubrey recoge del suelo una daga de curiosa forma y acompaña al cortejo fúnebre a la ciudad, donde los padres de la jóven mueren de dolor.
Aubrey enferma y se consume en un delirio febril. Aparece entonces Lord Ruthven, recién llegado a Atenas, y se dedica devotamente a cuidarle. Aubrey está aterrorizado por la presencia de quien ahora le parece un vampiro, pero sus atenciones y su cambio de actitud terminan por reconciliarle con su enemigo.
Una vez recuperado, la estancia en Atenas se le hace insoportable por el recuerdo constante de Ianthe, y ambos deciden viajar a una zona de Grecia que no habían explorado. En un desfiladero son asaltados por unos bandidos, y Ruthven es herido de muerte. En sus últimos momentos, el misterioso aristócrata arranca a Aubrey la promesa de que en un año y un día no contará a nadie nada sobre su muerte ni sobre sus crímenes, y expira lanzando una carcajada. Aubrey no puede dormir, oprimido por su juramento. Al dia siguiente los ladrones le cuentan que Ruthven les había pedido que en cuanto muriese le llevasen a unas rocas de modo que un rayo de luna le bañase el rostro. Se precipitan al lugar y allí no queda nada, ni cadáver ni ropas. Convencido de que los bandidos se habían deshecho del cadáver tras robar sus ropas, Aubrey parte para Esmirna.
En el barco que le traslada, Aubrey revisa algunos efectos personales de Ruthven, y se espanta al encontrar una funda de daga que corresponde a la encontrada en la choza donde murió Ianthe. Vuelve a Roma y comprueba que la joven seducida ha desaparecido y sus padres caído en desgracia. Vuelve a Inglaterra rápidamente, donde es recibido por su única hermana, a la que le unían estrechísimos lazos. Esta cumple 18 años y debe ser presentada en sociedad.
En la fiesta, Aubrey se aterroriza cuando escucha una voz inconfundiblemente que le dice: "Recuerda tu juramento!". La reaparición de Ruthven y el juramento que le ata van minando la salud mental del jóven, sobre todo cuando comprueba que está cortejando a su hermana. Intenta alejarla del monstruo pero éste le vuelve a conminar a respetar la palabra dada. Este dilema le corroe constantemente y empieza a tener comportamientos extraños, farfullando y descuidando su aspecto, hasta acabar recluído en su dormitorio, incapaz de levantarse, demacrado y con la mirada vidriosa.
A medida que transcurría el año, pareció que su salud iba mejorando pensando que pronto estaría libre de su atadura. Al llegar el último día del plazo, oyó a un tutor lamentarse de su estado el día antes de que su hermana se casase con el Conde de Marsden. Al creer que se trataba de un jóven que había conocido previamente, Aubrey se alegra, se siente recuperado, y llama a su hermana para felicitarla. Descubre, sin embargo, que en el medallón que ella lleva en el pecho luce un retrato de Lord Ruthven. Desesperado, intenta evitar la boda, pidiendo que se retrase tan solo un día. Se lanza fuera de su dormitorio a intentar detenerla, pero Lord Ruthven le recuerda su juramento y le promete que si evita la boda su hermana será deshonrada. Ante la desesperación Aubrey sufre una hemorragia cerebral y entra en estado crítico. La boda se celebra igualmente, y al cumplirse el plazo, en su lecho de muerte, Aubrey relata su historia y fallece. Los tutores corren a salvar a su hermana pero es tarde: Ruthven ha desaparecido y su esposa "había saciado la sed del vampiro".