Una cosa que estuve pensando esta mañana. Por una dolencia en las manos (¿artrosis?, no he leído ninguna biografía), Henry James empezó a dictar sus cuentos y novelas a un muchacho mecanógrafo. ¿Creéis (bueno, supongo que estará/estaría estudiadísimo) que eso, la pérdida de la intimidad en el momento de escribir, pudo afectar a su estilo y a su forma de contar las cosas o es una idea peregrina, o incluso beocia?

Vaya, es curioso, no lo había pensado por ahí.
Lo que sí me pareció es que el hecho de dictarlas tenía que haber afectado al resultado... pues dictar es hablar, y escribir es escribir. Las velocidades son distintas, y las maneras de pensar también...
Lo de la intimidad habría que investigarlo, es una idea muy sugerente!

Sí, sí, las manos, habría que ver qué aspecto tenía el secretario, que en esa época James era muy dado a enamoriscamientos (siempre a distancias no inferiores a un metro).

Ahora más en serio, muy interesante. ¿No ya el dictar, sino el hecho de tener un oyente afectaba su modo de escribir, o el hombre era un marciano desde el principio y con la edad esa aflicción se agravó? Una de las primeras obras que dictó fue la Vuelta de Tuerca (y decía que el secretario "betrayed not the slightest shade of feeling" durante el dictado, lo que viene a indicar que, por lo menos hasta cierto punto, le interesaba la reacción de su espectador único), cuyo estilo todavía es reconocible como humano. En fin, fascinante asunto y escritor.

No tengo Edel a mano, pero Kaplan explica así cómo empezó la cosa (perdonad las erratas, escribo rapidito, porque si no no termino nunca):
"He also had to deal with his "lame rheumatic wrist", which pained him sporadically when he wrote. "More than a year ago my [right] hand, for purposes not only of correspondence, but of everything, went utterly to smash, and in so doing, shut me up, practically, and apparently for ever, in a prison of silence and discourtesy". When William [el hermano] advised him to try a typewirter, he hesitated [prefiero un chavalito con buen aspecto, debió pensar] hoping that he could solve the problem by writing fewer letters, reserving his wrist strength for his fiction. Finally employing a secretary, William MacAlpine, to take dictation, he practiced the new skill during the spring of 1897 with some delight [apuesto a que sí]. "Don't pity me for my lame wrist," he wrote to Ariana Curtis. It is "a blessing in disguise; inasmuch as it has made me renounce forever the manual act [¿Pero qué tenía este señor siempre en la cabeza?], which I hate with all the hatred of a natural ineptitude, and have renounced forever, to devote myself in every particular to dictation. The latter does not hamper me at all: in letters quiete the reverse, and in commerce with the Muse so little that I foresee the day when it will be a pure luxury". At first, he experimented with two procedures. Sometimes MacAlpine, an expert stenographer, made longhand copies of the dictation; other times MacAlpine typed his words as he spoke them directly onto the new Remington machine he had bought. He soon preferred the latter. "I have now definitely relegated [my lame right hand] to the shelf, or at least to the hospital- that is, to permanent, bandaged, baffled, rheumatic, incompetent obscurity." He was almost exhilarated by being able to concentrate fully and entirely on his imaginative concepts and his articulated words.

Muchas gracias por el texto! Y por las acotaciones

Supongo que con el tiempo James se acostumbraría a la mediación del chico, pero al fin y al cabo es una persona, que rompe ese momento de intimidad y soledad que todos asociamos a la escritura contemporánea.



Acabo de terminar The beast in the jungle. Quiero releerlo, pero sólo el hecho leer esas últimas páginas, de impresionante belleza, y ese último párrafo...

Justamente en la novela de Toibin que citaba antes hay un momento intensísimo, que toca la tecla de la bestia. Henry James está enseñando su casa de Rye a un joven escultor, Andersen, que conoció en Roma y por el que experimentaba una crepuscular atracción, y entran en la habitación donde suele dictar:

'This is where the tales are told', Henry said.
To the left of the entrance there was a wall of books, and when Andersen had studied the view and marvelled at the light, he walked over to inspect the books, not appearing to realize at first that all of them bore his host's name. He took down one or two and then gradually it seemed to dawn on him that this large high bookcase contained the novels and stories of Henry James in all their editions from both sides of the Atlantic. He became agitated and excited as he took volumes down and looked at the spines and the title pages.
'You have written a whole library,' he said. 'I will have to read them all.'
He turned and look at Henry.
'Did you always know that you would write all these books?'
'I know the next sentence,' Henry said, 'and often the next story and I take notes for novels.'
'But did you once plan it all? Did you not say this is what I will do with my life?'
By the time he asked the second question, Henry had turned away from him and was facing towards the window with no idea why his ayes had filled with tears.



Por cierto, leyendo The beast in the jungle me ha venido a la cabeza de pronto...

Bellísima imagen, Sid

Qué bella e interesante la cita de Toibin.

Cómo estaré de la cabeza que acabo de recordar que leí hace ya tiempo (es mi excusa) el estupendo libro de Toibin. Pobre James, con sus ilusiones perdidas de tener éxito en el teatro. Creo recordar que también salía de refilón Oscar Wilde, y la cortés envidía que por él sentía James (o eso lo he leído en otro sitio).

Sí! Cuando estrenan Guy Domville, como James no quiere presenciar el estreno y no podría estar ese tiempo sin hacer nada se va a ver una obra de Wilde al teatro, que cosecha un exitazo. Cortés envidia y jamesiano sentimiento de superioridad

Sobre Wilde hay también una referencia conmiserativa (a los ojos de James) hacia sus pobres hijos y Toibin, que hila muy fino, los relaciona sutilmente con Flora y Miles y con las hijas de John Addington Symonds (inspiración para The author of Beltraffio).

David Lodge, en Autor, author, se centra en la aventura teatral de James. Pobre James, cómo le chocaba el éxito para él incomprensible de otros escritores! El libro de Tóibín no la he leído, lo pongo en cola de espera, pero por lo que comentáis sigue líneas paralelas al de Lodge.

Lo mejor de HENRY JAMES es:

OTRA VUELTA DE TUERCA / LOS PAPELES DE ASPERN


Nuestro siguiente escritor es ANTON CHÉJOV

Mark Twain - Naguib Mahfuz - Jane Austen - Beckett - Stevenson - Balzac

Uy, de Chejov no puedo opinar, porque precisamente ahora estoy leyéndome unas cuantas cosas suyas que tenía pendientes. Como anécdota, un ex que tuve siempre se metía con mi pronunciación de Chejov.

"... y Dios se apiadará de nosotros... y descansaremos."

Voto Tío Vania.

(También podría votar la de los cerezos...)

El jardín de los cerezos.

Ulysses, ¿no se ha hecho Beckett?

No se ha hecho Beckett, pero lo pongo en la cola...