Para muchos LA grabación oficial de
Tristan und Isolde. Y no deja de ser curioso que esta grabación sea casi unánimemente aceptada como la referencial cuando al mismo tiempo se le aceptan varios debes en su cuenta. Pero vayamos por partes:
¿Puede una grabación de
Tristan und Isolde basarse fundamentalmente -que no exclusivamnte- en el director? Wilhelm Furtwängler es la prueba de que si. Ello no ha de presuponer demérito alguno a la eximia aunque ya veterana Kirsten Flagstadt -en bastante menor medida, a Ludwig Suthaus- pero la aceptación cuasiuniversal de esta versión se basa en el trabajo de Furtwängler, en su capacidad de matizar, de extraer de los cantantes que EMI le puso lo mejor de si mismos hasta construir una grabación discográfica no ya referencial dentro del mundo wagneriano sino dentro de la historia de la fonografía.
Ludwig Suthaus no hubiera sido mi primera elección; su apuesta es más por un Tristán apasionado y humano que por uno joven, poeta y atemporal. De todas formas el color oscuro de su voz es el adecuado y aunque a veces sune un poquito gastado -un Tristan maduro- la construcción de su personaje es modélica en muchos aspectos. De hecho, de esta versión de Suthaus siempre se ha subrayado la categoría de su tercer acto, el verdadero reto de cualquier tenor.
Kirsten Flagstadt tenía 57 años cuando grabó esta Isolde; es decir, sus mejores momentos ya los había disfrutado Lauritz Melchior y compañía por lo que la anécdota del préstamo de Elisabeth Schwarzkopf se suele utilizar como ejemplo del lógico desgaste vocal de la soprano noruega.
Ahora, eso sí, cualquier ejemplo del desgaste de Flagstadt es música celestial comparado con el mejor momento de tantas sopranos que han pululado, pululan y pulularán por el mundo de Isolde. En su momento, cuando iurodivi nos presentó la Isolde de Kirsten Flagstadt en
http://www.unanocheenlaopera.com/viewto ... 35&start=0
Ya pudimos hablar largo y tendido de su vocalidad, de su cuasiperfección. Relean este topic porque lo dirá mejor que yo. Y si quieren un resumen quédense con estas palabras y combínenlas como consideren conveniente: romanticismo, belleza, luz, sonido,
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=Vp2q7iFFhvc[/youtube]
Josef Greindl es un Rey Marke de una dignidad extrema; su voz, con esa pertinente nasalidad acompañándole una vez más es capaz de transmitir la dignidad del rey, aspecto que muchas veces se omite cuando se habla de este personaje. Preferir a otros desde el punto de vista vocal me parece hasta lógico; buscar una dramatización más acertada de su monólogo es harto difícil. No se dirá lo mismo de Blanche Thebom que intuyo hubiera sido una aceptable Brangania con otro director y, sin embargo, a las órdenes de Furtwängler consigue en el segundo acto ese momento-magia que la historia fonográfica nos regala muy de vez en cuando: ya han sido aquí mencionados los avisos de esta versión. ¿Canta Thebom o canta Furtwängler?
En torno a
Dietrich Fischer-Dieskau se puede reproducir la enésima discusión tanto sobre sus virtudes, innegables y muy evidentes en esta versión, como sus limitaciones. Fischer-Dieskau no es tan guerrero como amigo, tan impetuoso como jemplo de lealtad pero cantar, lo que se dice cantar, lo hace con un arte “imposible de aguantar”.
Esta es, por tanto, la versión del director. Podría decirse que los mimbres del cesto posibilitaban tanto el éxito como elfracaso, dependiendo de la habilidad de unirlos, de tejer con ellos. Pues bien,
Wilhelm Furtwängler consigue el círculo perfecto y extrae de las limitaciones de todos ellos la virtud de la entrega a una obra maravillosa.