Mi problema con esta ópera es el siguiente: me encanta escucharla a fragmentos pero, si la veo del tirón, me viene lo que cuando leo el drama en que se inspiró; me entran desde las rodillas hasta la garganta unas ganas de desternilarme muy grandes y me sujeto fuertemente la boca para evitarlo.
Comprendo que la obra es tal como es superior a mis fuerzas(imaginad con la producción de la Wiener Staatsoper, eso fue una heroicidad doblemente conseguida).Ahora bien, si la escucho de manera aislada, me gusta; llego(no sé cómo)a olvidarme del gafe de Don Álvaro, de la tiquismiquis de Leonora de Vargas quien(vaya morbo)vive casi pared de por medio con el amor de su vida durante cinco años y otras lindezas similares.
Ahora, aparte, escucho la obertura(impresionante), el recitativo y aria de Don Álvaro y me encanta, el duo final entre Vargas y Don Álvaro(Invano Alvaro ti celasti al mondo....¡Bravo!)y esa impresionante escena de Leonora y aplaudo a rabiar.
Imaginad, lo que es enseñarla todos los años y contenerme la risa...Qué suplicio...