A ver, a ver, que no nos entendemos.
Vd. luego me llama tramposo a mí (olvidando, por lo visto, que soy el Demonio y el Demonio siempre hace estas cosas) y luego se me columpia con una megademagogia como la precedente. A ver:
No me hará decir que Mozart sea fácil, porque no lo es. Exige una línea de canto depuradísima donde la menor imperfección resulta visible. Y ahí su defendida, más o menos, da el callo, pero ya no es joven y algunos de los problemas de su Agathe siguen siendo visibles.
Pero vd. sabe de sobra que el
Deh vieni, encantador y mágico como es (y en ese sentido, un aporte de audio que mira bastante a la galería, perdonequeselodiga, aunque sinceramente, tampoco creo que la acusada haga una lectura tan impactante) tiene muy poco que ver vocalmente con la gran escena de Agathe: la tesitura es muchísimo más cómoda, el tempo infinitamente más clemente y la vocalidad necesaria una completamente distinta. Si decimos que Pavarotti era un gran Cavaradossi porque cantaba un Funiculì funiculà muy musical, pues bueno, pues nosotros mismos. Pero estaremos engañando a nuestro interlocutor.
De todas formas, tiene c*jones lo suyo: para convencernos de que su defendida es Agathe y no Ännchen demodé, va y nos pone la Susanna! Es que vd. es la pera.
Que no, hombre de Dios
(nunca mejor dicho), que no. Que seguramente su defendida cantaría bien, incluso muy bien, cosas que le iban más y cuando era mucho más joven. Pero aquí enjuiciamos su Agathe y la misma, querido colega, no existe.