Alberich el Negro escribió:
Vamos a ver Nico. Yo particularmente no he hablado de jubilarse, ni de encerrarse en una residencia de ancianos a tomar sopitas y tocarle el culo a las enfermeras (que lo llevas todo al extremo siempre). Aún podría hacer muchas cosas el "bari"-tenor madrileño (por el que, como ya he dicho muchas veces, siempre he sentido una gran simpatía y del que guardo gran recuerdo por los ratos agradables que me ha hecho pasar): podría seguir profundizando en su actividad como director orquestal, aprendiendo y mejorando en esa vía; dar recitales con un repertorio menos exigente y más adecuado al actual estado de su voz (que sigue presentando un centro hermoso y bien timbrado); volcarse en sus tareas como director artístico; seguir gestionando su concurso de canto; meterse a actividades de todo tipo --desde las filantrópicas, hasta las de mera gestión o mediación--, para lo que no tendría problemas de ningún tipo, dada su popularidad y savoir faire. En fin, creo que podría seguir haciendo muchas cosas con un nivel de calidad aceptable (o altísimo), sin necesidad de darle gato por liebre al público (sobre todo al que no entiende de canto), ofreciendole prestaciones como intérprete de ópera que dejan bastante que desear. Ya, ya sabemos que la gente (incluso los que entendemos siquiera un poquito del tema) seguimos pagando a veces por verle --yo mismo he confesado aquí que renuncié a ir a ver Il postino porque él se había caído del cartel--. Y es que es un verdadero divo (uno de los pocos que ya quedan, eso es cierto) y un artista con enorme carisma. Cosas ambas que tiran mucho... Pero si bien es verdad que un servidor tiene plena conciencia, más o menos, de lo que va a ver desde el punto de vista canoro cuando canta Domingo, ¿ocurre así en todos los casos? ¿Y si la gente no sabe bien lo que va a ver, no se la está engañando? Lo hemos comentado muchas veces aquí respecto de otros intérpretes. ¿Vale para ellos y no para el madrileño? He ahí el quid de la cuestión, y lo que me hace preguntarme si es realmente honesto ofrecer a la gente ese tipo de actuaciones de calidad bastante dudosa y que traicionan la voluntad del compositor de turno (por mucho apoyo mediático que tengan y muchas alabanzas críticas que consigan acaparar). En fin, Serafín...
A ver, tres cosas:
1/ Todo lo que dice usted, cierto, y de hecho (no lo sé al 100% porque no soy su secretario) yo apuesto a que todas esas actividades que usted mismo glosa siguen ocupando mucho de su ocupación. No creo que esté dejando de lado todas esas cosas por cambiar de cuerda.
2/ Usted mismo dice que nos ofrece una calidad dudosa. Es cierto. Póngale nota, la que quiera: un 5, un 4, o un 2 si quiere. O un 8, o un cero. Lo que estará usted de acuerdo conmigo es que si usted a los portes baritoniles que ofrece Domingo les da una X, no me va a decir a que a Thomas Hampson, Gavanelli o Guelfi les da un X+1; usted, y yo les damos mucho menos que X. Salvo lo que nos quede de Leo Nucci, con todo lo feo de su voz pero con una casta como interprete brutal, el barítono verdiano es el desierto mas grande de intérpretes que existe. En medio de un desierto, seco como el ojo de la Inés, se ha plantado Domingo en su ocaso... bueno, pues nos da algo de agua, y fresca. Apenas valoraríamos su regalo si estuviéramos en un panorama lleno de ríos caudalosos y descomunales lagos, pero es que alrededor de él solo hay arena, arena y más arena. Yo creo que no podemos hablar de estafa (Gino) si lo que tiene a su alrededor es de mucha menor calidad.
De acuerdo: mal de muchos consuelo de tontos. Entonces... cerramos "Rigoletto", "Simone" o "Traviata" o suprimimos al barítono en tales obras?.
Si luego además, lo que hace, presenta como bien dice un centro aun redondo, y ojo, un vibrato aún juvenil, que no senil, pues ... qué mas queremos?. Pretende él o pretendemos nosotros que el Domingo con mas de 70 primaveras en su nueva aventura bartonil de repente sea el nuevo Bastianini, el nuevo Sereni o el nuevo Warren? Por favor, seamos serios: nadie, ni él mismo pretende eso ni de lejos, si alguien lo pone como presupuesto, ese fue el problema de partida.
3/ Hombre, ahora me vienen "Rupert" y "Spinoza" proponiendo recetas de retirada a Domingo. Toma castaña!. Vamos que Domingo no sabe gestionar su carrera y medios y necesita consultarselas a ustedes dos que le acaban de leer la cartilla. Hombres de Dios, lecciones a Domingo de cosas de estas.... antes de darlas, hay que ponerse de rodillas y besarle los pies. Y por cierto, sí, entre todas las muchísimas cosas que ha hecho Domingo, es el impulso por el repertorio español. Zarzuela incluida... y fíjate que gracia, sí, como barítono también: gracias a él "Luisa Fernanda" ha tenido presencia además de en el Real, en teatros norteamericanos, y él, precisamente era barítono en la obra. Y más cosas que tienen que ver con compositores españoles. O no fue las "Divinas Palabras" de Garcia Abril, una ópera por cierto bastante buena, la que se presentó en el Real con Domingo a la cabeza para darle mayor impulso?. Otra cosa es que como tantas cosas la ópera en cuestión apenas haya tenido multidifusiones después de su estreno... pero eso es un pecado y consecuencia común de mucho de lo que se estrena ahora por mucha coba que se le dé, aun cuando, ojo, como es el caso, hablemos de una opera que por lo menos a mi, me pareció una ópera como la copa de un pino... pero... así es la vida.