Y de porteros exóticos o africanos , muy dados al espectáculo, el RCD Español, tuvo un par bastante buenos : N’ Kono y años más tarde, Kameni. Ambos, cameruneses

¿Han hablado ya de el mejor portero de todos los tiempos, un santo nacido en Alcorcón y que le da sopas con honda a todos los porteros del mundo mundial?

De N´Kono guardo un recuerdo imborrable de un partido suyo en el Bernabéu en 1983. El resultado final fue empate 2-2 y sólo Juanito, el segundo de penalty, consiguió batirle en una jornada en la que dicha tarea parecía imposible. En ese partido N´Kono hizo paradas con todas las partes del cuerpo, con el pecho, con los pies, con la cara, con el codo, con el culo… en fin… algo increíble y desesperante. Recuerdo en concreto un centro lateral muy abierto, perdiendo el Madrid 2-1, en el que N`Kono, arriesgándolo todo, logró cazar el "Adidas Tango" con una sola mano (igual que si fuera un tentáculo con ventosas) mientras un par de delanteros prestos al remate se quedaban mirándole con la boca abierta. Fue algo enmudecedor; la pelota se le quedó adherida al guante como si estuviera embadurnada con resina y todavía en el aire se la embolsó contra el pecho, luego cayó al suelo, rodó como una croqueta un par de veces, se levantó e inició un contrataque fulgurante con un milimétrico saque con la mano que llegó casi hasta el centro del campo. Tras esa acción extraterrestre, y después de unas cuantas del mismo jaez, a muchos nos entraron ya ganas de marcharnos del estadio porque estaba claro que, aunque faltaba casi toda la segunda parte, esa tarde no había nada que hacer…

Inolvidable N’Kono… En Madrid, cerca de la Calle Arenal, hay una tienda de deportes especializada en vestuario "vintage" en la que se vende, entre otras, una réplica exacta del jersey gris y negro que N`Kono usaba habitualmente en el Español.
https://www.youtube.com/watch?v=tgsdBOwgpWw

Sam Bartram y el "intruso" Jack Kelsey

El 25 de septiembre de 1937 Sam Bartram contraía matrimonio religioso con la señorita Miss Helen Richards en la Lady Grace Church de Charlton, un barrio del municipio de Greenwich cercano a Londres. Recién finalizada la ceremonia, Bartram, se subió a un auto que le acercó hasta The Valley Stadium y, tras descender con absoluta normalidad al vestuario, se despojó de las galas nupciales para enfundarse el jersey de portero y saltar a la hierba al frente de sus compañeros del Charlton Athletic, derrotando al Middelsbrough por 1-0 en partido de liga. Podría parecer que con este gesto la lealtad de Sam Bartram con su club había superado todas las pruebas de fuego imaginables, pero tres meses después, el día de Navidad de ese mismo año y en un partido contra el Chelsea disputado en Stamford Bridge, la fiabilidad de Bartram en su puesto iba a ser elevada a otro nivel. Ese día la niebla alcanzó tal espesor que, tras varias pausas y reanudaciones, el árbitro decretó la suspensión definitiva del “match” en el instante en que el juego se desarrollaba cerca de las inmediaciones del area del Chelsea. Todos los futbolistas abandonaron el campo en compañía del trío arbitral y lo mismo hizo el público que dejó vacías las gradas del estadio… Pero perdón… todos los futbolistas no... Todos menos uno, Sam Bartram, el portero del Charlton Athletic que, ignorante de la suspensión, permanecía en solitario defendiendo el marco de su equipo sin advertir que no había nadie más en el campo. A los 15 minutos de la decisión arbitral un empleado del Chelsea que inspeccionaba el estado del terreno de juego detectó la difuminada presencia de Bartram bajo los palos de su meta y le informó del curso de los acontecimientos. Fue entonces, y solo entonces, cuando Bartram inició su lenta retirada del césped mientras acertaba a pronunciar una única frase con sentido: “Ya me extrañaba a mi que estuviésemos dominando tanto…”

Esta historia es muy famosa y facilísima de consultar; sin embargo es poco conocida fuera del Reino Unido e ignorada por las nuevas generaciones. La niebla de la noticia se extiende también a la documentación gráfica sobre la misma ya que la fotografía que suele acompañar a esta anécdota es inadecuada y el portero que aparece en ella no es Sam Bartram si no el guardameta del Arsenal Jack Kelsey durante la disputa de un partido igualmente brumoso celebrado en Highbury entre los “gunners” y el Aston Villa en 1954.

