Raúl escribió:
A los detractores, argumentar algo más...
La voz no era fea, pero técnicamente es de lo peor que haya dejado el siglo XX: emisión heterodoxa, línea de canto inexistente, agudos ladrados...es que no sé qué decir...un 0 en todo. Colgad una grabación de Gobbi y me comprometo a exponer cuántas veces me saca de quicio su técnica (es un decir). Voy a decir algo y lo digo en serio...si hoy en día Gobbi tiene fans y Cura es considerado un petardo es, únicamente, porque Gobbi era un actor excelente. Porque en canto, los dos son igual de malos.
PD- Por ejemplo, en el "duelo de Toscas" dije lo siguiente acerca de su Te Deum:
"Te Deum:
La música es oscura y opresiva....algo ominoso recorre la orquesta bajo la sabia mano de De Sábata...Gobbi enuncia bien sus primeras frases “Tres sbirri, una carrozza...” remarcando mucho esas “r”...no puede negársele que el fraseo es afilado como un cuchillo, pero la voz no es hermosa y se nota desde el primer momento la incomodidad de Gobbi, el esfuerzo por poder cantar adecuadamente.
La orquesta por su parte sigue su curso implacable, la atmósfera es irrespirable...Gobbi sigue manteniendo el tipo. En “quanta promessa nel tuo pronto sospetto” escupe la frase, con sadismo, de un modo casi satánico.
Sin embargo, el canto es otra cosa y Gobbi pasa de puntillas por “Nel tuo cuor s’annida Scarpia”, como temiendo que la voz se le quebrase.
El coro funciona adecuadamente (sin ser ninguna maravilla), pero la interpretación (más allá del ritmo imparable de la orquesta) no nos llega porque Gobbi sigue a piñón fijo, sin que el canto fluya...una interpretación que no pasa del suficiente y que va a ir a peor, porque el final del Te Deum está lleno de dificultades que Gobbi no va a poder encarar correctamente. Veamos el final:
-“Illanguidir con spasimo d’amor fra le mie braccia”...ese fra es espantoso y malicio yo que la orquesta lo tapa a propósito para que no nos demos cuenta del desaguisado...el subsiguiente “illanguidir d’amor” que tanto juego le da a los grandes (Tibbet, p. ej., lo decía de maravilla, apianando) pasa inadvertido.
-“l’uno al capestro”...horrible
-“l’altra fra le mie braccia”: Gobbi se nos desmelena, y mal que hace, porque el resultado es pobre, exagerado, de una chulería barriobajera, sólo superado por el momento álgido del Te Deum que aquí casi da vergüenza ajena un “Tosca, mi fai dimenticare Iddio”...(juré no utilizar el verbo ladrar)...ummmm...desgañitado?
En fin, menos mal que el clímax orquestal funciona y la orquesta y el coro tapan a Gobbi el resto de la oración hasta la coda final de una fuerza casi telúrica, terrorífica, presagio del siniestro acto II, donde Gobbi podrá demostrarnos que cuando no se trata de cantar aún se defiende... "