Zaldua, Van der Zwaard y Carmelo... Artífices de lo imposible...Cuando durante la semifinal de Copa de 1955 Carmelo, portero del Athletic, le detuvo por primera vez un penalty a Ladislao Kubala en el antiguo campo de Las Corts, la noticia atravesó la geografía nacional como un reguero de pólvora, y es que tan inaudito acontecimiento era la demostración palpable y fehaciente de que todo… absolutamente todo era posible sobre la faz de la tierra.
21 años después , el 1 de febrero de 1976 -en el minuto 26 de la primera parte- José Antonio Zaldúa, portero circunstancial del Athletic, neutralizó otro penalty, esta vez en el Nou Camp, al barcelonista Johann Neeskens, famoso -entre otras virtudes- por sus tobilleras blancas y por imprimir en sus lanzamientos máximos una potencia desmedida cuya fuerza motriz le llevaba, en el disparo, a levantar los dos pies del suelo… Todos los miércoles, en las páginas huecograbadas del diario AS , se publicaba un cuadro resumen de la jornada previa con fichas completas de los partidos, clasificaciones, tablas de goleadores y demás estadísticas tanto de la primera como de la segunda división. En la parte superior derecha de esa doble página central - en la que se clavaban las grapas del periódico- se insertaba una pequeña sección titulada “La jugada de la jornada”. Pues bien… ese día, “la jugada de la jornada” fue el paradón de Zaldúa a Neeskens, acontecimiento parece ser que solo al alcance - hasta entonces- de Dik van der Zwaard, portero del Keuken en 1969…
Zaldúa, quizás el mejor suplente de Iribar, (con permiso de Deusto) se retiró prematuramente del fútbol por una grave lesión de rodilla. Años después, su nombre volvió a aparecer en la prensa tras causarle la muerte -con un certero “crochet” en la sien- a un vecino de la localidad vizcaína de Pedernales, fruto de una refriega hervida a fuego lento en el caldo de una irreconciliable disputa previa…