Sam Bartram permaneció en la portería de los “Addicks” del Charlton Athetic durante 22 años obteniendo la FA CUP de 1947 tras derrotar en la final de Wembley al Burnley por 1-0 con un solitario tanto conseguido en la prórroga por el extremo izquierdo escocés Chris Duffy. El Charlton Athletic fue su único equipo, y de Bartram se llegó a decir que había sido el mejor de todos los porteros que jamás consiguieron vestir el uniforme de la selección inglesa.

Miguel Ángel (18 temporadas) y García Remón (14) ejemplarizaron un modelo de convivencia entre porteros de calidad durante 15 años de vida deportiva en común. Porteros acrobáticos e inverosímiles, parapenaltys consumados que frenaron lanzamientos supremos a lanzadores como Leivinha, Dirceu o Quini, y prototipos de trabajo discreto y constante, con mínimo ruido mediático a su alrededor y aceptando sin rechistar los dolorosos periodos de suplencia que cada uno de ellos tuvo que soportar en los momentos de apogeo del otro. Las lesiones, gravísimas, del primero determinaban la actividad del segundo y viceversa… y cuando decidieron retirarse lo hicieron con elegancia y pulcritud. A ninguno de ellos se le ocurrió estimular o promocionar autobombo alguno insinuando lo maravillosísimos que eran tras una profusa lista de servicios impecables y varios meniscos, ligamentos, tibias y peronés fracturados. Todavía me pregunto a que espera el Real Madrid para organizarles un homenaje por todo lo alto a estos dos excelentes porteros y más ahora que el pobre Miguel Ángel, a sus 75 años, acaba de anunciar que padece la terrible enfermedad de la ELA. Miguel Ángel y Mariano recogieron sus bártulos y se marcharon en silencio, … como llegaron. Impermeables a la prensa rosa, los periodistas especializados no se rebajaron a atribuirles la condición de “santos” pero si, y a mucha honra, la de “gatos”… con bigotes…y con botas

https://www.lagalerna.com/guardarredes- ... cia-remon/
https://www.lagalerna.com/guardarredes- ... uel-angel/

Efectivamente. Dos grandes porteros y que coincidieron muchos años. Yo también me quedé impresionado, a mis 8 años, con aquella palomita de Miguel Ángel en Argentina 78.

... Si señor... Esa parada de Miguel Ángel ha sido el no va más. Yo no recuerdo nada parecido. Horizontalidad absoluta, blocaje imposible y aterrizaje memorable... con los antebrazos... Y luego, como un relámpago de nuevo en pie... La ponemos en este enlace para los más jóvenes, por si no la conocen...
https://www.youtube.com/watch?v=6m1SITEvToY
Por cierto que en esa potente selección de Austria que derrotó a España en dicho partido jugaba un portero como la copa de un pino... Friedrich Koncilia, que paró en el Wacker Insbruck, en el Anderlecht y en el Austria Viena y que muy probablemente haya sido el mejor guardameta austriaco de todos los tiempos junto a los prehistóricos y maravillosos Rudi Hiden y Walter Zeman...
Hiden, Zeman y Koncilia

