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Enero 2011 - 1. Pelléas et Mélisande: Maeterlinck y el texto
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Autor:  odradek [ 06 Ene 2011 21:38 ]
Asunto:  Enero 2011 - 1. Pelléas et Mélisande: Maeterlinck y el texto

1. Maeterlinck y el texto

1.1 El simbolismo

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El cíclope, de Odilon Redon. 1902


Al hablar de Debussy el movimiento artístico que viene siempre a la cabeza, con razón o sin ella, es el impresionismo. Al escuchar esta ópera, en cambio, rápidamente la identificamos con ese otro movimiento artístico de finales del siglo XIX que fue el simbolismo. De eso tiene la culpa la obra de teatro en que se basa la ópera, un texto de Maurice Maeterlinck, autor que se inscribe inequívocamente (al menos en una primera época) en esa corriente.

Este contacto del compositor con el simbolismo está lejos de ser un caso aislado; más bien, resultaría difícil explicar la obra de Debussy sin hacer referencia a él. (¡De las referencias al impresionismo sí que se podría prescindir! :lol:) Además de Pelléas, el Preludio a la siesta de un fauno (basado en el poema de Mallarmé), las numerosas canciones sobre textos de poetas como Paul Verlaine o Pierre Louÿs o la colaboración con D'Annunzio en El martirio de San Sebastián basten como ejemplo del punto al que llegan a estar unidos la producción del músico y los escritores simbolistas. Esta unión se basa en la afinidad de Debussy con la vanguardia artística de su tiempo.

La principal característica de los textos simbolistas es el uso exacerbado de la metáfora, las alusiones veladas, la sugerencia. El poeta simbolista elude en todo momento una solución clara a los enigmas que plantea el texto; la esencia del mensaje se encuentra en la connotación. Todo intento de interpretar tajantemente un símbolo termina por destruir su belleza y su capacidad expresiva, aunque en tantas ocasiones el significado sea claro como la luz del día.

En 1889 el joven músico comentaba a su entonces profesor de composición que el poeta que él necesitaba era "aquel que diga las cosas a medias. Dos sueños asociados: ése es el ideal". Los escritos de esta corriente artística le vendrían, así pues, como un guante a sus necesidades.

Autor:  odradek [ 07 Ene 2011 11:14 ]
Asunto: 

1.2 Maeterlinck, el dramaturgo

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Maurice Maeterlinck


La fama que disfrutó en vida, una destacada influencia en sus colegas de oficio y hasta el premio Nobel de Literatura concedido en 1911 no han bastado para salvar de un considerable olvido al autor de la obra de teatro Pelléas et Mélisande.

Maurice Maeterlinck (Gante, Bélgica, 1862 - Niza, Francia, 1949) fue un importante dramaturgo, poeta y ensayista francófono belga, no sólo admirado en su día por sus creaciones literarias sino también por las ideas filosóficas de sus ensayos.

Hijo de una acomodada familia burguesa de Gante, su infancia estuvo marcada por las afición del padre a la apicultura y los cultivos de invernadero (Los invernaderos sería el título de su primer libro de poemas, y entre sus ensayos se encuentran por ejemplo La vida de las abejas y La inteligencia de las flores) y por la sombría vegetación e inquietantes paisajes brumosos que rodeaban la ciudad, un paisaje que nos encontraremos casi como un personaje más en la ópera y que rodea opresivamente el castillo del rey Arkel.

En ese entorno un tanto depresivo tampoco ayudaría la educación recibida en un severo colegio jesuita, donde no se enseñaba música y la literatura romántica francesa estaba prohibida. Charles van Lerberghe, otro escritor simbolista que compartiría colegio con Maeterlinck, recordaba posteriormente cómo todos los años recibían un sermón sobre la muerte, educándolos en el temor de Dios, y contándoles casos de muerte repentina en los que muchachos jóvenes inesperadamente caían fulminados en estado de pecado mortal y eran enviados a las llamas del infierno. Probablemente esto influyó en la recurrencia de la muerte y el sentido de la vida como temas centrales en la obra de Maeterlinck.

Siguiendo los deseos de su padre, estudió derecho. Sin embargo en una corta estancia en París tras sus estudios entró en contacto con varios miembros del moviemiento simbolista, como Mallarmé y Villiers de l'Isle-Adam, y decidió abandonar las leyes por la literatura. Tras la publicación de su primer libro de poemas, consigue un gran éxito con su primera obra de teatro, La princesse Maleine. Esta obra inaugura la primera serie obras de teatro simbolistas de Maeterlinck, a la que pertenecen también Pelléas et Mélisande y Ariane et Barbe-Bleue.

