Doble aniversario en Sabadell

brunilda · **Registrado:** 23 Mar 2004 18:50 **Mensajes:** 777 **Ubicación:** Sabadell

Desde aquel mes de octubre de 1982 en que el telón del Teatre de la Faràndula de Sabadell se alzó para representar “Madame Butterfly” a cargo del entusiasmo de la recién nacida Associació dels Amics de l´Òpera de Sabadell (AAOS) y al impulso personal de Mirna Lacambra, han pasado ya 25 años, llenos de dificultades, incertidumbres y miedos, pero con un entusiasmo y pasión que ahogan, sin lugar a dudas, a los anteriores.

Este año nuestra ciudad de Sabadell está llena de celebraciones relacionadas con el mundo de la cultura. Sabadell ha dicho, ya desde siempre, pero este año más que nunca, un SI a la cultura, a la ópera, a la música sinfónica y al teatro.

Y es que este mes de enero viene cargado de nivel cultural, primero de todo por la reciente recuperación del Teatre Principal, que fue convertido en cine años atrás y que en algunas ocasiones fue marco acogedor de artistas tan diversos como el mundialmente reconocido violoncelista Pau Casals que ofreció un concierto junto al pianista Blai Net el día 10 de noviembre de 1925; el gran pianista Arthur Rubinstein dentro del Curso XI-Concierto Sete organizado por la “Associació de Música de Sabadell” el 15 de abril de 1930.
Como he dicho se convirtió en cine más tarde, tengo ahora mismo en mis manos un facsímil de uno de los programas de la época con la que nos obsequió el Ayuntamiento el día que hicimos la visita al Teatro. La película en concreto era “Los héroes del barrio” interpretada por Milagritos y Luisito Pérez de León, Nati Abada, Pedro Terol, María Rojo… y es curioso observar la fecha de la contraportada, que reproduzco literalmente: “Jueves 5 de Octubre del Año de la Victoria”.
También visitó nuestro teatro y nuestra ciudad el ilustre Juanito Valderrama en un concierto el 16 de enero de 1952 y el primer actor Antonio Prieto y la primera actriz Catalina Bárcena miembros de la Gran Compañía Cómico-Dramática Gregorio Martínez Sierra, interpretaron el viernes 25 de Enero de 1952 la obra de teatro “Mamá” del mismo Gregorio Martínez Sierra, una función dedicada a los productores de la Casa García Planas, casa muy importante en Sabadell dedicada al téxtil.

En épocas más recientes, se convirtió de nuevo en cine, y cuando se iniciaron las obras de remodelación de la Faràndula, alguna de las funciones dels AAOS se representaron allí, como el Rigoletto.
Posteriormente fue cerrado hasta que el Ayuntamiento decidió recuperar este Teatro patrimonio cultural de nuestra ciudad, y que el pasado viernes día 12 se inauguró con la obra de teatre “En polvora” de Josep Mª de Segarra, en la que participaban, entre otros, algunos sabadellenses.

Pero lo que nos ocupa no es este acontecimiento sino otros dos, por un lado, tal y como he apuntado, la celebración de las bodas de plata dels AAOS y por otra, los 20 años de la creación de la Orquestra Simfònica del Vallès (OSV), que aunque empezó unida a la AAOS, actualmente desde hace ya unos años, es un ente independiente del primero.

Y para celebrar tales acontecimientos qué mejor que hacerlo todo en el Teatre Principal y echar la casa por la ventana, invitando a 25 cantantes que a lo largo de sus carreras has tenido o tienen que ver en la actualidad con els AAOS. Además se invitaron a tres directores de orquesta, Albert Argudo que tuvo el difícil papel de seleccionar a la plantilla durante la creación de la OSV; el director Daniel Martínez que además es el encargado actual de preparar al Coro, y el italiano Elio Orciuolo.
El Coro también es otro de los puntales importantes de l´AAOS que los ha acompañado desde su creación en 1982, y entre los cuales hay miembros que hace 25 años que colaboran con esta entidad.