Cuando Manolo Sarabia practicaba en los entrenamientos situaciones de uno contra uno frente a Iribar, el más refinado de los delanteros vizcaínos experimentaba un raro fenómeno psicofísico: “La portería sencillamente desaparecía”, declaraba -asombrado ante sus fieles- la “Pantera Rosa”. La dificultad no estribaba tan sólo en desbordar a Iribar, papeleta ya de por si espinosa, sino que además “El Chopo” operaba como una especie de inhibidor de frecuencias que deconstruía la capacidad del delantero para gestionar con éxito el dominio de sus propias coordenadas. Todo se llenaba de portero, el atacante solo veía a la masa oscura de Iribar precipitándose sobre él y la referencia de los tres palos se esfumaba como por ensalmo. Ante la avalancha, Sarabia (y muchos otros) no discernía claramente cual era su ubicación real en el campo ni hacia donde dirigir el disparo, porque Iribar, con su presencia física y su leyenda a cuestas, literalmente la distorsionaba dentro de su espacio visual y mental...

Arconada, sin embargo, al señalizar el perímetro de su feudo, empleaba procedimientos menos sutiles. La primera medida de su plan consistía en imponer entre sus propios zagueros un despiadado régimen de obediencia absoluta que nadie, ni siquiera el veterano y temperamental Cortabarría, se atrevía a cuestionar. La segunda etapa, mucho más espectacular, consistía en colocar su rodilla o sus tacos lo más cerca posible de la cara del delantero estrella del equipo contrario en alguna de sus huracanadas salidas por alto o a ras de suelo. Una vez consolidada “de facto” la tensión general en el ambiente y fijada una férrea zona de exclusión aérea y terrestre que barría todo el tráfico circulante a su alrededor, Arconada tenía ya en los primeros minutos del partido -sino antes- una buena parte de la faena resuelta.

¿Respeto? ¿Miedo…? ¿Ambas cosas? El resumen de todo lo anterior se traduce en un sólo concepto, vital para la salvaguardia de un jugador tan vulnerable y solitario como el portero: Intimidación… Desde que Arconada se retiró he tratado de hallar porteros que vistiesen tan notable atributo y el resultado de la búsqueda ha sido escueto. Solo un cancerbero ha conseguido acogotar tanto a sus compañeros y rivales desde entonces; el feroz guardián del Bayern Munchen y de la Selección Alemana… Oliver Kahn, a cuyo lado el resto de sus colegas parecían porteros de fútbol-sala… Y es que - sacando de contexto una ingeniosa frase del mítico entrenador británico Brian Clough - en comparación con Oliver Kahn todos los guardametas de los últimos 30 años me han dado siempre la sensación de ser “meros transeúntes”…

https://www.youtube.com/watch?v=_AABY3hPguI

Reina: "L'ora funesta..."

Miguel Reina, solía vestir un jersey verde de grueso paño que le reforzaba adicionalmente el michelín, pero bajo su fornido aspecto se escondía un portero de reacciones eléctricas, costumbres relajadas y concentración dispersa. Un antiguo amigo, socio del Atlético de Madrid, me confesó haber vivido una lenta agonía dominical mientras contemplaba, con el partido empatado, a Reina y a Luiz Pereira pasarse temerariamente el balón entre ellos dentro de su propia área y ante la inquietante vigilancia de Morete, el letal delantero centro argentino de la Unión Deportiva Las Palmas. De Reina podía decirse que su mano derecha no sabía lo que hacía su mano izquierda, lo cual en un portero de fútbol fomenta, cuanto menos, la desconfianza y, aunque se le deben también míticas “performances, sus detractores todavía se mondan de risa recordando el autogol que se hizo contra la Selección de Holanda en 1972 y su “remake” en el derby madrileño de la temporada siguiente. Reina, más famoso por los pocos goles absurdos que le colaron que por los muchos increíbles que evitó, fue injustamente crucificado en la final de la Copa de Europa de 1974 contra el Bayern. Sin ningún argumento contrastado que fuese más allá del folklore victimista y del recochineo enemigo, se extendió un sambenito que, cual bola de nieve rodante, se hizo cada vez más grande convirtiendo a Reina en el objeto involuntario de una burla tan cutre y tan pueril como los chistes que, con insufrible persistencia y sin ningún éxito, suele contar su hijo.

