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Erik
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Erik, el cazador. El novio de Senta. O no.
¡Qué personaje mas difícil! En cuanto a su situación en la ópera, Erik teóricamente se alinearía en la "normalidad". Al lado del Timonel, los marineros, las hilanderas y Daland, y al otro lado del espejo del Holandés y Senta. Sin embargo no está ni ahí. Está solo. Es un personaje aislado en el mundo marinero de Daland, un outsider, como he dicho en alguna ocasión. No es apreciado por Daland, que le ignora porque no es un buen partido para su hija. Las hilanderas se ríen de el. No puede participar en la fiesta marinera. Y Senta, su Senta...
¿Qué relación tienen Senta y Erik? Por lo que el cuenta, tienen un compromiso. Un compromiso que no termina de cuajar, pero a su modo de ver existe. En el segundo acto le pide a Senta que se decida e interceda ante su padre (que representa el primer obstáculo). Pero se queja de que le hace sufrir: está obsesionada con aquel cuadro, aquella balada. Sabe que su enemigo número uno no es Daland.
En el tercer acto está en negación: Senta NO puede haberse prometido con el Holandés salvo por obediencia ciega a su padre. No puede, porque es a él a quien ama. Es a él a quien ha prometido fidelidad. Pobre, pobre Erik. La verdad es que cuando escuchamos su cavatina no nos queda muy claro de donde ha sacado la idea de que están prometidos: quizá piensa que merece ser correspondido porque ama y sufre. Quizá piensa que como Daland dejó a Senta a su cuidado, eso crea un vínculo indisoluble. Interpreta los gestos de cariño de Senta como una promesa de fidelidad eterna. Vive aferrado a una interpretación de la realidad que le conviene....
¿O no? Al fin y al cabo Senta en el segundo acto le pregunta si acaso duda de su fidelidad y de su cariño... Al fin y al cabo las hilanderas le consideran el prometido de Senta... Puede que Senta realmente le hubiera prometido amor eterno, en un mundo donde ambos son extraños y están aislados...hasta que la balada se hizo realidad y Senta dejó de ocuparse del mundo de este lado del espejo.
Vamos, Erik tiene todo para ser un personaje quejoso y débil; todos entenderíamos que Senta le tenga cariño pero no pueda sentirse llena de él.
Sin embargo Wagner no quería que Erik diera esa sensación:
Wagner escribió:
Este personaje tampoco debe ser un plañidero sentimental. Por el contrario, es impetuoso, vehemente y melancólico como el solitario (a saber, el montañés nórdico). Si alguien interpretara la Cavatina del tercer acto algo dulzona, me haría un mal servicio, cuando por el contrario debe exhalar melancolía y pena. (Cualquier cosa en esta pieza que pueda llevar a estas falsas conclusiones, como el pasaje en falsetto o la cadencia final, autorizo al intérprete a que la cambie o simplemente la omita).
De hecho, tenemos algunos datos más sobre Erik: es muy apasionado, incluso violento, al decir de las hilanderas:
("
Mientras esto no traiga
alguna pendencia...
Erik tiene la sangre caliente...
¡con tal de que no cause algún mal!
¡No digáis nada!...
Si no, disparará rabioso
contra el contrincante
de la pared.")
Una cosa que me llama la atención es que solo Erik, además de Senta, reconoce al Holandés, cuando aparece en la escena final ("
Verloren! Ach, verloren!") y Erik retrocede horrorizado (" ¿Qué veo, Dios mío?" y "¡Horror! Esa mirada...". Al fin y al cabo, Daland, las hilanderas y Mary tenían que estar hartas de ver su retrato en la sala de Daland...
Pero es que Erik, como Senta, también había soñado al Holandés, y de este modo también se había metido en la balada...visualizando proféticamente el final: "Os vi huir por el mar".
Bien, elucubraciones naiettescas aparte, centrémonos.
Vocalmente, Erik es un tenor lírico, con una tesitura entre el Re2 bemol y el Si4 bemol. Su cantante ideal sería el que bordara el Max de Der Freischütz. Debería expresar impulsividad y ardor, no blandenguería. Y la cosa es que con su parte vocal es complicado...
Porque su linea vocal tiende a lo blandengue y lo llorón, todo hay que decirlo, sobre todo su famosa Cavatina, un tanto convencional y con esa cadencia final tan complicada de cantar con convicción. Se puede, claro, como nos demostró Windgassen. Pero quizá sería mas fácil seguir las instrucciones de Wagner y cambiarla.
Me pregunto yo también si no lo debería haber hecho el propio Wagner (ahora es cuando me caen piedras)
Mi parte favorita de Erik es su sueño del segundo acto. Ahí, cuando pierde el "canto bonito" y declama un poco..."borroso", profético y conmovedor.
Bien, ya sabeis que mi Erik de referencia es
Windgassen. ¿Preferís que os presente a los demás directamente o quereis votar un rato?