El espectáculo dio comienzo con retraso, otra cosa me hubiera extrañado, y se amenizó con la presentación de Carles Ortiz, director de escena y que en esta temporada además, nos ha sorprendido en su faceta totalmente desconocida hasta ahora de actor-cantante, con su interpretación del Baldiri en la “Cançó d´Amor i de Guerra” del maestro Martínez Valls. Empezó muy bien con las presentaciones pero a lo largo de la tarde-noche, y sobretodo al anunciar las piezas en francés se hizo un poco de lío con la pronunicia, por ejemplo en lugar de decir “Les tringles de sistres” dijo “Les triangles…”, supongo que serían los nervios del momento, pero en jornadas así todo se perdona por la ilusión de lo que se está celebrando.

Hay muchas cosas positivas a destacar, el teatro lleno brillaba en toda su esplendor. Muchos han coincidido en decir, que salvaguardando las distancias en decoración, las formas y estilo recuerdan mucho al del Gran Teatre del Liceu, y los arquitectos que trabajaron en las reconstrucción del Tercer Liceu, han colaborado también en la recontrucción del Teatre Principal. Yo he oído a mí família decir, ellos que han conseguido el Teatre Principal como teatro y como cine, que el Principal es el Liceu en pequeño, y es verdad, lo recuerda mucho.
Más cosas positivas, que ayer almenos no hubo muchas toses, la gente se comportó bastante, pero hay una cosa aún peor que las toses y es que el señor de detrás de ti lleve el compás con el pie durante todo el cocierto, y como el suelo es de parquet… imaginaros que tostón…!!!!

Vamos al concierto:

Se empezó con la Obertura de “El murciélago”. Vale decir que para esta ocasión la orquesta estaba encima del escenario, y cuando esto ocurre puedes darte cuenta de muchas cosas que cuando están en el foso pasan por inadvertidas, porque la profundidad y la oscuridad, lo disimulan. Cuando están a la vista te das cuenta de que hay “Musicos” y “musicos”, gente que toca con ganas y sintiéndolo y gente que toca a desganas, como aquel que se levanta a las 7 de la mañana y dice “tengo que ir a trabajar”.
Una cosa curiosa es que casi ya finalizando la obertura, que dirigió el maestro Argudo, uno de los violines perdió la partitura, se le cayó del faristol, pero no pasó nada. Cómo ya se sabe que los profesores de la orquesta no son nada sin su partitura, no se desesperó, tanto él como su compañera continuaron “tocando”, pero haciendo un “playback violinístico”, porque yo estaba muy cerca y veía que el arco no rozaba las cuerdas del violín, además precisamente este violinista, que tocaba con mucho entusiamo, durante la obertura, y antes de perder la partitura, ejecutaba tan fuerte que en lugar de producir la música de manera neta, se podía apreciar claramente el ruido de las cuerdas a su contacto con el arco, cosa bastante desagradable, porque para esto están los ensayos, y el oído del director de orquesta, no?

El repertorio que se escogió, teniendo en cuenta que este año se celebra el 400 aniversario de la primera representación operística, fue variado y hubo de todos los estilos y para todos los gustos, a excepción de la ópera del s. XX, lo cual, es realmente de agradecer.

Después de la obertura, el contratenor JORDI DOMÈNECH junto con el Coro interpretaron “Deh placatevi con me” del “Orfeo” de Gluck. Tenía que interpretar además el “Che farò senza Euridice” pero, según nos anunciaron, no lo hizo debido a problemas físicos. Estuvo bien, aunque siempre he asociado la voz de contratenor a una voz mucho más aguda, más asopranada, y él no tiene quizás esta punta de agudeza. Me fijé muchísimo en los cantantes y en su manera de respirar, colocar la boca, etc… pero si hubieráis visto la manera en como hacía vibrar las cuerdas vocales, era algo que nunca había visto.
La mezzosoprano ANNA TOBELLA interpretó el “Parto, parto…” de “La Clemenza di Tito” de Mozart. Para mí gusto, demasiado volumen y falta de sutilidad sin poder apreciar la diferencia entre recitado y aria propiamente. Yo no conozco demasiado la obra de Mozart, pero, pienso que cuando Sesto dice “A questo sguardo mio” la voz tiene que ser un poco más expresiva, más sutil, y no tan vibrante y voluminosa.