La realidad es que aquel ponzoñoso derechazo “in extremis “ de Schwarzenbeck fue perfecto y bien colocado, pero la leyenda negra acosa sin tregua al portero cordobés y , desde entonces, suena a su alrededor de forma constante,… como un cascabel atado al cuello de un gato...

https://colgadosporelfutbol.com/como-pe ... da-urbana/

El primer portero profesional goleador del que se tiene noticia fue el arquero argentino del Chacarita Juniors, Eduardo “La Pibona” Alterio, que en 1931 convirtió con éxito un penalty sancionado a favor de su equipo en partido de liga disputado contra el Tigre. Su víctima fue Lorenzo Savaro que de esa manera se convirtió también en el primer portero batido por un colega. En España, sin embargo, el acontecimiento tardó algún tiempo más en producirse…

http://www.chacaritadigital.com/2016/11 ... l-primero/

En la Temporada de 2ª división 1972-73 y ante la buena marcha del equipo en el inicio de la campaña, el entrenador José María Maguregui retó a los jugadores a que no se afeitaran el mostacho hasta que perdieran un partido. La secuencia favorable duró 11 semanas y así fue como surgió el mítico Racing “de los bigotes” que consiguió el ascenso a 1ª al lograr el tercer puesto en la tabla clasificatoria con 4 puntos de ventaja sobre el Sevilla. Pues bien, el portero de aquel Racing de leyenda fue el bilbaíno Juan José Santamaría que en 1976, durante un partido contra el Atlético de Madrid en los Campos de Sport de El Sardinero, se convirtió en el primer guardameta de la historia de la Liga que -batiendo a Reina- consiguió anotar un gol de penalty en ausencia del lanzador habitual, curiosamente el ex-atlético Armando Ufarte. Santamaría, portero aficionado también a jugar con los pies y a emprender inciertas aventuras lejos de su área, fue otro de los damnificados por el infinito califato de Iribar en el Athletic, club del que tuvo que salir para ganarse los garbanzos en el Racing. Tras 5 temporadas en el club montañés recaló en el Cádiz, donde su figura se fue empequeñeciendo paulatinamente para acabar cerrando su carrera -muy cerca de su Bilbao natal- defendiendo los apeñarolados colores del Baracaldo en el Viejo estadio de Laserrase.

https://www.racinguismo.com/2020/11/el- ... gotes.html
https://as.com/futbol/2011/02/23/mas_fu ... 50215.html

Eduardo "La Pibona" Alterio en sus quehaceres habituales.

Felipe Castañeda, posiblemente el portero más supersticioso de todos los tiempos junto a su ilustre compatriota Carbajal, defendió las vallas del Club Deportivo Marte y del Club Veracruz de México desde 1942 hasta 1951. Entre sus múltiples manías destacaba una que sobresalía sobre todas y que consistía en escupir sobre el balón cada vez que lo tenía entre sus manos. Tan porcinas maniobras le valieron un apelativo por el que fue conocido de por vida… “La Marrana” Castañeda… “La Marrana” era también, además de maniático, un fervoroso devoto de vírgenes y santos de diversa nomenclatura lo que le movía a invocar a las instancias sagradas en esos momentos en los que el peligro se aproximaba a las inmediaciones de su portería. Por eso no era extraño oírle gritar a sus rivales todo tipo de sortilegios santeros y así, cada vez que un delantero se aprestaba al disparo, “ La Marrana” le conjuraba con fanáticas maldiciones como “¡¡¡ Atájala San Blas!!” o “¡¡¡Ciégale Santa Lucía !!!

Se cuenta la anécdota de que en cierta ocasión “La Marrana” Castañeda decidió encomendarse de llenó a San Blas ante un remate letal renunciando a todo esfuerzo propio y cerrando los ojos en el momento del disparo. La pelota lógicamente acabó en la red y uno de sus defensores, el peruano Rufino Lecca, escandalizado ante tamaña negligencia, recogió el balón del fondo de las mallas e increpó a su portero gritándole : "¡Atájala San Blas no… Atájela usted, hijo de puta, que es el que cobra!"

