Para que luego digan que no nos queda margen de sorpresa. Hablando con un amigo sobre los límites de la ópera hablamos de este género entre árabes y/o musulmanes y el África Negra como mundos en los que la ópera les parece algo totalmente ajeno. Me comenta este compositor, afincado en Ucrania -de ahí que en esta ópera la orquesta sea de tal país-, que es iraní y que es "distinto". Y me dispongo a escuchar Abdi y todavía estoy flipando. este mundo es otro radicalmente distinto. Ópera en persa, con un reparto extenso, de hora y tres cuartos y que podría interesar a aquellos amantes de la cultura de Oriente Medio.

He de reconocer que con esta ópera no soy imparcial porque para mí Wozzeck es la mejor ópera del siglo XX. Además, esta versión que pude ver en Madrid es impactante. Por lo tanto, pleno disfrute doméstico.

Una clásica polémica siempre sale con esta versión completísima de "Il Trovatore".
Pavarotti, a pesar las críticas a su encarnación, para mí hace el más hermoso Manrico de la discografía...o uno de los más hermosos - para no herir susceptibilidades - A años luz de su versión pluscuamperfecta del CD con arias de óperas que realizó al principio de su carrera discográfica, pero aún con una belleza tímbrica solar, mediterránea, cálida como para ser referencial en ciertos aspectos ...y perfectamente pronunciado.

La Azucena de Horne es inexistente en su carrera, puesto que es un producto discográfico - no sabremos como funcionaría en directo - pero su interpretación es fascinante. No voy a dedicarle más comentario, puesto que es opinión general esta que doy.
Los "peros" son Wixell y Sutherland. Wixell hace un correcto y elegante/aristocrático Conde di Luna, pero vocalmente no es insignificante, sino sólamente correcto y simplemente digno. No molesta pero hecho de menos a un Capuccilli en este papel, aunque creo que por concepción de la batuta, hubiera pegado menos que el delicado y pulcro canto del bueno de Ingvar.
Sutherland? bueno ...en Leonora hay evidencias belcantistas que cualquier aficionado recién llegado a estos lares puede percibir. Por otro lado, la falta de graves, la dicción borrosa y entubamientos ocasionales hacen que su personificación, de las más perfectas que he escuchado en el tercio superior, adolezca de debilidades....junto a un vibrato un poco ancho ya por este año 1976. ¿Caballe hubiera sido la otra opción como Leonora en ese 1976? No sé, ya estaba la voz gastada arriba y con esos graves abiertos. Hubiera sido una Leonora sin tantas piruetas vocales, sin tanto brillo. De todos modos, es pura fantasía.

Resumen: una versión en la que siempre caigo, ya que responde fielmente a una concepción de Bonynge que es plausible dada el belcantismo aún latente en esta partitura y con un Manrico hermosísimo.

Para esos años, la dupla Sutherland/Pavarotti estuvo con patente registrada, así que difícilmente otra soprano pudo entrar en el juego como protagonista, salvo que definitivamente no estuviera por ningún lado en repertorio como ocurrió con la Luisa Miller que sí grabó Caballé con Pavarotti.

Además doña Joan también cantaba en escena la Leonora.

Para complementar la apreciación sobre la señora Horne y la Azucena, una curiosidad:

https://youtu.be/ZBhLejpgfUA

Unos trinos perfectos los de Horne, ciertamente, pero se ve claramente que en directo, estaba fuera de sus posibilidades. Hizo bien en no acercarse a este papel y Dame Joan Sutherland... bueno.... hizo "su" Leonora belcantista, opción perfectamente posible, pero creo que otras voces con un centro más rico, más sonoro, de mayor presencia, hubieran cumplido de modo más holgado con las exigencias canoras del rol. Cierto que Milanov no tenía esa agilidad que tenía Dame Joan - y que son también exigencias de la partitura - pero se defendía muy bien con una voz que por naturaleza podría pensarse menos proclive a estas filigranas. En el sentido de la agilidades, presentes y de qué manera en Leonora, Dame Joan hace mayor justicia a los requerimientos de Verdi, pero Milanov fue una voz que en 1945 era la "Leonora ideal" por vocalidad. El pero que le pongo es que en ocasiones, parecía hacer más caso a la voz que a la palabra y eso en Verdi lo encuentro pecado venial. Se centraba en las arias y desdibujaba su personaje en los recitativos. Un modo de cantar con un vecchio stile que me recuerda un poco a la concepción de caballe, soprano que tenía elementos con la Milanov en común. Añeja, pero la vocalidad, está ahí presente.

