¡Estupendo!
No soy el único que se aburre con el Rosenkavalier.
Sobre todo, en discos.

Como ópera me interesa más I pagliacci de Leoncavallo, pues no soy aficionado especialmente a las sopranos y Der Rosenkavalier es, sobre todo, una obra de féminas... Eso hablando de obras, exclusivamente.

En cuanto a versiones discográficas, la cosa ya es bien distinta: para mí no cabe duda que, como grabación, el disco de Kleiber es mucho más interesante y completo que esos Pagliacci de Karajan, aunque, personamente, guardo muy buenos recuerdos de otras versiones de la obra straussiana (¿por ejemplo, Clemens Krauss en vivo, Salzburgo, 1953? ¿Karajan, 1956?). Pero ha de reconocerse la joya discográfica que se propone. Mi voto, pues, para el DER ROSENKAVALIER kleiberiano.

Rosenkavalier

Rosenkavalier.

Ahora, imaginen el Bajazzokavalier. En vez del aria un poco pelma del tenor italiano, una representación completa de Pagliacci en el palacio de la mariscala. En vez de unas míseras tres horas y media de función, cuatro horas y media. Regalo la idea al mundo. Soy así de desprendido. Aburramos a todos. A los que se aburren con Rosenkavalier y a los que se aburren con pachán pachán, chin pun, llega cogniaccio, digo pagliaccio.

Pagliacci

Con dolor. Me gusta más el caballero de la rosa en todos los aspectos, la versión me chifla y hay que tirar pétalos por donde pisa Kleiber senior.
Peeeero

Cuando el verista chef se llama Bergonzi -o Gigli- hablamos de la extinta hamburguesa de mamut que solo pudieron probar los primeros exploradores del polo -y sus perros- debido al perfecto estado de conservación.
Si ese Pagliacci no es gastronómicamente histórico y destacable es que entiendo menos de lo que pensaba -tampoco es que sea mucho-.

Der Rosenkavalier.

Y que me perdone Bergonzi.

Der Rosenkavalier. Lo que hace Kleiber padre con la WPO no es de este mundo.

PIIIIIIIIIIIIIIII.

Pasa Der Rosenkavalier.

Estimado vulgo:

He de avisarles que, terminado el partido de hoy, probablemente tengamos que hacer una INTERMISSION de unos días (yo prefiero llamarle RAIN DELAY, que es como más de la Duquesa de Kent), porque el acceso a internet de Su Diva puede presentar incidencias, pero mientras tanto, vamos con un duelo de pesos pesados:

MEYERBEER: Gli Ugonotti. Corelli, Simionato, Sutherland, Ghiaurov, Gavazzeni, Milán 1963



vs


WAGNER: Der Ring des Nibelungen Hotter, Nilsson, Windgassen, Ludwig, Crespin, Solti, DECCA



Una mítica función con un reparto babilónico se enfrenta a una mítica producción discográfica con otro reparto babilónico.

Pueden empezar.

Der Ring

No hay color.

El anillo.

Der Ring des Nibelungen.

Payasos es una maravilla desde la perspectiva teatral, un libreto perfecto, teatro dentro del teatro, como aficionado al arte dramático me descubro ante Payasos y su guionista, pero… dentro tiene muy poquita música. Su compositor fue un músico de segunda fila, y eso se nota en cada compás, estamos ante una música agradable, resultona, y nada más.
Richard Strauss es uno de los diez o doce mejores músicos de la Historia, y eso se nota en el Caballero y se nota en cualquiera de sus restantes obras, sean operísticas, instrumentales o canciones. En el Caballero hay música para dar y tomar, hay hallazgos continuos, hay una instrumentación orquestal pocas veces superada. Comparar (musicalmente) al Caballero con los Payasos es inviable. Strauss cena con Beethoven y Wagner, mientras que Leoncavallo entre ellos es un músico de café.
Yendo a las ejecuciones, mi Payaso preferido es Pavarotti, siempre lagrimeo cuando se enharina la cara, no puedo evitarlo.
En cuanto al Caballero, no hay que escucharla sino verla. Es una ópera totalmente visual, hay que fisgar en el tocador de la Mariscala, hay que ver la cara que se le queda al Barón, hay que ver lo guapo o guapa que va Octavian con su rosa. La última versión que he visto fue la de Fleming/Elina Garanca (Met) y me encantó. No eché de menos a Von Karajan para nada. Los tiempos cambian!
Saludos

Vamos, para mí no admite la menor duda pues estaríamos ante el duelo más desigual hasta el momento (a mi modesto entender): una de las obras más petardas de la historia de la ópera se enfrenta a una de las mayores creaciones artísticas realizadas nunca por el ser humano. Mi voto inquebrantable para DER RING DES NIBELUNGEN, que además se ofrece en la que, quizá, pueda ser considerada la mejor versión de estudio de todas las existentes...