Felicidades por el aniversario. Para mí, sin duda, éste es el principal candidato a llevarse el premio al mejor hilo del año.
Ernst Krenek (Viena, 1900 – Palm Springs, 1991) fue uno de los músicos más destacados del siglo XX. A la edad de 16 años se convirtió en discípulo de Schreker en Viena y le siguió a Berlín, continuando sus estudios hasta el año 1923.
Influido por su maestro empezó su producción operística bajo el estilo expresionista de boga en Alemania, con dos obras de desigual inspiración:
Der Sprung über den Schatten y
Orpheus und Eurydike (ópera en tres actos).
Esta última obra se presenta en la temporada del Teatro Real de Madrid, en versión de concierto. Se basa en un drama homónimo de Oskar Kokoschka y se estrenó en Kassel en 1926. Los enamorados Orpheus(tenor) y Eurydike(soprano) se ven separados por los dioses y ella queda preñada por el espíritu de Hades (que aparece como varios personajes: loco, borracho, soldado y marinero, cada uno con distinta vocalidad) en el inframundo. Los celos de Orpheus provocan la pérdida definitiva de Eurydike y le hacen perder sus capacidades creativas. La redención no llega a través del amor, sino de la locura.
Krenek experimenta con el atonalismo, al mismo tiempo que hace uso de motivos relacionados con ideas y acontecimientos del drama de Kokoschka, y otros elementos típicos de la época (disonancias, dinámicas extremas,…). La obra no salió del círculo de entendidos de la 'avant-garde' alemana.
Escuchamos el
comienzo de la ópera, y el
principio del tercer acto.
Un viaje a París y la influencia de Milhaud, cambian el rumbo de Krenek. Su nueva ópera en dos actos,
Jonny spielt auf (1927), constituyó el mayor éxito de taquilla de toda la época de Weimar. La historia de amor a tres entre el compositor Max (tenor), la cantante Anita (soprano) y el malvado violinista Daniello (barítono), en la que interviene como salvador el músico negro de
jazz Jonny (barítono), cautivó a las audiencias de toda Centroeuropa, desde Lemberg y Könisberg hasta Zürich y Amberes, y tenía ya más de 400 representaciones un año después de su estreno. Aunque se la encuadra como una “jazz opera”, en realidad esos elementos de
jazz aparecen superpuestos, en ningún momento forman parte de la estructura de la obra, que está cercana a modelos de Milhaud o Stravinsky.
Escuchamos
Oh, das ist mein Jonny! del primer acto, y
Wer ruft,Wer ruft del segundo.
En la cumbre del mundo operístico, Krenel produce a continuación tres piezas satíricas en un acto, encuadradas también junto a
Jonny como “Zeitoper”, que tuvieron un éxito efímero. Sus dos siguientes obras:
Leben des Orest y
Kehraus und St Stephan constituyeron sendos fracasos. Pensando seriamente si debía abandonar su carrera como compositor, Krenek recibe el encargo de Clemens Krauss, director de la Opera de Viena, para escribir la que será su obra maestra:
Karl V.
En esta obra, en la superficie una revisión de la figura del Emperador Carlos, Krenek alude también a la situación política en Austria durante los años 30. Y propone la universalidad del catolicismo como contrapunto a las tendencias nacionalistas y xenófobas procedentes del nazismo. La obra no se pudo estrenar en Viena y acabó representándose en Praga, el año 1938. Krenek adopta para esta obra el sistema dodecafónico y presenta a Carlos (barítono), hablando con Dios y un joven monje en
sprechstimme, mientras repasa los acontecimientos de su vida con personajes como su madre Juana (contralto), su hermana Leonora (soprano), su hermano Fernando (bajo), su mujer Isabel (soprano), Lutero (barítono), el sultán Solimán (barítono), Francisco I (tenor),el papa Clemente (
sprechstimme)….
Esta es una de las óperas fundamentales del siglo XX. Escuchamos el espléndido
comienzo y el no menos excelente
final.
Enfrentado al nazismo, Krenek emigra a los Estados Unidos donde pasará el resto de su vida. Experimentador tenaz, produce obras en casi todos los estilos que aparecen en el siglo, siendo muy criticado por su eclecticismo. La calidad de su producción americana, muy alta en su vertiente instrumental, no lo es tanto en su faceta lírica, donde sólo cabe destacar la ópera de cámara
Sardakai y
The Bell Tower.