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PD. No he podido encontrar ninguna imagen fidedigna de "La Marrana" Castañeda. Circula por ahí una fotografía confusa que en realidad corresponde a otro portero mexicano, en concreto a Gabino Pérez, antiguo guardameta de los Gallos Blancos de Querétaro

Yashin, Rudakov y Dassaev: Más largos que un día sin pan.

Cuando Lev Yashin disputó frente a Grecia el último partido con su selección en Julio de 1967, los aficionados soviéticos debieron sentirse como ante un salto en el vacío ya que la columna sobre la que se apoyaba el potente combinado de esos años desaparecía dejando paso a un nuboso clima de incertidumbre. Entre 1960 y 1966 la URSS había sido campeona y subcampeona de Europa y alcanzado su mejor clasificación en el Copa del mundo con un 4ª puesto en la fase final de Inglaterra 66. Yashin, aficionado al vodka y al buen tabaco y para muchos el mejor portero de la historia, fue la piedra angular de aquel éxito. En el enlace adjunto se ofrece un autentico tutorial del oficio en donde se demuestra que el casi imbatible portero dominaba perfectamente todas y cada una de las suertes de la profesión

https://www.youtube.com/watch?v=R3SBJPGKibE

Lo que no imaginaban los seguidores de la época era que tras los 189 centímetros de altura del gran Yashin, se agazapaban los 190 (algunas fuentes dicen que 205) del gigantesco Evgeny Rudakov, poderosísimo guardameta del Dynamo de Kiev y digno sucesor de “la araña negra” en la portería soviética. Yashin, Rudakov, Trauttmann e Iribar han sido probablemente los porteros históricos que, superando la barrera psicológica del 1,85, mejor han sabido equilibrar los componentes de altura y agilidad, a menudo tan incompatibles para la adecuada investidura en este singular cometido. Las sobrias imágenes de estos dos extraordinarios porteros soviéticos cubriendo el arco siguen resultando impresionantes por su tamaño y su solvencia. Con Rudakov en el marco, la URSS escaló nuevamente hasta el subcampeonato de Europa en 1972 cayendo en la final ante la gran selección alemana de Beckenbauer y el “Torpedo” Müller. Curiosamente en el previo mundial de México 70 el portero titular fue el georgiano Anzor Kavazashvili defensor por esa época del marco en el Torpedo de Moscú y que lucía en su uniforme el dorsal número 2. En dicho certamen Rudakov no fue ni convocado y Yashin, con 40 años fue el tercer portero del equipo rojo que sucumbió en cuartos de final por 1-0 ante Uruguay.

https://www.youtube.com/watch?v=eSzBdi1-StE

En los años 80 la Unión Soviética reincidió con el tema de los porteros altos y la responsabilidad en el arco recayó sobre las espaldas de Rinat Dassaev que fue uno de los mejores de su época y que igualaba el 1’89 m de Yashine… Con Dassaev en la porteria, la URSS volvió a ascender en el escalafón y logró alcanzar el Subcampeonato en la Eurocopa de 1988, cayendo en la final ante Holanda, con un prodigioso gol de Marco van Basten...

Bert Williams Alex Scott

El Wolverhampton Wanderers, fue club pionero en la creación de la Copa de Europa a mediados de los años 50 del pasado siglo, cuando los “Wolves” dominaban el campeonato inglés y se autoproclamaban como “mejor equipo del mundo” tras derrotar en un amistoso al invencible Honved de Budapest de Puskas, Bozsik, Kocsis y Czibor en partido germinal de lo que luego sería la mayor competición de clubes del continente. Su maravilloso y asimétrico estadio del Molineux, con la estauta en bronce de Billy Wright a sus puertas y de cuya arquitectura original no queda apenas nada, es una de las catedrales del futbol británico, aunque actualmente en la plantilla de los “Lobos” tan solo juegan ya 4 futbolistas ingleses.