Continuamos con Mozart y su “Don Giovanni” de la mano del tenor sabadellense JOAN RIBALTA que interpretó “Il mio tesoro”, bien, buena línia, pero también quizás me hubiera gustado escucharla con un poco más de sutileza y fragilidad.

Si hay algo que se puede apreciar cuando tienes a los cantantes de cerca, es que muchos de ellos, los más jóvenes sobretodo, es a veces el mal rato que están pasando. Las piernas les tiemblan, las manos, los dedos, etc… y aunque disimulen, esto no se escapa al ojo humano.

Pasamos luego al bloque dedicado al “Barbero de Sevilla”, y como en mi caso que no me gusta esta ópera, no quieres taza… pues cuatro piezas cantaron. Empezó la soprano ROSA NONELL que fue alumna de Mirna Lacambra, que formó parte del Coro dels AAOS y antes de esto profesora del colegio donde yo estudié. Interpretó “Il vecchioto cerca moglie” y os podéis imaginar como el señor de detrás de mí llevaba el compás, no solo en esta intervención, sino en todas las del Barbero…
Empezó bien, pero no se acordó de la letra, empezó a cantar confuso hasta que el maestro Orciuolo le tuvo que apuntar la letra… Acabó el aria, que no tengo la total certeza que se termine de aquella manera, tendré que repasarla, porque a pesar de mis reticencias a la música rosiniana, el aria me gustó.
Rosa Nonell, dio paso al bajo STEFANO PALATCHI que interpretó el aria “La Calumnia”, bien aunque faltó en algún momento un poco de sutilidad, por ejemplo cuando canta “sottovoce”, lo podría haber dicho de otra manera, no sé, con un poco más de intención.

En un bloque dedicado al Barbero, no podía faltar la archiconocida “Una voce poco fa” en esta ocasión interpretada por la mezzosoprano moldavo-italiana NATALIA GAVRILÁN que tan favorablemente nos sorprendiera el año pasado con su interpretación de la Adalgisa de la “Norma”. Una voz de graves poderosos, pero a la vez de agudos potentes y brillantes, una cosa que parece contradictoria, pero su seguridad en el escenario era certera. Coloraturas correctas, pero demasiado aceleradas, como si tuviera ganas de acabarlas rapido por la pesadez de su voz que tiene más cuerpo y no tanta ligereza. Gran volumen, impresionó.

Finalmente y para concluir el bloque rosiniano, el barítono ENRIC SERRA interpretó “A un dottor della mia sorte”. Se caracterizó con unas gafas para la ocasión, pero los años no perdonan a pesar de que su canto fue correcto. A la hora de diccionar rapidamente, sus palabras se hacían un poco confusas.

Grácias a dios, pasado el Barbero la soprano canaria ELISA VÉLEZ interpretó el aria de Olympia de “Los Cuentos de Hoffmann” de Offenbach con bastante corrección, si bien empezó segura en coloraturas, a medida que avanzó la pieza, le pesaron un poco las mismas, perdiendo esa facilidad para encadenar una y otra nota, pero en conjunto bien. Dicción francesa justa. Con su interpretación se puso una nota simpática en la velada. Cuando se figura que la muñeca Olympia se queda “sin pilas”, el director Daniel Martínez, miró al público cómo diciendo “qué le está pasando a la intérprete?”, enseguida salió el presentador improvisado Carles Ortiz y por detrás de la cantante hizo el típico ruidito de dar cuerda y se reincorporó para seguir cantando. En la segunda estrofa sucedió lo mismo, y ya fue el propio director quien solicitó casi a la desesperada la ayuda de Carles Ortiz.

