Esos 340,000 soldados tuvieron cero influencia decisiva en los acontecimientos posteriores.

En la invasión de Inglaterra, el problema no era el ejército de tierra británico, que se habría visto derrotado irremisiblemente en 1940, y hubiera tenido que recurrir a acciones de guerrilla para seguir ofreciendo resistencia, sino dominar el aire y el cruce marítimo del canal, algo que Alemania fue incapaz de hacer. Y en lo que los soldados de Dunquerque no tenían la menor importancia.

Por otra parte, las grandes batallas terrestres tuvieron lugar en Rusia, donde tampoco participó el ejército británico. Y, por supuesto, una vez que USA entró en la guerra, la derrota de Alemania era ya sólo cuestión de tiempo. Aunque desde Diciembre de 1941 no hubiera participado un solo soldado de Dunquerque en los combates, el resultado de la guerra habría sido exactamente el mismo.

La película está bien, eso sí.

Totalmente de acuerdo en el análisis que Monsieur le Marquis hace del acontecimiento histórico (especialmente en lo referido a la URSS y EE.UU). Aunque comparto con Abdallo la perplejidad de la decisión tomada por Hitler, que sólo se explica en el contexto del deseo que éste tenía de lograr una alianza con los británicos y en la esperanza de conseguirlo que aún debía mantener en mayo-junio de 1940 (cosa que, finalmente y como todo el mundo sabe, no consiguió, pues si algo tienen los británicos es que son muy suyos).

Hombre, me parece una estupidez, Delaforce, aunque solo sea por el hecho de que muchos, muchísimos de esos 340.000 soldados siguieran combatiendo el III Reich desde África hasta Normandía.

Tal vez lo sea, desde luego en el tema de soltar estupideces en el Foro, reconozco su absoluto magisterio.

Pero a mí me parece un lugar común, que no resiste el menor análisis. De hecho, ni siquiera resiste el somero análisis que expongo ut supra.

Perdone si le he ofendido, no era mi intención; lo que digo es que esos 340.000 siguieron luchando contra el Reich; y es una cantidad lo suficientemente importante para que tuviera algo de peso en el desarrollo de la misma.

Y permítame que le rectifique, las primeras batallas importantes tuvieron lugar en África, concretamente en El Alamein; y fueron soldados británicos. Que Hitler no tuviera acceso al petróleo fue esencial. Y eso es lo que Churchill quiso decir cuando señaló que Äfrica había sido "el fin del principio".

Hombre, fueron las primeras batallas importantes precisamente porque en ese momento (1940) eran las únicas dado que estratégicamente, África era el único lugar en que Reino Unido --anulada Francia-- podia luchar más o menos eficazmente contra los alemanes (además de en el Mediterráneo). Pero la guerra terrestre en el Norte de África no puede compararse, ni por asomo, con lo que ocurrió en el Frente Oriental y luego, desde la intervención de EE.UU, en el Occidental tras el Día D. Ergo esas tropas aliadas supérstites en Dunkerke tuvieron su importancia --de eso no cabe duda--, pero no fue tan decisiva como usted señala. Por lo demás, el petróleo que le interesaba a Hitler estaba, más bien, al sudoeste de la Unión Soviética (Bakú, etc.).

No estoy de acuerdo. Si Reino Unido no hubiera resistido como lo hizo, solo, desde la derrota de Dunquerque hasta la entrada de USA en la guerra a finales de 1941, Hitler se habría hecho con Europa y el Norte de África y con las manos libres para atacar a placer a la Unión Soviética sin más frentes que defender. Por tanto, eso de que los primeros años de guerra no tuvieron importancia (Batalla de Inglaterra incluida) es un error histórico total.

Hombre, de hecho es que Hitler se hizo con Europa y el Norte de África, donde los alemanes sólo empezaron a retroceder de verdad a partir de 1942-1944, precisamente después de que interviniera EE.UU en la guerra. Hasta entonces Reino Unido había sido, más bien, una mosquilla cojonera pero no tenía nada que hacer contra el todopoderoso ejército alemán... Lo cual, por otro lado, no le quita mérito a su valerosa resistencia solitaria, y a la importancia que tuvo la Batalla de Inglaterra para demostrarle a los nazis que no eran invencibles...