Pavarotti acabo de verle en varios videos de San Francisco y Tokio y se ve apuradete en "la Pira". Se ve que rendía mejor en el estudio, puesto que lo noto muy lírico para la parte. Pudo con Manrico, pero estaba en los límites de sus posibilidades. Tenores más o menos contemporáneos o inmediatamente anteriores como - por ejemplo - Corelli o Bonisolli en el terreno vocal, tienen un mayor e impactante rendimiento ( y mi paisano Pedro Lavirgen!!!) que el modenés, pero a pesar de todo, por belleza, Luciano es mi referencia.

Una grabación en directo siempre tiene sus pegas y en el caso que nos ocupa la dificultad de Anja Silja para abordar Isolde quedan manifiestas. No creo que nadie se extrañará si digo que el Marke de Talvela es imperial.

Una obra a la que le hinco el diente muy de pascuas a ramos; casi con lo que me pasa con la oportunidad de verla en directo. Kanppertbusch en Viena y 1951, ¿qué podía salir mal? No deja de ser interesante comparar elenco y versión con la de Herbert von Karajan del mismo año en Bayreuth.

Hasta donde yo se no hay tetralogía completa de Artur Bodanzky de 1937 y se ofreció en su momento una miscelánea con el añadido de la versión de Leinsdorf de Die Walküre. Este prólogo tiene caídas de tensión en el sonido, presentación radiofónica y algunas voces discutibles pero a mí me sigue pareciendo fascinante poder escuchar una grabación de 85 años con semejante claridad.

En el Sello Archipel hay una grabación de Die Walküre dirigida por Bodanzky. Los actos II y III son de 1937 mientras que el Acto I es de la edición de 1935...

Y se hizo la luz. Pocos cantantes, se podrán elegir con los dedos de una mano, han marcado un hito imbatible a la hora de cantar un personaje y uno de ellos es Lauritz Melchior y su Siegmund. Sencillamente estratosférico. Los Welse! hoy en día solo se sueñan; y ese timbre heroico, denso, carnoso, permanece imbatible a lo largo de la historia discográfica. Quizás no se llegue al grado de perfección de la versión con Bruno Walter pero, madredelamorhermoso, ¡qué manera de cantar!

De entre los mortales, muy bien ellas y sobre todo quiero subrayar -aunque solo sea porque es la menos popular- la Fricka de Kirsten Thorborg, de voz y graves impresionantes. Friedrich Schorr, otro mito, tiene notas calantes y algunas dificultades en la zona aguda; y Alexander Kipnis es demasiado exhuberante, se pasa la partitura por el forro aunque la voz impone mucho.

La versión está reducida en exceso. El acto I dura 55 minutos y es que Erich Leinsdorf les lleva a velocidad de crucero. El acto II está mutilado hasta hacerlo irreconocible con sus 62 minutos, cortándose media hora de la partitura general, siendo los grandes afectados el monólogo de Wotan y el rol de Sieglinde. Con todo, de escucha obligatoria cuando algunos aplauden a Siegmunds mediocres hoy en día.

Es que como Melchior no ha habido, hay ni habrá otro que se le acerque siquiera. Esta versión es un tesoro y como tal la guardo.

Sería bizantino, seguramente, tratar de discernir si es más perfecto el Siegmund o el Siegfried de Lauritz Melchior. En cualquier caso, se mantienen imbatibles a lo largo de la historia discográfica. Por poner un ejemplo, uno escucha la canción de la fragua y el 95% de los tenores posteriores tienen que bajar la mirada.

Melchior era una mala bestia, ya sólo la energía y vitalidad que imprime a lo largo de la obra. Ni un sonido mal emitido, ni muestra de cansancio, fresco como una rosa. Me ha arruinado a todos los Siegfrieds posteriores menos a Windgassen (que es un cantante muy diferente).

Ha! Wonnige Glut!
Leuchtender Glanz!
Strahlend nun offen
steht mir die Straße.
Im Feuer mich baden!
Im Feuer zu finden die Braut!
Hoho! hahei!
Jetzt lock' ich
ein liebes Gesell!

Este fragmento del tercer acto siempre me ha parecido un punto clave para distingir a un gran Siegfried de uno más débil, Windgassen lo resuelve con elegancia a pesar de que vocalmente no es un fenómeno, Aldenhoff lo sobrevive, otros cantantes incluso grandes cantantes con grandes voces perecen Hopf, Svanholm... y bueno, de cantantes a partir de los 70 no digo nada...
Melchior lo canta con una facilidad pasmosa, me parece sobrehumano.