Despues de casi nueve meses de ausencia volvimos a casa, el dia que, ademas, la ABAO dedico la funcion de este holandés a la memoria de Birgit Nilsson, recientemente fallecida, y el dia que estrenaron la doble traduccion simultanea en las dos lenguas oficiales de la Comunidad.

Tambien estrené compañero de funcion, Andrea, que puedo certificar habla más que escribe.

La funcion. notable. Algo faltó para el sobresaleinte pero fue una veldada de altura. Albert Dohmen, próximo Scarpia en esta plaza, tiene una voz que no deja indiferente, de volumen y con unos graves que llaman poderosamente la atencion. Cabe decir que estamos ante un bajo-barítono y, desde luego, a mi me gustó aunque tenía cierta tendencia al forte.

Eva Johansson tiene la típivçca voz dura, de sonido no muy grato pero fue una segura Senta. El que me decepcionó en cierta forma -sobre todo despues de los tremendos halagos de Andrea, masnaieri y cía en la comida de diciembre- fue Hans Peter König, Daland, que enseñó una voz muy bonita aunque con evidentes asperezas en la zona aguda; en ocasiones la voz perdía contundencia y ello me sorprendió negativamente. De todas formas su Daland fue notable, aunque lejos de la matricula de honor que uno podía esperar.

Jorma Silvasti me encantó en el Laca del Liceu y volvió a enseñar una voz preciosa en el insustancial Erik. Este personaje, denostado por simple, tiene una música preciosa que Silvasti cantó con muchísimo gusto, con especial atencion a los "adornos" bien cantados de su aria del II acto. Quizas le falte volumen pero el timbre es bellísimo.

Angel Pazos fue un timonel mñas que solvente y Francisca Beaumont una mary justita.

El coro masculino, perfecto mientras que el femenino en la escena de las hilanderas me decepcionó bastante: desaliñado, sin orden ni caracter suficiente.

Juanjo Mena reeditó su éxito de la "Salomé" del año pasado y parece que tenemos a un director de opera para el futuro en este Bilbao. La respuesta de la gente realmente fria, sin apenas bravos para los cantantes con la excepcion de König y Mena.

De todas formas, insisto en que la velada fue notable y se reafirma que Bilbao es una plaza de calidad para ver un buen Wagner.

PD1: fui a la ópera con un trancazo de mil demonios: mocos, toses, carraspeos... que traté de disimular lo más posible, no así los quinientos moribundos que asistieron a la funcion, quizás enviados por el Servivio Público de Salud en vísperas de su fallecimiento.

PD2: hay gente que cree que en la opera se debe aplaudir cuando el telón se mueve. Que la música siga durante varios segundos es solo un error del compositor... o del director.

Gracias por la crónica. Me alegra que fuera una velada disfrutable en conjunto, al margen de la sección tísico-moribunda que nunca falta. Me dejas intrigada con lo de la traducción simultánea a las dos lenguas. Tú que sabes, ¿qué tal estuvo?

Me temo que ninguno de los dos prestamos demasiada atención a la traducción.

Atención al ninguneo a Jorma Silvasti.

Era pura curiosidad

Tomamos nota del ninguneo

yo estuve en el ensayo general y vuelvo el lunes de nuevo.
estoy bastante de acuerdo con marttit excepto en lo que ha albert dohmen hace referencia.
no estuvo un poco tirante en los agudos(sobre todo en el primer acto)?, eso si, su presencia escenica grandiosa.
a resaltar el coro masculino, el cual esta en una forma explendida.
totalmente de acuerdo con lo del publico, en cuanto ven el minimo movimineto de telon todos se ponen a aplaudir como posesos.

en cuanto a las toses en el ensayo tuve algo mas de suerte que vosotros, algo por otra parte reseñable.

marttit te llevo una sorpresa a oviedo...

MartiTT:

¿Era una versión de concierto?

No. ¿por qué?

Porque sólo has hablado de la parte musical del evento. La parte teatral ha quedado tras el velo de las tinieblas

¡¡Qué rápido!! Todos los que me acompañan a la ópera me suelen decir lo mismo (ahora podría poner un muñequito de esos con cara risueña, pero no quiero), que paso muy mucho de la escena y es cierto: si no me molesta, ni me molesto.

La escena es muy naturalista: unos bloques grandes de hielo dominan el centro de la escena mientras que en la derecha tenemos el barco de Daland, al que se encarama el timonel poara su arieta del acto I.

El barco del holandés aparece al fondo del escenario a través de un juego de luces rojas y la figura de un mastil, pero desde mi localidad era muy dificil, por no decir imposible, apreciarlo correctamente.

El acto II se realiza en un salón grande y vacio tras la balanda de Senta, mientras que el acto III recupera la escena del I, con el añadido de una pequeña elevacion montañosa en el fondo de la izquierda, a partir del cual se despeña la desdeñada Senta.

Un responsable de la ABAO señaló en una entrevista radiofónica que esta produccion era la mas tradicional de todas las que se iban a ver en Bilbao este año.

wow.... esto es una sorpresa
en serio lo digo, no estoy siendo irónico ni nada..... no sé porqué, pero supongo que por el repertorio que te gusta (y la apertura que tienes a todo tipo de repertorio), siempre asumí (mi error, obviamente) que te interesaba la parte dramática y todo lo que tenía que ver con la escena........... me agarró por sorpresa el comentario....

beshos

simon

Efectivamente, por eso iban los muñequitos diabólicos

Es que para mí la parte escénica es igual de importante que la musical.. al fifty/fifty

Rodolfo Pinkerton...................

TE EXTRAÑÉ !!!!!!!!!!!!

jajajajajjjaajajaj

beshos

simon

Gracias Simon..

He estado un poco missing, entre líos de trabajo y vacaciones navideñas un poco más largas de lo habitual...

A ver si ahora puedo participar un poco más y defender la "teatralidad".

Pues no se por qué. En la interminable e histórica discusion sobre la prevalencia de voces o escena en el im`posible equilibrio de la ópera yo apuesto por el canto. La escena me entra, la analizo y, normalmente, me deja frio. Tengo muy pocos buenos recuerdos de escenas que me hayan impreisonado positivamente.

Esta actitud tambien tiene la lectura contraria: es raro que una escena me moleste. Calixto Bieito, en lo que le he visto, me ha hecho mucha gracia pero nunca me ha enojado o encabronado. Respeto a los que se sienten "traicionados" pero no lo entiendo.

Quizás con un ejemplo me entiendas: ante el "Tristan und Isolde" haga la escena que quiera que ante esta música todo palidecera.

Eso sí, preferencias las tengo: cada vez que veo esas puestas enescena desnudas de Wieland Wagner en Bayreuth me muero de envidia. ¿Para qué recargar la escena si la música lo dice todo?

No espero adhesiones ni que nadie me sugiera que vea solo óperas en version concierto: yo me hecho diez horas de coche en 24 solo para ver así un "Parsifal".

Hombre, todo tiene mucho que ver con la manera en que llegamos a la ópera... mucha gente llega a la ópera a través de la música, como una evolución de haber escuchado música clásica desde muy pequeños; y otras como en mi caso, a través del teatro... A mi desde pequeño me gustó mucho el teatro, e hice mis pinitos sobre las tablas... y llegué a la ópera como una evolución de mi gusto por el teatro... además, por deformación profesional, siendo arquitecto, pues tengo la sensibilidad más desarrollado hacia lo visual y espacial... Y como tu bien dices, ante ese "imposible" equilibrio yo personalmente me inclino más al aspecto "escénico".. lo cual no quiere decir que no me co*** de gusto escuchando un aria bien cantada