El portero más famoso del Wolverhampton Wanderers fue Bert Williams, célebre igualmente en España por ser el guardameta de la selección inglesa al que Zarra hizo su legendario gol en el mundial de Brasil 50… El Wolverhampton fue también la casa de otros porteros de renombre, muy antiguos… como Alex Scott o Malcom Finlayson… Nombres de otra época… apellidos de porteros a la vieja usanza… de esos que usaban mano desnuda, gorra de visera y jersey “de los que picaban…”

Malcom Finlayson

Américo Tesorieri, portero del Boca Juniors y de la selección argentina, es el único guardameta del que se tiene noticia de haber sido izado en hombros al terminar el partido… ¡¡¡ por los jugadores del equipo contrario !!!..., en este caso los de la potente selección uruguaya de Scarone, Petrone y Cea, incapaces de batirle durante el último encuentro del campeonato Sudamericano de 1924. El enfrentamiento celebrado en el estadio Gran Parque Central de Montevideo se cerró con el resultado de 0-0, aunque el codiciado título terminó en manos de los uruguayos por un punto de ventaja. La historia completa de esta heroica anécdota viene narrada de maravilla en los artículos del “El Gráfico” que se adjuntan en los siguientes enlaces y que incluyen bellas fotografías del partido en cuestión.

https://www.elgrafico.com.ar/articulo/1 ... -tesorieri
https://www.elgrafico.com.ar/articulo/1 ... -rivalidad

Se da la circunstancia también de que Tesorieri es, que yo sepa, el único portero que ha dado nombre a dos clubes de futbol profesional…en concreto el Club Atlético Américo Tesorieri de la Ciudad de la Rioja y el Club Deportivo Américo Tesorieri de Catamarca, ambos argentinos, por supuesto.

Mazurkiewicz “El mejor portero del mundo” y su modesto verdugo Izcoa…”Todo es posible en Granada”
Ladislao Mazurkiewicz fue protagonista involuntario de una extraña historia. Uno de los mejores porteros del mundo en su tiempo, máximo representante de su oficio en el Uruguay y multicampeón de todo con aquel Peñarol de Montevideo de la insuperable delantera formada por Abadie, Rocha, Sasia, Spencer y Joya. Con la vitola de “sucesor de Yashin” adjudicada ”urbi et orbe” por este último tras las grandes actuaciones de Mazurkiewicz en el Mundial de México 70 (donde fue declarado mejor guardameta del torneo), el gran portero charrúa fichó inexplicablemente en 1974 por el Granada, donde a lo largo un par de años tan solo disputó dos partidos y calentó banquillo a dos nalgas bajo la sombra del vasco Izcoa, que no se dejó arrebatar la titularidad por mucho cartel que tuviera el flamante fichaje sudamericano. Mazurkiewicz fue, junto a Ivo Viktor y Gordon Banks el portero al que “O Rei” Pelé hizo su tercer “antigol” en el mundial azteca -con aquel amago y rodeo hacia la izquierda con el cuerpo- que acabó lanzando fuera por centímetros. En otro incidente regio, el “Chiquito” Mazurkiewicz osó también transgredir el hermético protocolo de la Casa de Windsor al extenderle la mano a Isabel II de Inglaterra en el partido inaugural del Mundial 66, en lugar de hacer la reverencia pertinente y absteniéndose de todo contacto físico. Por si fuera poco, al plantarse frente al Duque de Edimburgo , tras presentarle sus respetos no se le ocurrió otra cosa que decirle “Vos si que estás pintado”, expresión latinoamericana que según he podido averiguar significa algo así como “A ti si que no te hace caso nadie”.

https://www.youtube.com/watch?v=IqnbG9rGM-4
https://www.youtube.com/watch?v=ubLfiQh3DaE