lord cacahuete escribió:
A este paso la ópera volverá a los benditos tiempos del gran Haendel, con tenores capones que hacían pirotecnia vocal pero luego, los pobres, no acosaban a nadie, por razones obvias. Estos tenores viriles a los que las jovencitas (y las no tan jóvenes) esperan ansiosas en el camerino están en vías de extinción, cual dinosaurios.
Si fuese yo el artista que recibiera visitas post función en camerinos, pediría previamente la presencia de un fedatario público y de personal de seguridad
