donzelli escribió:
Qué no hizo para obtener esa calificación tan baja ?
no se trata de lo que hizo o dejo de hacer... porque así se podría clasificar.......
he pensado seriamente sobre si transcribir lo que sigue o no... NO SOY amigo de las críticas, como concepto en general.....
pero bueno, valga como excepción confirmante
..... porque además, se da justo que coincido en un 95 % con las opiniones que expresa:
FERNANDO PUJOL-Revista Cantata Nro.15 -Marzo-Abril 1995 escribió:
Teatro Colón
Deslucida Italiana en Argel.
"La Italiana en Argel", calificada por el enorme Rossini como "Dramma giocoso", es una de las obras más "peligrosas" del célebre compositor de Pésaro. Si se cuenta con los cantantes capacitados, vocal, estilística y musicalmente, con un director dúctil e inteligente, la obra resulta de una exquisitez y una frescura envidiables. Y si no que lo digan quienes como yo gozaron de aquella memorable versión de 1970, caso contrario, llega a resultar pesada y exasperante, sobre todo en su segundo acto.
Lamentablemente esto último sucedió en la función del viernes 18 de noviembre de la actual temporada del Teatro Colón (1994, por cierto). Maurizio Benini debutó en nuestro teatro y denotó una falta total de estilo; su batuta fue constantemente "metronómica", no logró distintos planos en la sonoridad y tampoco encontró las medias tintas rítmicas: sus "tempi" fueron siempre extremos y en algunos casos caóticos, como ser en el estupendo final del acto primero, conducido a una velocidad que convirtió a un concertante maestro en un pandemonio. La orquesta lo secundó como pudo y pueden salvarse, sobre todo, los buenos trabajos de los "instrumentinos".
Pier Luiggi Pizzi movió con atino y con ciertas trouvailles a los personajes solistas e incluso al coro, no convenciéndome la personificación de la protagonista.
Pero es innegable que hubo una idea no exenta de talento, con un vestuario vistoso, y una escenografía producida por la Opera de Montecarlo, no del todo acertada.
El coro se acreditó otro trabajo de real categoría, de la experta mano de Vittorio Sicuri.
Jennifer Larmore debutó entre nosotros; es musical, como todo el cast, se la ve bonita y tiene una estupenda figura, canta correctamente la coloratura pero su voz tiene distintos colores. En el extremo agudo, donde su emisión es más franca, suena como una soprano lírica. En el grave, su sonido es endeble pero su peor zona es en la que transita entre ambos extremos; allí para darle color entuba y logra sonidos afectados y realmente ingratos. Hay dos maneras de afrontar este personaje: una puede ser como lo hizo la exquisita Berganza, o sea, con elegancia, sutilezas, belleza y con un canto y una musicalidad no estentóreos, pero tampoco menos sonoros que el de la cantante que nos ocupa, y además con lo que sólo Berganza podía darnos. Otra forma es la de dar una Isabella de fuerte temperamento, como fue por ejemplo Oralia Dominguez en 1961 o Marilyn Horne en 1981 en el Met; ellas eran las antípodas de Berganza, pero cantaban una Isabella igualmente válidas.
Larmore, amén de las limitaciones más arriba mencionadas, apeló escénicamente a desplazamientos poco sutiles y a movimientos más cercanos a las películas de Blanquita Amaro que a la escencia del personaje rossiniano.
Stefano Rinaldi MIliani está a una distancia sideral de Mustafá. Su voz es absolutamente baritonal y por momentos "incolora"; maneja bien los fiatos y, como ya he manifestado, luce musical, pero Mustafá es otra cosa. Debe tener una veta grotesca a la cual se llega por medio de la "furia argelina", si no es inconcebible el miedo que le tienen sus súbditos.
Carlos Chausson fue el más "compuesto" del cuarteto protagónico, pero si bien intentó ser sutil y refinado, no lo pudo lograr nunca al poseer una voz sonora, pero áspera y vulgar.
Mónica Philibert se las compuso como pudo para luchar contra la histeria musical de Benini y donde pudo emitir un sonido sostenido, puso de manifiesto su bello timbre. Correctos Gustavo Gibert y Alicia Cecotti.
William Matteuzzi es sin duda uno de los casos más desconcertantes que haya escuchado en mi larga vida de melómano. Cuando finaliza la introducción del andante "Languir per una bella", se oye el canto de Lindoro y tuve que mirar fijamente al escenario, pues creí que la que cantaba era una mezzo; para colmo Benini permitió en la introducción una sonoridad casi grosera que se hizo más patente ante la petulancia vocal del intérprete. Leyendo el programa de mano, me entero que contribuyó a la formación de este extraño elemento nada menos que el auto-osanado Rodolfo Celleti; este personaje, en un libro donde comenta grabaciones, no deja títere con cabeza: critica a todos los cantantes habidos yp or haber, pero en materia de tenores se salvan - y en parte - Lauri Volpi y Schipa, pero a algunos los desprecia con juicios impiadosos, como por ejemplo a Nicolás Gedda nada menos, a quien califica como "el tenor más aburrido de la historia de la ópera y además con voz de comprimario". Ahora bien, si esto es lo que el señor Celleti prefiere, termino por comprender perfectamente sus conceptos. Gracias a Dios creo que muy poca gente puede compartirlos.
Matteuzzi canta con voz afalsetada en todo el registro y, no bien suena un instrumento que no forme parte del "accompagnato" sutil, desaparece literalmente.
Pero además, cuando emite los agudos escritos y los que inventa y agrega sin piedad para el pobre oyente, produce los más desapacibles chirridos que jamás haya oído en ningún tipo de canto.
Había gente que se quejaba y con razón, de que cuatro funciones eran muy pocas para una ópera que se representaba muy de vez en cuando: para los que no pudieron asistir y tienen interés en oír los agudos de Matteuzzi, les sugiero que le pisen la cola a cualquier gato.
y con esto, corto el tema, que no quiero que werthercito se me enoje en serio.....
solo decir que, lamentablemente, coincido particularmente con las apreciaciones (aunque no del todo con la forma de expresarlas, y menos en un medio gráfico) del crítico (que a la vez, me parece uno de los mejores críticos que he leído... no por esta crítica en particular, si no por muchas otras.... un tipo que sabe, critica - para bien y para mal - dando fundamentos técnicos a sus opinones.)
Citar:
En mi opinión no tiene las notas de Nemorino,en el Alfredo mucha expresividad mucho movimiento y una linea de canto muy deficiente,con agudos inexistentes,y lo de Berlín,de salir corriendo.
Actor es, sin discusión, pero tenor lírico, ............. no coment.
pues......yo solo escuché el alfredo, y me encantó....
..... algunos elementos de fraseo cuestionables, quizás (seguramente), pero compensa magníficamente.... por otro lado.... que las notas de elixir no son más o menos las mismas de alfredo ? ninguno de los dos son roles extremamente agudos...
beshos
simon