Ya va, ya va
Notas al Cuarto Acto – Giulietta (edición Kaye-Keck)Vamos a ver, recapitulando un poco, que creo que me ha quedado un pelín lioso y mi intención no es que os salgáis acojonaos de la función tras
Les oiseaux dans la charmille Edición Choudens: la de toda la vida (hasta los 70, principios de los 80).
Recoge modificaciones, agnadidos y cambios hechos principalmente por Carvalho para la noche del estreno (1881) y por Raoul Gunsbourg para las funciones de Monte-Carlo (1904).
Recitativos de Guiraud, aria del diamante y septeto apócrifos, acto de Giulietta con cortes y desplazado, escena de la Musa en el prólogo eliminada, personaje de Nicklausse muy esquilmado... a grandes rasgos.
Edición Oeser: aparece en 1977, basada en manuscritos de 1879.
Restaura mucha música (arias de Nicklausse, trío de los ojos, aria de Dapertutto, escena de la Musa, aria de Giulietta), elimina los apócrifos, reordena los actos según la voluntad de Offenbach...
Problema: además de conservar los recitativos de Guiraud, echa mano de otra obra de Offenbach (
Las hadas del Rin) y compone música para completar lo que él creía inacabado, en función de los manuscritos con los que trabajaba.
Edición Kaye-Keck: a partir del agno 1984, work in progress.
Pretende ser una reconstrucción de la ópera tal y como se ensayó la noche que Léon Carvalho decidió cargarse el acto de Giulietta, antes del estreno.
Para ello se basa en los manuscritos tanto de 1879 que utilizó Oeser como, sobre todo, en manuscritos descubiertos en 1984 y posteriormente. Estos manuscritos pertenecen a un periodo de composición más tardío y son borradores de la ópera que efectivamente se ensayó y se estrenó en 1881.
Lo primero que hace Michael Kaye es purgar la obra de todos los agnadidos: apócrifos de Monte-Carlo, apócrifos de Oeser, recitativos de Guiraud (sustituidos aquí por diálogos, como en el estreno).
Conserva las aportaciones de Oeser fieles a los designios de Offenbach, y agnade otros descubrimientos, como el aria de Giulietta, el final del acto de Giulietta, e incluso tan recientemente como en 2004 música relativa al Epílogo.
Jean-Christophe Keck se unió a él en los 90, tras descubrir a su vez nueva música y estar durante un tiempo compitiendo ambos por ver quién hacía la edición "más auténtica".
En este acto de Giulietta que os he comentado con 3 finales:
el primero pertenece a un estadio muy temprano de la edición Kaye-Keck, cuando Michael Kaye trabajaba solo.
Aún no se había descubierto ni la música del final del acto de Giulietta ni el libreto aprobado por la censura.
Con lo cual, Tate hizo lo que había hecho ya Bonynge con anterioridad: servirse del texto de la obra teatral original de Barbier y Carré, y hacer un melodrama con él: los cantantes interpretan el texto, sobre un popurrí de temas del acto de Giulietta (dicho así, suena fatal, pero es una preciosidad).
Todo esto, claro, con el firme propósito de no hacer sonar ninguna música que no hubiera sido compuesta por Offenbach.
El segundo final, el de Nagano, incorpora música compuesta por Offenbach descubierta en los 90.
Y debo deducir que la versión de Minkowski incluye esa música, "pegada" sobre el libreto original aprobado por la censura.
(Recordemos también que el acto de Giulietta:
-no se vio en Francia por primera vez hasta 30 agnos después de su estreno, del que había sido amputado
-se ofreció por absoluta primerísima vez en Monte-Carlo, 23 agnos después de dicho estreno, pero con tantísimos cambios respecto al original mutilado, que el director de la Opera de Monte-Carlo se vanagloriaba de ser su autor (con colaboración musical de André Bloch y libretística de Pierre Barbier, hijo del auténtico libretista Jules Barbier)
Y digo "debo deducir" porque la musicología va más rápido que la industria. No hay grabaciones de estudio de
Les Contes d´Hoffmann desde 1996 (los de Nagano), y tal y como está el patio, dudo que vaya a haber una dentro de poco.
Quien quiera ver cómo suenan las últimas aportaciones, tiene que acercarse al teatro y disfrutarlas en vivo.
PEROpese a este embrollo de padre y muy segnor mío,
SIEMPRE tendréis en Venecia:
un poeta que se pirra por el alcohol, el juego y las mujeres,
una cortesana que se vende al mejor postor,
un mago con un diamante que quiere apoderarse del alma del protagonista,
un hombre que perdió su sombra por una ramera y que morirá a manos de Hoffmann,
una escena en la que Hoffmann le da su reflejo a Giulietta
y un desenlace a todo esto en el que nuestro héroe vuelve a no salir muy bien parado.
Dentro de poco, el Epílogo.