El primer Donizetti de la tarde vino de la mano del tenor colombiano HANS EVER que el año pasado nos interpretara un estupendo Arlequín del “Pagliacci” de Leoncavallo. Tuvo el coraje de cantar el aria de los nueve “dos”, y vaya nueve dos, bien hechos y redondos. Lo único que se le puede quizás reprochar un poco es la pronuncia del francés, que a excepción de dos, todos los que interpretaron piezas en francés lo chafaron bastante.

La soprano ROCÍO MARTÍNEZ nos ofreció una dulce Norina del “Don Pasquale” de Donizetti, una voz pequeña, pero suficiente. Con buen fraseo y claros agudos. Menos suerte tuvo el ya mayor DALMAU GONZÁLEZ que se presentó con el “Cercheró lontana terra” también del “Don Pasquale”. Empezó con algunas burbujas en la voz e incluso tuvo que taparse la boca con la mano para toser un poco y aclararse la gargante. Con una tesitura terriblemente alta, salvó la pieza como pudo.
Para finalizar la primera parte, el Cor dels AAOS interpretaron el “Son qua, son qua” del principio del primer acto del “Pagliacci” de Leoncavallo que el año pasado nos ofrecieran sacando tan buena nota.

Se hizo un entreacto de treinta minutos y antes de dar comienzo a la segunda parte, la Junta dels AAOS hizo entrega de galardones, seis medallas conmemorativas a seis de los miembros del coro que desde un principio han prestado su servicio a esta entidad. En segundo lugar, se hizo entrega de dos placas, una para la Orquesta Simfònica del Vallès que recogió su presidente Albert Bartolet y otra para la Fundación Banc Sabadell que durante todos estos años ha prestado su ayuda económica, una ayuda inestimable e incalculable a nivel humano, que recogió su también presidente Joan Corominas.

Se entregó también un ramo de flores a la presidenta de la AAOS, Mirna Lacambra, y como obsequio de toda la junta para su persona, un ramo con 25 rosas rojas, una para cada año de existencia dels AAOS. Mirna Lacambra, visiblemente emocionada, dio las gracias y a penas pudo articular palabra, y la cedió amablemente al alcalde el Sr. Manuel Bustos, que estuvo más de un cuarto de hora hablando, y prometió y volvió a repetir a Mirna Lacambra el proyecto de la creación del Gran Teatro de Ópera ubicado en el Eix Macià (para los que no conozcan Sabadell, es la parte más moderna de la ciudad).
Además por parte del Ayuntamiento de Sabadell, se hizo entrega a la AAOS y a la Orquesta Simfónica del Vallès, que recogieron sus respectivos presidentes, dos reproducciones de un grifo encontrado en las excavaciones de la Plaça Sant Roc (que es donde se ubica el Ayuntamiento) que simbolizan esa perseverancia de ambas instituciones y a la vez la historia de Sabadell, con el mensaje de que tanto AAOS como OSV cumplan tantos años, como los años que tiene aquel grifo encontrado en las obras que se fechó más o menos cuando la ciudad empezaba a desarrollarse y cuando Sabadell solo tenía como barrio el Centro de la ciudad.

La segunda parte empezó con genío y poderío con la obertura de “Carmen”, que bien convenía algo así después del tostón discursil del alcalde. La música sonó bien hasta que tiene que empezar el tema del toredor (poque hubo un celo que entró antes de hora con el tema) y luego tuvo que unirse adelantado al resto de músicos.

A la obertura le siguió “Les tringles des sistres” interpretando el papel de Carmen la mezzosoprano SUSANA SANTIAGO, voz de buenos graves pero demasiado histriónica en su vertiente artístico que en versión concierto requiere, al menos, para mí gusto, un poco más de finura y discreción. Fue bien acompañada por EUGENIA MONTENEGRO y ASSUMPTA CUMÍ en los papeles de Mercedes y Frasquita.

