Por si les interesa, esta es la leyenda de la mulata de Córdoba:
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L a ciudad de Córdoba en el estado de Veracruz, se fundó el 25 de Abril de 1618, sobre una loma conocida en el siglo XVI como Huilango, toma su nombre del Virrey Don Diego Fernández de Córdoba quien otorgó el permiso para la fundación.
En esta ciudad, cierto día apareció una mujer de gran belleza, nadie sabía de su origen y mucho menos su final, lo cierto es que nunca envejecía a pesar de los años. Para la mayoría la Mulata era una bruja, que había hecho pacto con el diablo quien la visitaba por las noches ya que muchos aseguraban que pasando las doce de la noche, salía de su casa a través de las rendijas de puertas y ventanas, una extraña luz pareciendo que había un incendio en el interior.
Desde la primera vez que fue vista, muchos hombres se disputaron su amor sin obtener resultado suponiendo que su único dueño era Satanás. Contrario a esto, la Mulata frecuentaba los sacramentos, hacía obras de caridad y todo aquél que necesitaba su ayuda era escuchado y complacido, sin importar castas o situación económica ya que era abogada en casos desesperados, acudían a ella por lo regular muchachas sin novio, mujeres de edad madura y alguna otra que, por cuestiones físicas, iban perdiendo la esperanza del matrimonio, así como desempleados entre muchos otros.
Una más de sus virtudes era el manejo de la ubicuidad, ya que en cierta ocasión fue vista el mismo día en México y en Córdoba, pero lo común era encontrarla en una cueva. Tanta era la fama de esta mujer que en cierta ocasión llegó presa a la Santa Inquisición, de la cual escapó, sin que nadie supiera cómo, algunos aseguraron que su captura se debió, no porque fuera bruja o hechicera, sino por la simple razón de que poseía diez grandes barriles de barro llenos de polvo de oro.
Pasado el tiempo y ya olvidado este caso, llegó nuevamente el rumor de que había sido capturada y que en el próximo Auto de Fe, saldría con San Benito y vela verde. La ciudad quedó asombrada al enterarse de que había escapado y voló hasta Manila, en Filipinas, ayudada por el mismo diablo quien le abrió la reja. La verdad de los hechos es que el carcelero entró al calabozo en el que se encontraba la supuesta bruja y quedó sorprendido al ver que en uno de los muros, la Mulata había pintado con carbón un velero, ésta le preguntó:
-¿Qué le falta a ese navío?
-¡A ese barco únicamente le hace falta navegar!¡Es perfecto!
-Pues si quieres navegará y muy lejos.
-¡Cómo!¿A ver?
-Así- dijo la Mulata y saltó al velero que al principio iba lento y después rápido desapareciendo con la bella mujer, por uno de los rincones del calabozo.
Y aquí esta la pagina
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De Moncayo solamente tengo el huapango (muy apto para escuchar este mes) y la tierra de temporal con la OSN, dirigiendo Enrique Diemecke.