..., pero como está en un entrenamiento del Barça ahora no puede escribir.
Se retira Roger Federer, el primero de los miembros del Big-3, antes Big-4. La primera vez que lo vi fue en Roland Garros 2000 contra Corretja, que le costó bastante vencerlo. Repetiría al año siguiente. Pero su nombre saltó a los grandes titulares cuando venció a Sampras en Wimbledon en un disputadísimo partido a cinco sets. Entonces se dijo que el americano cedía el testigo al heredero. Era 2001 y el heredero aún se tomaría dos años hasta coronarse en el torneo que más alegrías le ha dado, Wimbledon, el más grande.
Su estilo era de saque y volea y su dominio empezó a resultar abrumador. En 2004 sólo se le escapó Roland Garros, por lo que la posibilidad de ganar los cuatro grandes en un año empezó a parecer real. Pero el abandono del saque-red (no le hacía falta, era capaz de ganar desde el fondo a los peloteadores) y la aparición de Nadal trastocó sus planes. París se convirtió en territorio vedado, aunque aprovechó el único resquicio para ganar en 2009. Grandes duelos contra Rafa y Djokovic resucitaron el tenis masculino que languidecía desde la retirada de McEnroe, Connors, Lendl, Wilander, Becker y Edberg.
Se va con 20 grandes en la buchaca, 8 de ellos Wimbledon (lo que le da un barniz de grandeza al conjunto), 6 Masters y una Copa Davis, número 1 del mundo un montón de semanas, la última con casi 37 años, récord de ellas consecutivas, 103 títulos (a seis de Connors) y al menos semifinalista de un grande durante seis años seguidos.
Tiene menor palmarés que Nadal y Djokovic pero el impacto sobre el circuito quizás haya sido el mayor. Y el más aplaudido en todas pistas del mundo.
Una lástima que no haya sabido retirarse a tiempo. Ya con la pandemia debía de saber que su vuelta era complicada, sobre todo con su edad, pero la ambición y las discusiones de aficionados sobre el GOAT (Great Of All Times) le distrajeron. Wimbledon 2021 debería haber sido su última parada, en vez de este abandono en vía muerta. Qué mejor escenario que aquel.