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El Boccanegra de Gobbi.
Llegamos en nuestro repaso al primer registro en estudio de Simon Boccanegra. El "elegido" para la ocasión fue el ínclito Titto Gobbi:
1957 - Gobbi, Christoff, de los Ángeles, Campora, Monachesi - Santini, Emi
Simon Boccanegra - Giuseppe Verdi
Gabriele Santini (1957)
Simon Bocanegra Tito Gobbi
Jacopo Fiesco-Andrea Boris Christoff
Paolo Albani Walter Monachesi
Pietro Paolo Dari
Amelia-Maria Victoria de los Angeles
Gabriele Adorno Giuseppe Campora
Criada Silvia Bertona
Capitán Paolo Catoli
Orquesta: Ópera de Roma
Coro: Ópera de Roma
Grabado en estudio
Emi
Bueno, llegamos a un registro difícil. Difícil porque toca decir las verdades del barquero y poner sobre la mesa que la "oferta" que nos hacen Gobbi y Christoff no funciona, ni por concepto, ni por los medios con los que sirven sus roles. Y no creo que sea un problema de mal envejecimiento. Tampoco creo que el problema arranque de la precaria dirección de Santini (que es flojísima y como tal conviene valorarla). Se trata de un problema general de enfoque dramático y de la calidad global de las prestaciones vocales. Vamos por pasos.
Gobbi. Desde su entrada con el "Un amplesso" está casi todo dicho. La emisión gruñona, facilones los acentos, truculento y dolente hasta la carcajada. Su teatralidad y su canto no son lo que demanda Verdi. A eso se suma, durante toda la toma, un festival de irregularidades vocales: el agudo tirante, trucado el pasaje, la afinación dudosa, de medias voces ni hablemos... La sensación de estar ante un guiñol que "canta" es demasiado fuerte como para valorar su Boccanegra como una creación. Más bien es una tomadura de pelo que ha colado durante mucho tiempo. Dramáticamente es tan previsible y vocalmente tan precario... que me parece tiempo perdido comentar con detalle y pormenor cada una de sus intervenciones.
Christoff. Su Fiesco suena "tochaco" y comeniños desde su primera irrupción. Y alguno dirá: "Bueno, tampoco es Fiesco una hermanita de la caridad, quizá le vayan bien esos acentos gruñones". Sí, y no. Le van bien en su justa medida y con el sustento de un canto elegante, variado, capaz también de conmoverse y mostrarse frágil, no invariable e inquebrantable. Cantar Fiesco supone, precisamente, servir con una voz esa evolución desde el sentimiento férreo y marmoreo a la conmoción sincera y al llanto. Vocalmente, cabe reprochar no sólo el enfoque general, gruñon y comeniños, sino también un sinfín de notas prolongadas a capricho, constantes graves de taberna, todo en forte o mezzoforte, ni una sola media voz, escasísimos esfuerzos por aligerar la emisión, truculencias por doquier... No puede ser que escuchemos más a Christoff que a Fiesco. Es agobiante la sensación constante de que está desperdiciando, uno tras otros, los maravillosos momentos que sirve la partitura, para lucir vozaca y sonar rotundo por encima de todo, a toda costa. En todo caso, Christoff está mejor que Gobbi. Si es que eso significa algo...
Victoria de los Ángeles. Conforme avanza mi capacidad para disfrutar de VdA sin que sus notables limitaciones sean un handicap insalvable, comienzo a conceder cierto interés a su Amelia. Si bien la grabó tarde (ponen a Callas como Amelia y hablaríamos quizá de un registro completamente distinto), hay intenciones, y digamos que cuentan más que la irregular resolución vocal que ofrece aquí VdA. Los acentos demasiado acaramelados a veces (no diré ñoños para ser bueno con VdA) resultan incluso apropiados para la primera escena de Amelia. Lo más interesante, sobre todo, es que hay en general un temperamento genuinamente verdiano como pocas veces se le escuchó a VdA. Vocalmente hay algún problema de afinación, algún agudo tirante, alguna agilidad mejorable... pero digamos que se intuye lo que quería hacer y no terminó de resolver, y lo que se intuye es interesante. Mejorable, pero no tan truculenta como Gobbi y Christoff. Tampoco Santini le ayuda nada a terminar de encontrarse cómoda.
Campora tampoco está para tirar cohetes. El agudo a veces es magnífico y en otras ocasiones suena muy muscular y denota un pasaje irregular. Como fraseador es más bien anodino y tiende a ser previsible. La voz no tiene tampoco muchos quilates, algo opaca, ligeramente leñosa en el pasaje a veces... En fin, correcto, pero tampoco creo que por cuatro agudos bien timbrados haya que bajarse los pantalones.
Santini. Es difícil encontrar un Boccanegra más aburrido, moroso, pesante, monolítico, sin continuidad dramática, sin "punch" verdiano, nada electrizante ni conmovedor, etc, etc. Santini no tiene nada claro qué hacer con la partitura de Boccanegra. Es incapaz de recrear los estados de ánimo de Boccanegra, el ambiente marítimo de esa Génova en la que se ambienta el melodrama, etc. Y tampoco es un concertador eficaz. Es constante la sensación de estar contribuyendo un ápice a que los cantantes terminen de encontrarse cómodos, contribuyendo a un trabajo coral. Además, el coro está fatal, muy mejorable.
Valoración global: 6/10.
Quizá algunos consideren que soy hipercrítico y poco justo con este registro. Si así se lo parece, este es el mejor momento para discutirlo.
Por cierto, hace unas semanas comentamos el registro en el foro:
aquí.
El registro completo está disponible en Spotify:
http://open.spotify.com/album/07hrn8x3yyTKFxofzYSDAr
* Hay otros registros de Gobbi en directo. Los comentaré aquí en breve para agrupar registros en torno al intérprete del rol titular, antes de ocuparnos de Guarrera en el Met, Taddei en el Colón y Macneil en el Met, que son los siguientes a revisar. Estos son los registros de Gobbi que me constan, además del estudio que hemos revisado:
1958 - Gobbi, Mazzoli, Gencer, Picchi, Monachesi - Rossi, Nápoles
1961 - Gobbi, Tozzi, Gencer, Zampieri, Panerai - Gavazzeni, Salzburgo
1965 - Gobbi, Arie, Ligabue, Cioni, Cesari - Bartoletti, Chicago