Autor:  Carestini [ 07 Ene 2011 11:51 ]
Asunto: 

odradek escribió:
En ese entorno un tanto depresivo tampoco ayudaría la educación recibida en un severo colegio jesuita, donde no se enseñaba música y la literatura romántica francesa estaba prohibida. Charles van Lerberghe, otro escritor simbolista que compartiría colegio con Maeterlinck…

Parece que ese colegio fue un semillero de escritores simbolistas… :lol:

Autor:  odradek [ 07 Ene 2011 12:02 ]
Asunto: 

Carestini escribió:
Parece que ese colegio fue un semillero de escritores simbolistas… :lol:

Lo fue, lo fue... En los mismos años fueron alumnos del mismo colegio más escritores simbolistas de relevancia en la Bélgica de aquella época: Georges Rodenbach, Grégoire Le Roy y Emile Verhaeren. Fue enormemente efectiva la educación de aquellos jesuitas, aunque probablemente no fueran estos los resultados que andaban buscando. :)

Autor:  delaforce [ 07 Ene 2011 15:11 ]
Asunto: 

Precisamente, La princesse Maleine fue la obra que eligio la malograda Lili Boulanger para que fuera la base de su primera opera. Trabajo en ella afanosamente durante los ultimos años de su corta vida, ya muy enferma, pero fue incapaz de completarla.

Maurice Maeterlink, muy avanzado el proceso de la enfermedad de Lili, le escribia para darle animos:

Querida Amiga,

Mi pensamiento y mejores deseos estan con usted, acompañandola en su sufrimiento y su ansiedad. Pero tengo confianza, aunque no se de donde proviene, en que la niña genial que debe dar voz a la Princesa Maleine no puede irse sin haber completado su tarea, que parece fundirse con su destino.


Desgraciadamente, la confianza de Maeterlink no tenia fundamentos solidos.

Disculpe la digresion, señor odradek.

Autor:  odradek [ 07 Ene 2011 17:57 ]
Asunto: 

delaforce escribió:
Disculpe la digresion, señor odradek.

Al contrario, espero contar con más digresiones de su parte. :wink:

La princesse Maleine fue de hecho la primera opción de Debussy para convertirla en ópera y se puso en contacto con el autor en 1891 para pedirle permiso, sin embargo Maeterlinck se la había prometido ya a Vincent d'Indy, que nunca llegó a componer la ópera.

El caso es que las obras de teatro de este escritor han atraído desde siempre a numerosos compositores. Como es sabido y podremos ver en breve en el Liceo, Paul Dukas puso música a Ariane et Barbe-bleue. A partir de Monna Vanna se compusieron varias óperas, entre ellas una inacabada de Sergei Rachmaninoff. Existe una adaptación de L'oiseau bleu por Albert Wolff (compositor que conocí gracias a los enigmas :lol:) y más recientemente otra de Les aveugles por Beat Furrer (músico al que conocí a partir de la grabación de Luci mie :))

Hablaremos después del estilo de estas obras de teatro, para ver qué provocó tanto interés entre los compositores y sobre todo a nuestro compositor.

(Por cierto, echando un vistazo en la wikipedia, veo que la hermana de Lili Boulanger, Nadia, tiene una ópera titulada La ville morte... Supongo que nada que ver con Korngold, ¿no?)

Autor:  Carestini [ 07 Ene 2011 19:16 ]
Asunto: 

odradek escribió:
En los mismos años fueron alumnos del mismo colegio más escritores simbolistas de relevancia en la Bélgica de aquella época: Georges Rodenbach, Grégoire Le Roy y Emile Verhaeren.

¡El autor de Bruges–la morte, que inspiraría a Korngold para su ópera! La novela de Rodenbach es maravillosa.

Autor:  delaforce [ 07 Ene 2011 19:57 ]
Asunto: 

Nada que ver. De hecho, Nadia Boulanger practicamente abandono su actividad como compositora tras la muerte de Lili, y se dedico sobre todo a la enseñanza, donde, como es sabido, tuvo un exito tremendo.

Al final, quien compuso una opera basada en Monna-Vanna fue Henry Frevrier. Se puede escuchar casi entera en las verdes praderas, aqui tenemos a Vanni-Marcoux:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=D3_jeMzURrk[/youtube]

Autor:  Siddharta [ 08 Ene 2011 0:11 ]
Asunto:  Re: Enero 2011 - 1. Pelléas et Mélisande: Maeterlinck y el t

odradek escribió:
Todo intento de interpretar tajantemente un símbolo termina por destruir su belleza y su capacidad expresiva, aunque en tantas ocasiones el significado sea claro como la luz del día.

