1. Wie schön ist die Prinzessin Salome heute Nacht!
Los que miran a la Luna nunca esperan verse reflejados en ella
De las profecías de
Edom el Memo
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Libreto:
AQUI
Nos hallamos en el palacio de
Herodes Antipas, Tetrarca de Judea, en el curso de una celebración. Han concurrido invitados de muchas regiones cercanas, e incluso de Roma. En medio de tantos y tan voluptuosos placeres, la princesa Salome se aburre, y es observada.
La frase que da comienzo a la obra es una de las que ha hecho fortuna y que todos conocen. Está cantada por el personaje de
Narraboth, joven capitán de la guardia de origen sirio que ama en secreto a Salomé. Junto con su amigo el
Paje (personaje travestido, entre mezzo y contralto) observa a la princesa, que parece especialmente pálida. Musicalmente la escena es relativamente curiosa, con esos acordes iniciales que parecen el revoloteo de unas alas, algo que no debe pasar por alto el oyente atento. Por otra parte, el personaje de Narraboth está cantando por
Brian Sullivan, un tenor lírico habitual del Met en los 50, que llegó a cantar Lohengrin con Lisa Della Casa como Elsa. Sin ser Dermota o Wunderlich, cumple con el rol, aunque a mi me parece a veces excesivamente monocorde. Tiene algo que me recuerda a Rudolf Schock.
Es el paje el primero que hace referencia a
la Luna, que es uno de los ejes sobre los que gira la obra. La Luna es a la vez proyección y espejo del que la ve. De esta forma, cada personaje que hace referencia a ella la ve de una forma distinta, proyectando su forma de ser y sus miedos en ella. Así, el Paje, temiendo lo que va a suceder, ve en ella a una mujer muerta. Narraboth, ensimismado en la princesa, no atiende a las reflexiones de su amigo, y ve en la Luna a su amada, mientras que su amigo parece tener visiones proféticas, al recriminarle que algo terrible puede pasarle si la mira así.
A las voces de los dos personajes anteriores se unen las de algunos comprimarios, que representan a los centinelas de palacio, y que charlan acerca de las curiosas costumbres de los judíos, que curiosamente están siempre representados en la obra mediante música muy rápida y desordenada, acompañando a su representación física, que es la de un turbamulta gritona y amante de las discusiones vanas.
Los propios centinelas hacen interesantes comentarios que nos permiten encuadrar la situación: la celebración del Tetrarca, su estado de ánimo, y la existencia de Jokanaan. Ésta se nos revela a través de su voz, que surge desde la cisterna en la que está encerrado, y, como el verdadero Juan el Bautista, anuncia la llegada del Reino y del hijo del Hombre, como palabras tan bellas como estas:
STIMME DES JOKANAAN
Nach mir wird Einer kommen,
der ist stärker als ich.
Ich bin nicht wert, ihm zu lösen
den Riemen an seinen Schuhn.
Wenn er kommt,
werden die verödeten
Stätten frohlocken.
Wenn er kommt,
werden die Augen der Blinden
den Tag sehn.
Wenn er kommt,
die Ohren der Tauben geöffnet.
VOZ DE JOKANAÁN
Después de mí vendrá otro,
mucho más fuerte que yo.
Yo no soy digno siquiera
de desatar las correas
de sus sandalias.
Cuando Él venga,
se regocijarán los desiertos.
Cuando Él venga,
los ojos de los ciegos
verán la luz.
Cuando Él venga,
se abrirán los oídos de los sordos.
Obsérvese el respeto que la voz de
Hotter crea desde el principio. Ninguno de nosotros se aventuraría a discutirle a este profeta. Otra de las ventajas de Hotter en esta breve intervención es su capacidad expresiva, su capacidad de liederista para “decir el texto”, a pesar de algunas nasalidades en el “strärker”. Ya pronostica aquí lo que será su gran intervención junto con Salome: seriedad, autoridad, y respeto total por el texto. El Jokanaan de Hotter no es un loco visionario, es un serio profeta.
Los soldados, mientras tanto, nos dan algunos datos acerca del propio profeta, mientras la orquesta anuncia ya el tema de Jokanaan como profeta (habrá otros), como fondo al diálogo de los soldados acerca del origen del profeta.
Súbita agitación musical que anuncia, junto con Narraboth, la llegada de la princesa Salome, hastiada de los lujos de la fiesta del profeta. Aquí empezaremos el siguiente capítulo de la guía. Como este es el primero, es el momento ideal para que propongais cambios en la estructura o forma de comentar de la misma