Anda!!!, no la he visto y soy seguidor de Python. La meto en pending list.

Tann he leído que no te gustó la sombra del perro y a mi me parecido una gran película.

SPOILERS No lean hasta que la hayan visto
ALERTA SPOILERS ALERTA

No sé comentar las películas sin meter la pata. La vi precisamente sin saber nada de ella ni de qué iba, y creo que es uno de los atractivos de la película que va serpenteando entre varios temas hasta el desenlace final. Si tuviese que elegir uno solo entre todas las cuestiones que aborda, me quedaría con que la película habla de las falsas apariencias, como la vista de la montaña, metáfora de la imagen que tenemos de los dos principales protagonistas en el inicio y cómo los diversos sucesos nos las van modificando. Es una temática que me parece muy interesante porque la vida es así y muchas veces no lo pensamos lo suficiente, pero conocemos a personas de las que nos hacemos una idea que realmente son muy diferentes. A veces lo descubrimos pero la mayoría de las ocasiones no.

Las interpretaciones son magistrales del cuarteto principal y de todos, técnicamente muy cuidada, fotografía sobresaliente y tiene un ritmo muy adecuado, que parece algo parsimonioso, pero en realidad son innumerables los diversos acontecimiento que suceden.

SPOILERS A TOPE
La película se va convirtiendo en un Thriller y al final se podría denominar "Crimen perfecto", como la famosa película de Hitchcock. Me ha parecido muy elegante cómo nos ha ido mostrando peculiaridades del carácter de los personajes y determinadas acciones, que no tenían todo el sentido por sí solas, pero que poco a poco como un puzzle en un juego fascinante puedes ir agarrando todas estas pistas y confirmar progresivamente tus sospechas.

La película está basada en un libro de un homosexual que vivió en aquel lugar en aquella época, por lo que dentro de la película hay un Brockway Mountain, pero en este caso desarrollado de forma más compleja, alternado con otras cuestiones como el alcoholismo, la violencia, la soledad y enmarcado en un lugar, Montana 1925, que estaba a un paso de un estilo de vida de lo más ancestral, acampados en el campo, cazando lo que echarse a la boca y a un paso de una vida moderna con refinados estudios universitarios y viviendas con comodidades, un conflicto entre el viejo y nuevo mundo que también es interesante, porque (un poco broma) incluso a día de hoy a veces siento que entre tanto Ipad y redes sociales que odio, la felicidad está mucho más en las cosas que nos acercan a la naturaleza, como el Golf, verdad Alex

En fin, una gran película, de las mejores de este año, aunque como no he ido mucho al cine, he visto pocas, las que han pasado ya por plataformas.

A ver. No discuto ni una coma de lo que dices sobre El Poder del Perro. Jane Campion es una gran directora y se nota; la fotografía es espectacular, una pena no ver en la gran pantalla esos increíbles paisajes neozelandeses (donde se rodó). El trabajo actoral es sólido en todos los papeles, sobre todo Benedict Cumberbatch, probablemente el mejor actor de su generación, nunca está mal y por quien empiezo a sentir casi devoción. Pero no logré conectar con la película y me resultó aburrida. Me la han puesto por las nubes, no sólo tu, sino también otros amigos cuya opinión cinéfila respeto al máximo. Asique seguro que es cosa mía.

Me apunto este film

Obra maestra absoluta de Frank Capra. Hacía muchos años que no la revisitaba y no recordaba gran parte de la trama, pero si la escena final del juicio, uno de los grandes finales de Capra y, me atrevería a decir, de la historia del cine. Película aparentemente light pero realmente cuenta con una clara intención de denuncia social, no olvidemos que está filmada en 1936 cuando los Estados Unidos no habían acabado de salir de la Gran Depresión de 1929. No deja de sorprender como la crítica al lado menos amable del capitalismo y sobre todo a la capacidad de manipulación de los medios de comunicación con sus fake news y todo, sigue vigente 85 años después.

Me falta la tercera, qué cine más maravilloso.

La crítica con la que coincido más se la escuche a Amón o alguno de su pandilla que dijo: "...no es Centauros del Desierto.".
Pues eso.

Pasable y entretenida cinta de acción, espionaje e intriga en la que un diplomático alcohólico (John Hamm) es reclutado para negociar el intercambio de un importante miembro de la embajada USA en Beirut por el hermano terrorista de un líder de la OLP, que se supone está en manos de Israel. Intereses políticos y militares se entremezclan y dificultan la operación, en la que nuestro héroe es ayudado por una agente de la CIA (la guapa y gran actriz Rosamund Pike).

En una regresión involuntaria (?) a la adolescencia he vuelto a este "peplum" de 1961, en el que Maciste se dispone a acabar con el último descendiente del cíclope engañado por Ulises en su día, ya que una malvada (y guapísima reina, interpretada por Chelo Alonso) se propone matar al también último de vástago del astuto rey griego. Todo muy dislocado y abstruso, pero entretenido. Mitchell Gordon, el forzudo peor actor del mundo, encabeza un elenco en el que figura Raffaella Ramponi, quien luego sería una tal Raffaella Carrà... cosas de la vida.

Quizás no sea la mejor película de Sorrentino, pero si es la más personal. Preciosa autobiografía fabulada en la que se realidad e imaginación de mezclan con fluidez. La llegada de Maradona a Italia sirve como hilo de conductor de la trama, pero es algo siempre secundario; emotivo homenaje a Nápoles y al cine, personificado en Fellini; es estilo narrativo es una mezcla de lenguaje felliniano y costumbrismo ochentero italiano. Me gustó.