En 1889 el joven músico comentaba a su entonces profesor de composición que el poeta que él necesitaba era "aquel que diga las cosas a medias. Dos sueños asociados: ése es el ideal"


Y no hay nada que lo ejemplifique tan bien como la primera escena de la propia Pelléas et Melisande. El prosaico Golaud quiere coger la corona que brilla en el agua (que ha caído llorando -¿cuando lloraba Melisande o llorando la propia corona, como sugiere la orquesta? El magistral gerundio mantiene la indefinición). Pero Melisande le detiene casi con violencia. Es casi como un aviso de la propia obra, consciente o fortuito, da igual. Disfruta de las preguntas, de la corona difuminada por las aguas, de la ambigüedad, no mires en el interior de los símbolos, porque en la búsqueda de respuestas puedes destruir el frágil equilibrio que sostiene todo.

Dos sueños asociados, qué bonito. Precisamente en una obra llena de simetrías imperfectas, pero me callo que no quiero apresurarme :lol:


Enhorabuena por el comienzo, odradek, estoy de veras emocionado con esta ópera del mes :D

Autor:  parte [ 08 Ene 2011 9:42 ]
Asunto: 

Melisande tb. es gerundio.

Here we are.
Al pie de la letra tuya. Odradek.
Y las notas de Debussy, claro.
Y las imágenes, y los símbolos, y las metáforas.
Sin pasarnos.

'No le toques ya más,
que así es la rosa' (JRJ)

Autor:  Ulysses [ 10 Ene 2011 16:00 ]
Asunto: 

odradek escribió:
...y más recientemente otra de Les aveugles por Beat Furrer (músico al que conocí a partir de la grabación de Luci mie :))


A Anton von Webern también le tentó Maeterlinck...
He leído dos versiones contradictorias sobre esa ópera que Webern nunca llegó a componer; una de ellas da Les aveugles (Los ciegos) como libreto.

Autor:  odradek [ 04 Feb 2011 13:16 ]
Asunto:  Re: Enero 2011 - 1. Pelléas et Mélisande: Maeterlinck y el t

1.3 Estética visual: dibujos, escenarios y vestuarios

Una influencia no literaria de gran importancia en la obra de Maeterlinck son las ilustraciones de prerrafaelistas como Burne-Jones o Walter Crane, donde se recrea a menudo un universo de princesas pálidas al borde del llanto que sirvieron de base para la estética buscada en Pelléas et Mélisande y que inspiraron las primeras puestas en escena de la obra.

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Ilustración de Burne-Jones
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Ilustración de Walter Crane


El propio Burne-Jones llegó a diseñar una túnica dorada para que una de las primeras actrices que interpretaron Mélisande creara el papel.

También en el mismo estilo puede encuadrarse el atuendo de Martin Harvey interpretando a Pelléas, que fue el actor preferido de Maeterlinck en el papel, no siendo su vestuario un motivo menor en la gran impresión que dejó en el autor su actuación.

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Martin Harvey como Pelléas

Autor:  odradek [ 04 Feb 2011 14:05 ]
Asunto:  Re: Enero 2011 - 1. Pelléas et Mélisande: Maeterlinck y el t

Por supuesto, el personaje de Mélisande tiene un conocido precedente estético en el de Rapunzel.

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Rapunzel, con sus largos cabellos descendiendo por la torre.


La larguísima cabellera de Rapunzel pasa a ser también un atributo de Mélisande (no siempre fácil de mostrar convincentemente en escena). En el segundo acto, cuando sus cabellos caen al agua de la fuente, dice ella misma: "Ils sont plus longs que mes bras, ils sont plus longs que moi." Y su vuelven un símbolo siempre presente en el surgir de la atracción entre ella y Pelléas, en esta escena, y sobre todo al principio del tercer acto, cuando Pelléas termina enredándose en él y donde termina quedando clara la connotación sexual del símbolo.

Es además en esta escena donde Maeterlinck no duda en tomar prestada la representación por antonomasia de Rapunzel. La famosa escena de Mélisande dejando caer su melena a lo largo de la torre es en todo punto idéntica a la imagen tradicional del cuento.

Autor:  odradek [ 10 Feb 2011 20:02 ]
Asunto:  Re: Enero 2011 - 1. Pelléas et Mélisande: Maeterlinck y el t

1.4 El silencio

En la primera escena del segundo acto se ha comentado el uso tan llamativo que hace Debussy del silencio de la orquesta en la ópera.

Esta importancia del silencio se encuentra ya en un principio en la obra de Maeterlinck. Al considerar su obra, se ha llamado muchas veces la atención sobre su tendencia a usar el silencio como uno de sus mayores recursos expresivos.

