Rigoletto" de G. Verdi. Reparto: Juan Jesús Rodríguez (Rigoletto), Rocío Ignacio Girón (Gilda), Héctor Sandoval (Duque de Mantua), Stefano Palatchi (Sparafucile), Stefania Scolastici (Maddalena), E. Farrés (Monterone), Alberto Arrabal (Marullo). Orquesta Arsian Música. Agrupación Musical del Conservatorio Profesional de Música Joaquín Villatoro. Coro del Teatro Villamarta (dir. Ángel Hortas). Dirección musical: Juan Luis Pérez. Escenografía y figurines: Jesús Ruiz. Dirección escénica: Francisco López. Teatro Villamarta. Sábado, 12 de junio de 2004.
Estos fueron los protagonistas que acompañaron a Juan Jesús Rodríguez en su debut de Rigoletto. (Martti si es el que estuvo en las bodas del Real)
Pues tengo que deciros que la función fue un exitazo. No puedo ser objetivo con Juan Jesús, pero de verdad que me emocionó profundamente y no creo que fuese a mí sólo viendo la ovación que recibió al finalizar la función. Cantó excelentemente con esa voz suya, que transmite y llega al público trasladándole un sin fin de emociones. Su actuación escénica fue sencillamente magistral teniendo en cuenta que era su debut en Rigoletto con 34 años. Fue totalmente convincente en la recreación de este difícil personaje con una sicología paternal muy trabajada, combinándola perfectamente con sus peticiones de piedad o sus profundas ansias de venganza. Sólo se podría ponerle algún pequeño reparo por no terminar el 2º acto con la fuerza vocal que se requiere, pero esto es sólo la consecuencia del trabajo de un artista que se dejó la piel en escenario como pocas veces he visto. Además estando casi todo el tiempo en escena con un vestuario no precisamente ligerito y con el calor que hacía, es más que comprensible. Lo dio todo, todo, todo. Al final el público no tuvo más remedio que rendirse a su arte y a su entrega, agradeciéndole su esfuerzo con una ovación de gala con el público en pie.
El éxito fue tan rotundo gracias a que todo salió redondo. Que fuerza tiene Rigoletto cuando se hace bien. La producción era una auténtica maravilla. Me imagino que muchos ya la habréis visto porque es la famosa del Teatro Villamarta que ha viajado por muchos teatros de España. La función se representa como si fuese una película Italiana de los años 40. Con una tela de rejilla transparente en la boca del escenario donde se podían reflejar imágenes, la función empieza de forma clásica hasta que entra Monterone vestido de traje con corbata. Una escena de gran efecto reforzando el hecho de que Monterone no congenia con aquella fiesta. Luego entran los secuaces del Duque con vestimentas militares fascistas de aquellos años en Italia. Posteriormente la acción se traslada a la casa de Rigoletto, que refleja un ambiente sórdido de blanco y negro y donde ya nos aparece el bufón con un sencillo y modesto traje de pana. Es de los traslados de época que más me han gustado y que más han potenciado el mensaje del autor. A partir de aquí la acción continúa la tradicional historia, simplemente situándola en la Italia de los 40, pero sin buscar excesivos recursos originales que puedan molestar el transcurso de la acción, siempre intentando potenciar la fuerza dramática y la música. Conmovedor el final con Rigoletto apuntándose con una pistola bajo un cartel donde se leía FINE.
Imagen del primer cuadro del primer acto.
El resto del elenco vocal era verdaramente interesante. Primero era un lujo contar con el Monterone de Farrés y sobretodo el Sparafucile de Palatchi que me imagino que ya le conoceréis todos y os podéis imaginar lo sobrado que iba con el papel.
Atención al tenor mejicano Héctor Sandoval; un tenor realmente peculiar. Cantaba algunos pasajes de forma brusca afeando su línea de canto, pero que volumen de voz, impactante. Cantó el possente amor casi apagando al coro y a la orquesta. Está ahora depurando su canto con Francisco Araiza, que podríamos decir que tenía todo lo que le falta a él. Si consigue mejorarle la técnica tendremos a un tenor que merecerá mucho la pena. Ya estoy harto de hacer esfuerzos para escuchar al tenor de turno.
Tenía también mucha curiosidad por escuchar a Rocío Ignacio. Había oído hablar muchas cosas buenas y otras regulares. Mi impresión es que es una buena soprano con bello timbre y también con defectos por pulir, pero es que creo que tiene 22 o 23 añitos como mucho, por lo que pienso que también es una soprano a la que tengamos que seguir sus evoluciones.
En fin, lo que buscamos en la ópera, una gran noche de canto y de teatro. Me alegro mucho por Juan porque le servirá para afianzarse en su brillante carrera. Quien quiera escucharle lo podrá hacer en el estreno de temporada del Real del año que viene con La Dolores.
FINE
Saludos