Poderoso caballero es Don Dinero y, en estos tiempos que corren, aún más. Este bodrio de acción es un verdadero disparate de principio a fin, trufado de tópicos sin cuento y escenas de acción a porrillo, a cual más increíble; un bodrio que debería mancillar los nombres de dos actore tan prestigiosos, reconocidos y galardonados como Sir Ben Kingsley y Antonio Banderas, uno de asesino mafioso y otro de émulo de Bruce Willis. Pero más disparatado todavía que haya público dispuesto a tragarse estos subproductos infames.

Me invitaron a "Moonfall" o la caída de la Luna en la Tierra, última de Roland Emmerich; dos horas muerta de la risa a causa de tanta barbaridad acientífica, en especial qué es la Luna, qué contiene y cuál es su procedencia, a la vez que su finalidad.
Las barbaridades terráqueas no se quedaron atrás: si se quiere detener la caída de la Luna sobre la Tierra, disparen misiles nucleares al satélite. En fin, efectos especiales típicos de este director y una estupidez tras otra.
Verdaderamente, no esperaba tanta.

Es increíble que este pavo haya tenido los bemoles de meterse con las pelis de Marvel, dado su curriculum...

El microcosmos de esta película es una babel turbulenta donde franceses, hispanos, italianos, norteamericanos y alemanes se toleran con dificultad, atrapados en un pueblucho marginado llamado Las Piedras, del que no pueden escapar: no hay trabajo, no hay dinero, hay deudas con la justicia en otro sitio. Están allí por conveniencia, adormilados por el calor, atontados por el paludismo, tambaleantes por el licor. Cucarachas, moscas, vendedores ambulantes, mujeres de ojos tristes, niños solicitando una limosna: amarga, intensa y precisa es la descripción que Clouzot hace de este lugar de paso, y gracias a ella tenemos claro de dónde vienen los protagonistas, ya sabemos porque quieren irse, ya podemos anticipar que les va a ocurrir. Por aquí se posaron los ojos de Sam Peckinpah para hacer su Pandilla Salvaje (The Wild Bunch, 1969), no hay duda. El tono de ambas películas es igual: cínico, desolador, sin esperanza.

Lo que encontramos aquí es una dura historia sobre la prueba que cuatro hombres deben sortear para -antes que probar su valentía- liberarse del peso de sus culpas. A manera de un purgatorio colectivo en el que al final quizás les espere la esquiva redención, cuatro extranjeros son seleccionados por una compañía petrolera norteamericana -la Southern Oil Company- para transportar dos camiones repletos de nitroglicerina por los polvorientos e irregulares caminos del lugar hasta un campamento petrolero en llamas, a trescientas millas del poblado. Antes que recibir un salario por arriesgar su vida, ese dinero que se les ofrece es ante todo una salida, un pasaporte a un futuro acaso mejor. Mario (Yves Montand), Jo -un ganster francés- (interpretado por el gran actor Charles Vanel), el albañil italiano Luigi (Folco Lullí) y Bimba, un piloto alemán (Peter Van Eyck) ya están condenados en vida y para ellos morir es tan sólo -aparentemente- un asunto de tiempo. Dios los ha olvidado, ya no le temen.

Clouzot no puede evitar reflejar en El salario del miedo lo que pensaba y profesaba. En los instantes iniciales de la cinta, fuertes ataques misóginos se concentran en el papel de Linda -interpretado por su esposa, la brasileña Vera Clouzot- que se arrastra sumisa y sensual por el piso para besar las manos de Mario, la mismas manos que más tarde la golpearán, en una actitud machista que ella misma parece haber promovido. De igual manera el director abre la puerta al homosexualismo latente que reflejan los demás compañeros de viaje, pero su aproximación al tema fue lo suficientemente cauta como para no llamar la atención de la censura con ese tipo de abordaje.

Pero donde si es radical la posición del director es en el tono de denuncia de los abusos de la explotación norteamericana del campo petrolero local, que mantiene sumida en la pobreza a la región, mientras obtiene pingües ganancias. Cuando la cinta fue presentada en Estados Unidos en febrero de 1955 estos segmentos -junto a otros también aparentemente polémicos- fueron censurados y cortados, por considerarlos antinorteamericanos, en una época en la que la sensibilidad sobre el tema estaba a flor de piel. En total se excluyeron cuarenta y tres minutos de cinta -el veinte por ciento del filme- una verdadera muestra de la intolerancia, prejuicios y temores con los que se vivía en ese instante, con el rojo fantasma del comunismo a la espalda. Además el final fue alterado, pues una historia sin final feliz, al parecer, no era aceptable para el público de ese país, que acompañó masivamente con su presencia a la película. Pero el éxito económico, no compensa el fracaso estético que implica alterar el final de una cinta, simplemente por pensar que el espectador europeo y el norteamericano son diferentes. El mensaje de El salario del miedo queda trunco sin su final original, convirtiéndose entonces en una narración convencional y plana.

Muy buen y acertado análisis de una obra maestra como EL salario del miedo, cine con mayúsculas. Todo el reparto está a gran altura, pero lo de Charles Vanel es la pera.

La acabo de ver en YouTube, doblada al castellano, pero su final no tiene nada de feliz, al menos esta versión:
https://www.youtube.com/watch?v=4t65yylmxe4