En el diario "La Voz de Asturias" de hoy domingo, día 24 de febrero, el señor Abeledo hace una serie de insensatas declaraciones de las que entresaco literalmente algunas, sólo cuatro entre demasiadas, para opinar libremente sobre ellas:
1. "Para hacer las cosas bien bajo el punto de vista artístico hace falta conocer la ópera".
De modo que el señor Abeledo supone que los actuales responsables no conocen la ópera: eso es una ofensiva y mendaz ordinariez, una descalificación sin ninguna base real. Los actuales responsables de la Ópera de Oviedo conocen muy bien lo que se traen entre manos como así lo demuestra su trabajo.
2. "Se exige a los cantantes estar 25 días de ensayos. Habrá que actuar en el tiempo de permanencia y en el caché, no puede haber limitaciones como parece que hay ahora. Hay que estar al día de los cantantes que están saliendo y coger a los que van a ser buenos, traerlos cuando sus cachés son soportables y tratarlos exiquisitamente para que sigan viniendo".
25 días de ensayos, y de representaciones, señor Abeledo: no diga usted verdades a medias, que ya ha dejado de hablar de traer a los "mejores", como decía estos días pasados, y ahora habla de que, con los caros, hay que revisar cachés (¿pedirles rebajas, tal vez, disfrazados de mendigos?) y tiempos de permanencia (o sea, eliminarles los ensayos con coro, orquesta y directores de escena: que vengan y que canten, ¿cuántas funciones?), y de que hay que contratar a los "buenos que están saliendo con cachés soportables". Con eso reconoce que el cache de los otros son "insoportables", y que la actual directiva no sabe ver las promesas: seguramente usted sí porque se cree "más listo y conoce mejor la ópera". Pero, ¿quién se cree usted que es y por qué se empeña en creer y repetir que el otro candidato es tonto? ¿por qué es usted tan mal educado? También da a entender otra ofensiva y mendaz ordinariez: que los actuales responsables no tratan exquisitamente a los contratados. Seguramente usted sí sabrá tratarlos con esos "exquisitos" modos que muestra hacia su adversario en la elección, al que no deja de considerar incompetente.
3. "Este año ninguna de las cinco óperas se representó tal como fue concebida por el autor. A mí me parece una desfachatez, una falta de respeto".
¿Quiere usted darme ejemplos, señor Abeledo, de óperas representadas en la actual temporada en cualquier parte del mundo con respeto absoluto a la época y el lugar de la acción que indica el libreto? ¡Y digo absoluto! Eso ya únicamente se hace en los pueblos más paletos de Estados Unidos, en la América más profunda, y no en todos, ni siempre con respeto absoluto a la idea original. En teatros perdidos por el este de Europa, tal vez... o en esos montajes rabiosamente cursis y antiguos del Metropolitan, tipo Zeffirelli, cuya única gracia, aparte de resultar carísimos, consiste precisamente en producir una antigualla absolutamente pasada de rosca. Mire usted que en Viena son conservadores a mucha honra... ¡Pues ni en la Staatsoper de Viena, señor Abeledo, se ven en la obligación de tener que respetar siempre los libretos! Al final usted pretende que la gente venga a Oviedo a ver reliquias... Primero las de la Cámara Santa y luego las del Campoamor.
Por otra parte, ¿una falta de respeto a quién? A mí lo que me parece una falta de respeto hacia el aficionado de ahora mismo, al que se le supone cultura, criterio y discernimiento para disfrutar propuestas novedosas, es ese director de escena que me vuelve a poner la misma "Lucia" de siempre, con los mismos decorados descoloridos y el mismo vestuario apolillado de siempre, sin aportar ni una sola idea dramática al libreto, y con los cantantes inmóviles frente a la platea, a poder ser con el pie en la concha del apuntador... Usted pretende convertir el Campoamor en el hazmerreir del tercer mundo.
4. "Vamos a ser más modernos, porque dentro de 15 años el sentido común se impondrá y se volverán a representar las obras como las concibieron".
Siempre me pregunté que clase de personaje se escondía detrás de la famosa bruja Lola de la tele. Ahora ya no me cabe ninguna duda. Por otra parte, con esta nueva faceta que nos desvela de su personalidad, la de adivinador del futuro con mágica bola de cristal, y con tantísima exactitud (¡15 años!), ya sé de dónde va a sacar el dinero para traer a Villazón y la Netrebko: ¡Jugando a la lotería después de adivinar el número que saldrá premiado!
Más otra nueva y mendaz ordinariez: la actual directiva carece, por lo visto, a juzgar por sus declaraciones, de sentido común.
En fin, no sigo, señor Abeledo. Su falacia es verdaderamente agotadora. Usted no tiene razones, sólo vergonzosas ganas de ejercer el ya famoso "quítate tú para ponerme yo", apoyado en falsedades que esgrime con un cinismo que me asusta, me repele, me indigna y me inclina a negarle desde aquí mi voto y a procurar que mis amigos y conocidos lo vean tan claro como yo y apoyen la candidatura de la junta actual. La razón no está de su parte y lo peor es que hasta usted lo sabe. Es lamentable. Su amor por la ópera sólo se traduce en mentiras y disparates, es decir, no existe.
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