¡Qué pena no haberme enterado de esta ciberentrevista...! ¡Yo si que no iba a estar comedido!
Que me perdonen a los que les guste el trabajo de este "artista", pero lo más suave que le hubiera llamado es terrorista y boicoteador artístico. Gentuza como este que se hacen con un nombre a costa de poner en escena aberraciones y burradas que llamen la atención y escandalicen sobran en la ópera. Se puede ser original y vanguardista ciñéndose de alguna manera a lo que se está representando, no provocando al público con sinsentidos y patochadas barriobajeras como acostumbra a hacer.
La pena es que le siguen contratando.
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