De mosca cojonera, nada de nada. Los británicos plantaron cara al III Reich desde junio de 1940 hasta Diciembre de 1941, completamente solos, impidiendo la hegemonía del enemigo tanto en el Norte de África como en los aires, tras su indiscutible y crucial victoria en la Batalla de Inglaterra, donde la Luftwäfe salió trasquilada. Por mar, asimismo, impidieron cualquier posibilidad de invasión de las islas y protegieron los suministros a estas desde la travesía del Atlántico Norte, además de causarles significativas derrotas como la del acorzado Bismarck. Le sugiero que lea "Her finest hour" de las memorias de Sir Winston.

He leído las memorias de Churchill sobre las dos guerras mundiales y, hombre, muy objetivas no son (como suele ocurrir casi siempre, por otra parte, con todo tipo de memorias)... Es como leer el De Bello Gallico, de Julio César, para conocer la verdadera historia de la conquista de la Galia en el siglo I a.C... Pero el trabajo al que se refiere usted es This was their finest hour, o Their finest hour..., y, si no me equivoco (hablo de memoria ahora mismo), se trata de un discurso que Churchill leyó en la Cámara de los Comunes...

Tan propagandístico y triunfalista fue lo que dijo el premier británico en ese texto --era lo que tocaba, por otro lado--, que llegó a hablar de la "heroic resistance" del ejército francés, cuando es bien sabido que éste se hundió colapsado, sorprendiendo a todo el mundo (empezando por los propios alemanes). Lea usted el trabajo que el maestro francés de historiadores Marc Bloch --uno de los más importantes representantes de la École d'Annales-- dedicó a la debacle francesa en su La extraña derrota, de 1940. ¿Qué iba a decir Churchill --tanto de franceses, como de los propios ingleses--, dada la delicada situación en que se hallaba Gran Bretaña en esos críticos momentos, que el propio Churchill bautizó como the Darkest hour...?

Es, precisamente, lo que he dicho yo antes... Por otro lado, no hay que olvidar que todo eso se hizo, en buena medida, gracias al apoyo militar y económico norteamericano (que llegaba, aunque los yankis decían que no lo enviaban)...

Pero vamos: que no es mi intención quitar mérito a lo que hicieron los británicos al principio de la guerra y, sobre todo, a Churchill, sin cuya determinación para resistir a los nazis seguramente Hitler habría terminado alcanzando sus objetivos (al menos a corto plazo, pues los norteamericanos habrían terminado entrando en la guerra tarde o temprano). Sólo pretendía señalar, como hizo Delaforce, que los verdaderos responsables de la victoria fueron los norteamericanos y, sobre todo --si hablamos de grandes batallas terrestres-- los soviéticos...

Siguiendo con dramas históricos, fui anoche a ver "El último Virrey de la India". Película bastante dura que narra, desde una perspectiva india, uno de los hechos más sangrientos y dramáticos del siglo XX, el abandono británico del Hindostán y su partición en dos estados: India y Pakistán. Muy poco complaciente con los británicos, aun tratándose de una co-producción indo-británica. Se notan tanto los guiños bollywoodienses como que por lado Europeo produce la BBC.

Una película fascinante para cualquiera que tenga un mínimo interés sobre el tema. El reparto me pareció magnífico: Hugh Bonneville y Gillian Anderson están muy convincentes como Lord y Lady Mountbatten, pero me quedo con un gran Michael Gambon interpretando a un inquietante Lord Ismay. Los actores indios también convincentes, especialmente los que recrean personajes históricos claves como son Nehru, Gandhi y Jinnah. Rodada en la India, la ambientación es espectacular. La fotografía sobria pero logra transmitir la duplicidad entre la grandiosidad de la zona noble del palacio del Virrey y la humildad de la vida de "los de abajo", aun siendo estos unos privilegiados en la India de 1947. Recomendable, sin duda.

Típico producto de entretenimiento a base de acción, tiros, explosiones y conspiraciones de ida y vuelta. Un solitario y retirado sargento, francotirador de élite, es convencido por una supuesta agencia estatal para que intente prevenir el asesinato del presidente USA a realizar desde una larga distancia, algo que muy pocos, incluido él mismo, son capaces de hacer. Se deja ver, si no les importa tanta sangre.

Dunkerque roza la consideración de obra maestra.
Señores, esto es cine de ficción, no cinema-verité ni un documental del Canal Historia. Dejemos algunas exigencias al margen, que parecen más discusiones entre Beevor y Max Hastings.