Siguiendo con “Carmen” el tenor JOSEP RUIZ que estos días al igual que Enric Serra estaban interpretando al Lampionaio y a Geronte di Ravoir de “Manon Lescaut” respectivamente en el Liceu, nos brindó una lección de canto con su magnífica “La fleur que tu m´avais jetée”. De una expresividad excelente, sutileza y sentido de fraseo extremo y bastante buena dicción francesa, se convirtió en el primer gran ovacionado de bravos merecidos (porque hubo muchos bravos pero la mitad inmerecidos).

Para cerrar el bloque carmencístico, como no el requeteconocido “Toreador” a cargo del barítono TONI MARSOL secundado a la vez por las tres zíngaras Susana Santiago, Eugenia Montenegro y Assumpta Cumí. No fue el claro ejemplo de cómo se debe cantar esta pieza, gritada un poco y la voz tampoco es nada de interesante. Si hubieráis visto como se le hincharon las venas del cuella al final y lo rojo que se puso era para retratar.

Después de la pandereta y la alegría generaliza en “Carmen” y del compás llevado por el Sr. de detrás de mí, pasamos al verismo desgarrador de “Pagliacci” de la mano de la soprano sabadellense ANNA BELÉN GÓMEZ salida de la Escola D´Òpera de Sabadell, y que el año pasado nos interpretó el papel de Clotilde en la “Norma” y que además participó sin suerte en el Concurs de Cant Jaume Aragall. En esta ocasión nos cantó el aria de Nedda “Stridono lassù”, a la que faltó un poco de sutilidad y aire en el agudo final que quedó un poco estrecho.
Seguidamente el tenor de Mataró JOSEP FADÓ que debutó con los AAOS en la temporada del “exilio” cuando las obras de remodelación del Teatre de la Farándula obligaron a hacer las representaciones en el Polideportivo de Can Balsach, donde pasamos un frío tremendo, y en el Teatre Principal. En este último se llevaron a cabo un “Rigoletto” y una “Traviata”, y en el primero, con Fadó, un “Trovatore”, todas ellas dentro del “Año Verdi” y que nos dejó con la boca abierta por su poderío vocal y seguridad encima de las tablas en un papel tan difícil y exigente como es el Manrico.
En esta ocasión interpretó magníficamente el “Vesti la giubba” también del “Pagliacci” dirigido por el maestro Elio Orciuolo. Lástima, porque pensé que por lo que alargó el “Che t´anvelenna il cor” creía que la orquesta seguiría con aquella música tan dolente pero a la vez bonita que culmina esta aria, pero no, el maestro Orciuolo cortó.
Hablando ahora de este director, fue el único que en todo momento se comportó como un director de orquesta, es decir, como un mero acompañante del cantante y en ningún momento quitó el protagonismo al intérprete. Es regla de cortesía que un director de orquesta ceda siempre el protagonismo al cantante, y nunca debe saludar al público desde la posición elevada del podio, sino desde abajo, al mismo nivel que el intérprete. En todas sus intervenciones cedió el paso al cantante y finalmente se dirigía a su sitio a dirigir, bajando del atril para recibir el agradecimiento del público. Este pequeño gran detalle, lo corrigió en la segunda parte el maestro Daniel Martínez, ya que en la primera parte hizo absolutamente lo contrario. El maestro Argudo fue el que dirigió menos y siento no recordar este detalle.

Volviendo a Fadó, voz poderosa, quizás un poco oscura, que ya le va al personaje, pero siempre bien fraseado y cantado sin gritar el pasaje que es de agradecer.

Y como en todo espectáculo que se precie, alguna que otra baja tiene que haber, y además dio la casualidad de que iban seguidas, las de la soprano MONTSERRAT MARTÍ que estaba indispuesta y que a pesar que el sábado vino al ensayo general, tuvo que cancelar, y la del barítono ÀNGEL ÒDENA que a pesar de intentar cumplir con su cita sabadellense, al final le fue imposible combinar fechas porque está actuando en el Teatro Real de Madrid. Murmullos de la gente que fueron acallados por la presentación del siguiente intérprete.