Este silencio se puede presentar en dos aspectos. Uno de ellos es el silencio de los personajes en la escena, ya que los diálogos del escritor belga están llenos de pausas, titubeos, dudas antes de decidirse a hablar y, a menudo, una deliberada renuncia a hacerlo. El otro aspecto es la ausencia de toda esa información que el espectador suele esperar de cualquier autor, y que Maeterlinck suele ocultar de forma deliberada. A estas altura de escucha de la obra ya hemos encontrado varios interrogantes sin resolver: ¿de dónde viene Mélisande?, ¿cuál es la relación de parentesco entre los personajes?…

Este silencio que oculta tanto se suele traducir plásticamente en el ambiente brumoso y de ensueño que se suele utilizar para representar la obra. En lo musical, Debussy no duda en decir que en la ópera ha usado "el silencio como un medio de expresión".

Maeterlinck, en su ensayo El silencio, escribió:
Las palabras son cosa del tiempo, el silencio es de la eternidad. Las abejas sólo trabajan en la oscuridad; el pensamiento sólo trabaja en el silencio, y la virtud no trabaja más que en secreto.

Es absurdo pensar que por medio de palabras pueda pasar alguna vez una comunicación real de un hombre a otro. Los labios o la lengua pueden representar el alma, pero desde el momento que tenemos algo que decir a otra persona, nos vemos obligados a callarnos: y si en esos momentos no escuchamos el urgente imperativo del silencio, aunque éste sea invisible, podremos haber sufrido una pérdida eterna que no podría compensarse con todos los tesoros del saber humano; ya que habremos dejado pasar la oportunidad de haber escuchado otra alma y de haber dado vida, aunque sólo fuera momentáneamente, a la nuestra. Y hay muchas vidas en las que este tipo de oportunidades no se presentan dos veces…

Sólo cuando la vida está aletargada dentro de nosotros es cuando hablamos.

Autor:  odradek [ 14 Feb 2011 17:46 ]
Asunto:  Re: Enero 2011 - 1. Pelléas et Mélisande: Maeterlinck y el t

1.5 Les avertis

Además de los símbolos y el uso del paisaje como si fuera un personaje más, además del uso del silencio y la elipsis, además de la estética en sintonía con las corrientes plásticas de la época, hay en la obra de Maeterlinck otro aspecto que valdría la pena destacar antes de cerrar el capítulo dedicado a su texto. Se trata de algunas de las ideas entre filosóficas y místicas que componen gran parte de su obra ensayística y que, como no puede ser de otro modo, forman parte esencial de sus obras literarias.

En su colección de ensayos Le Trésor des Humbles, el escritor dedica uno de los escritos a los "avertis", que se vendría a traducir algo así como "los que tienen el conocimiento". En él habla de un tipo especial de personas con una capacidad intuitiva superior a la común, que son capaces de tener un conocimiento especial del mundo, si bien ese conocimiento se da de una diferente a la habitual. "Todo nos resulta claro, aunque no sabemos nada"

Este tipo de conocimiento especial parece ser un atributo esencial de varios personajes en el drama. Esta claro que es el caso de Arkel, personaje especialmente sensitivo a los acontecimientos y a las personas que lo rodean. Pero también lo es Mélisande, que en su convalecencia final balbucea: "Me parece que sé algo... Aunque no comprendo tampoco lo que digo... No sé qué es lo que sé..."

El plano de especial intuición en el que se desenvuelve el personaje de Mélisande, un poco en una dimensión diferente de los demás personajes, se debe muy probablemente también a su condición de mujer. Maeterlinck dice que "todas las mujeres tienen una comunicación con lo desconocido que a nosotros se nos ha negado. Debemos acercarnos a ella con reverencia (...), porque saben cosas que nosotros desconocemos y tienen una linterna que nosotros hemos perdido.

Arkel y Mélisande son por ello tal vez los personajes más sabios de la obra, los de mayor profundidad. Sus habilidades cognitivas, diferentes al frío razonamiento lógico y práctico, los sitúan en un plano superior a los demás a ojos de Maeterlinck. Quizá Pelléas no sea tampoco del todo ajeno a ese tipo de sensibilidad.

Frente a estos personajes que tienen una inmensa fuerza en el plano espiritual, el personaje de Golaud, excesivamente adulto y pragmático, es un bárbaro que no sabrá comunicarse con los demás y, en última instancia, terminará recurriendo impotente a la violencia.

Quizá el único pecado que comete Golaud es lo que le reprocha Arkel en el último acto: "No sabes lo que es el alma".

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