Gruberoviano escribió:
El arte no está pensado para evadirse. El arte está pensado para hablar a la sociedad y obligarla a que se haga preguntas. Si para eso hay que incomodar al público, bienvenido sea. El público que no quiere ver nada trascendente y que va al teatro a evadirse, la verdad no me interesa. Hay mucho, sí; pero al teatro deberíamos ir a otra cosa.
Ese es el rollo que, a partir de determinada época (fundamentalmente el Romanticismo), se buscaron quienes forman parte del mundo del Arte para poder vivir del cuento y darle más importancia a lo que, hasta ese momento, había sido una actividad de artesanos. A mí no me parece mal que se reivindique la trascendencia del Arte --yo, evidentemente, creo que se trata de algo más que un simple ejercicio artesanal--, pero desde luego no me trago la soflama que nos lanza aquí Gruberoviano sobre la obligatoria implicación política, social, económica e ideológica que, por el hecho de serlo, debe de tener el arte (todo el arte). Puede, y lo hay, arte comprometido (llamémoslo así); pero también existen manifestaciones artísticas pensadas simplemente para entretener y evadirse, y no por eso dejan de merecer la calificación de "arte". Creo que Gruberoviano ha asumido (¿en exceso?) los postulados que planteó Wagner para dar importancia a su profesión...