El único Puccini de la tarde llegó en la voz de MIKI MORI. A ver, ¿esta soprano aún no ha entendido que no puede cantar Puccini y que para cantar al compositor de Lucca no se tiene que gritar?
En esta ocasión tocó destrozar “Un bel dì vedremo”. Nunca había visto una Cio-Cio-San tan gritona e histérica. Acompañaba el maestro Argudo que, o bien llevaba la orquesta retrasada, o bien a la intérprete muy acelerada. Normalmente en este aria, ya estoy hablando a nivel personal, hay en ella un música que me llega enseguida, que la escuchas y se te pone la carne de gallina si se canta nada más un poco bien, y ya no te digo si se canta e interpreta MUY BIEN.

Gritada y gritada. Sin sentimiento ni nada por el estilo a pesar de que le fraseo no era desagradable. El retraso de la orquesta o por el contrario aceleración de la intérprete, claramente marcado en el trozo “romba il suo saluto”, cuando Butterfly pronuncia “romba” la orquesta es como si diera un remazo y crece en acompañamiento. Es un momento que siempre espero y que me encanta como se fusiona, precisamente aquí voy y orquesta. Pues bien aquí primero vino el “romba” y luego el remazo de la orquesta. Me pregunto yo, para que están los ensayos?????
Si el pobre Puccini abriera los ojos…estoy segura que el “araquiri” se lo hacía él en lugar de Butterfly.

Y ahora si, por fin le tocó el turno a CARLES DAZA este barítono jovencísimo del Hospitalet, (¿tiene los treinta???) que nos obsequió con una voz de barítono bella, dicción clara y fraseo perfecto y bastante buena pronuncia del francés, interpretó el aria de Valentin “Avant de quitter ces lieux”. Aluvión de bravos para Carles. Bravo! Lo único que, cómo ya dije en una ocasión, vamos a gozar poco de él en Sabadell…a pesar nuestro….

Y de Carles Daza a la enóloga jerezana MARIBEL ORTEGA que fue la vencedora del pasado concurso Jaume Aragall celebrado en Sabadell, que debutó con los AAOS en “Norma” la temporada pasada y que en esta interpretará el dificilísimo role de Lady Macbeth, cantó en esta ocasión una de sus arias preferidas el “Pace, pace mio dio” de “La forza del destino”. Correcta en toda su ejecución, lástima que ya casi al final, su seguridad escénica le traicionara con un pequeño gallo que para nada mermó el resto de su actuación.

Con una gran lluvia de bravos y vítores entró el tenor barcelonés CARLES COSÍAS que tanto nos ha gustado este año en su interpretación del Eloi de la “Cançó d´amor i de guerra”, nos ofreció para esta ocasión la no menos conocida “La donna è mobile”. Bien ejecutada y con una belleza tímbrica excepcional, su actuación tan corta nos supo a poco pero nos guardaba aún una sorpresa.

La coreana SUNG-EUN KIM interpretó el “È strano, è strano” dirigida por el mestro Elio Orciulo, bien en la aria, más justa en las coloraturas de la cabaletta y además optó por finalizar con el agudo de rigor (lo siento no sé que nota es). Apuntó para la ocasión “Di quell amor…” el tenor Carles Cosías que no salió a saludar dejando todo el protagonismo a su compañera.

Finalizó la segunda parte con el “Inneggiamo il signor non e morto” de la “Cavalleria Rusticana” por parte del coro y otra vez gritando el pasaje con la intervención de MIKI MORI.

Salieron a saludar todos los intérpretes y finalizó con el brindis de “La Traviata” entonado por cinco tenores y no sé cuantas sopranos más. En fin, un final de fiesta gratificante después de cuatro horas de emoción y celebraciones a “tuti plen”.

brunilda