Chic@s, lo prometido es deuda así que, vamos a por el resumen:
En tan sólo 8 palabras: ¡¡¡IMPRESIONANTE: LA ESCENOGRAFÍA, LA MÚSICA, Y LOS CANTANTES!!!
El tercer acto BELLÍSIMO. Una excelente escena de amor y, con una conexión total entre los protagonistas Siegfried (el Tenor John Treleaven) y Brünnhilde (la Sopranísima Debohra Polaski). Lograron ponerme la piel de gallina, y emocinarme. La gente se levantó, y al tiempo que aplaudían los Bravos no dejaban de escucharse.
Wanderer, el caminante, Dios supremo disfradado de Humano (el Bajo Falk Struckmann) "Sublime": Una técnica perfecta, una voz grande y potente, y sobretodo un timbre bellísimo.
Mime (el Tenor Graham Clark) "una pasada". Es una actor increíble, y un cantante buenísimo.
Erda (la Mezzo Andrea Bönig), guapísima, y con una voz de mezzo muy bonita. El vestuario de ella "espectacular", con un vestido largo negro ceñido al cuerpo, y encima de él, un montaje de cables (tubos finos de luz amarilla de neón, creo) que le dibujan como una falda, y que terminan conectado en la parte posterior de su cabeza. Sale en una urna de metacrilato, y el resto del escenario queda en penumbra. En una palabra "ESPECTACULAR".
Incidentes y curiosidades:
1. - No os podeis imaginar el montaje luminoso que han preparado para esta ópera, y no es de extrañar que, a mitad del segundo acto se fuese toda la luz. Sí, toda la luz, me han contado que tras el escenario se vivieron unos minutos muy estresantes.
2.- No veais el carácter que tiene la Polaski (es de las mias esta mujer).
En el tercer acto cuando está arrodillada en el centro del escenario junto a su amado Sigfried, y se están declarando su amor (un duo precioso) parece ser que, al lado izquierdo del escenario mirando desde el público la gente del equipo del Liceo estaba comentando cosas del ensayo demasiado alto (esto me lo ha contado la misma persona que era una de las que estaba allí). De repetente, ella para de cantar, pega unos golpes en el suelo, y girando su cabeza hacia el lado derecho suyo, gritando con una cara de enfado que no veais, dijo algo como que, ya estaba bien, por favor, que así no podía cantar (más o menos es lo que entendí, porque lo dijo en alemán), tan alto que se escuchó perfectamente desde todo el teatro. A continuación el director de escena le dijo algo, y el Tenor intervino, la calmó, y como si nada con un temple de hierro y de nuevo una expresión de cara de enamorada total, cuando volvió a sonar la música, terminó de cantar el bellísimo duo del tercer acto.
¡¡¡OLE SUS OVARIOS!!! Ostras, perdón D.O.A.
Conclusión:
Me documenté todo lo que pude, sobre la cuatrilogía para saber que iba a ver, y que antecedentes la precedían. Supongo que me ayudó a poderla entender mejor. Me encantó. No es el "Bell Canto" ni "Tosca" pero, en la variedad está la sal de la vida. Me gustó mucho el contexto. Yo diría que es una mezcla de leyenda medieval y del señor de los anillos. Pero, con un claro matíz realista, sí la comparamos con nuestra humanidad y su evolución que, a través del análisis psicológico de los personajes nos permite reflexinar acerca de ello.
Vamos, que el próximo viernes repito con Götterdämerung. No puedo quedarme sin ver la caída de los Dioses.
Petonets.
Tosca