Creo recordar que esta es la única grabación en la que Dietrich Fischer-Dieskau no me gustó.

Acabo de ver en Youtube una versión de Jenufa, de Leos Janacek, que es una auténtica joya.

Ya de por sí, en la batuta está uno de los grandes valedores de la música checa: Rafael Kubelik. Al frente de la orquesta de la ópera de Múnich, Kubelik dirige una versión potente y cargada de dramatismo, dando a la obra de Janacek una electrizante tensión dramática, como en la obertura, la sobrecogedora introducción al acto segundo o la del tercero. La percusión está presente desde la famosa introducción de la obra, extendiéndose por todo el primer acto, siendo quizá el primer caso de lucimiento del xilófono en una ópera. Esta tragedia costumbrista de deshonor, amor e infanticidio es la tragedia de una mujer despechada y otra mujer, su madrastra, que debe decidir qué hacer para salvarla de la deshonra al ser madre soltera. Una obra que sigue vigente en tantas sociedades del mundo y que tocaba muy de cerca al ambiente rural de la Bohemia de la época. Janacek sabía combinar los ritmos y las melodías del folclore checo junto a la tensión dramática y teatral de sus historias. En esta versión, Kubelik une todo eso a una majestuosa dirección y de rápidos tempi, pero con el toque distintivo de la opulencia de una orquesta alemana.

Estamos en 1970, y esta obra está cantada en alemán, como se hacía aún con muchas obras no germanas dentro de Alemania. Y muy especialmente las óperas eslavas. El reparto es tan espectacular como la obra y la dirección orquestal, lo que coronaría a esta versión como referencial de no ser por que no está cantada en su idioma original. Y lo que es curioso, es que se trata de un reparto muy wagneriano, y de la excelente calidad del Múnich de esta época.

Hildegard Hillebrecht es Jenufa, una soprano lírico-dramática, con un timbre oscuro, que hoy en día cantaría Brunilda, Elektra... y aclamada en todos los teatros por ello. Además es una gran actriz.

Sin embargo el gran reclamo de este vídeo es la Sacristana de Astrid Varnay. No hay muchos registros en vídeo de esta legendaria intérprete, y desde luego ninguno wagneriano. A sus 52 años, y ya retirada de sus legendarias Brunilda, Ortrud, Isolda o Kundry, la soprano sueca empezaba una nueva carrera como mezzo-soprano que se alargaría por 25 años más. Aunque ya no estuviera para cantar los roles que le dieron fama, aún tenía la voz en excelente estado, y eso le permite afrontar la Sacristana, hasta el punto de ofrecer una versión de muchos quilates. Los agudos potentes, ese timbre tan oscuro y dramático, maduro que tanto caracterizó su voz, y también los pianissimos fabulosos en el segundo acto. La autoridad en escena que emana, comiéndose el escenario nada más entrar. Su escena del acto segundo es un deleite visual y musical, así como sus expresiones, algunas heredadas de Wieland Wagner. Una interpretación legendaria.

Como el malviviente Steva, Jean Cox, el Sigfrido de los años 70, aparece pletórico de voz en este corto pero clave rol. Como actor muestra la socarronería y lo patético en lo que incurre su forma tan vividora de ser.

Y como el resentido pero siempre tenaz Laca, un joven William Cochran realiza una brillante y estupenda interpretación, tan pletórico de voz como Cox, y un timbre de voz heroico y prístino.

Lilian Bennignsen como la Abuela Buryja tiene una voz de contralto destacable.

Del resto del reparto, todos están al mismo nivel excelso.

La puesta en escena de Günter Rennert es totalmente conservadora, cartonpiédrica, pero no con un fin peyorativo. Uno realmente se siente en un pueblo moravo, con las casas de pueblo, el molino, y al fondo un precioso telón en el que aparece pintado un paisaje montañoso, que en el vídeo parece de color más bien azulado. Los actos restantes muestran la pétrea, humilde pero con un toque intimidante, casa de la Sacristana, lo que intensifica aún más este drama.

Ningún entusiasta de esta obra maestra de Janacek debe perdérsela.

Pues yo la única Medea que he podido ver en vivo ha sido Violeta Urmana que, a pesar de su falta de temperamento, sacó el tremendo papel más que dignamente. No sé si hay grabación por ahí para que alguien "luzca" algún comentario

Dado que la Sra. Leonie Rysanek como Sacristana, además de colocarme al borde del infarto, me convirtió en 1993 en "Jenufista" militante, tengo en DVD hace tiempo esa Jenufa de Munich cantada en alemán que comenta AngelParsifal y resulta imprescindible, principalmente, por Rafael Kubelik y la grandísima Astrid Varnay.

Está muy lejos de ser una versión completa; quizás no llegue ni a la mitad de la música de toda la obra pero no deja de ser un testimonio muy interesante de cómo se cantaba Strauss hace casi un siglo.

https://www.youtube.com/watch?v=geY1BsXu288

Cio-cio-san: Dame Gwyneth Jones
Pinkerton: Giacomo Aragall
Suzuki: Gudrun Wewezow
Sharpless: Raimund Grumbach
Kate Pinkerton: Helena Jungwirth
Bonzo: Karl Helm
Goro: Friedrich Lenz
Yamadori: George Paskuda
Conductor: Heinrich Bender
Stereo recording Bayerische Staatsoper Tuesday 26/2 1979

Me ha sorprendido muy gratamente la Cio-cio-San de esta verdadera Grande que daba lecciones de canto aquende y allende los Alpes. Una voz squillantísima que se come con patatas a Aragall en el dúo, pero que interpreta como pocas, teniendo un grandísimo legato y un fraseo imaginativo y variado. La voz: hermosísima. Tengo otra grabación suya de esta japonesa de 1990 y no sufre en todo este tiempo un aparente deterioro...¡con el repertorio exigente que cantaba a la vez! Eso sí: no llega al re de su entrada a la ópera pero ...pecata minuta.

Aragall: oro. Yo lo tengo en otro joven Pinkerton en los sesenta - Liceo - y sigue siendo oro en polvo.

No sé si Carl Tunner tendrá estas grabaciones de esta soprano tan admirada suya. Es la mejor versión que hay, mejor que la de 1977 por compañeros de reparto y por sonido. En 1990 está igualmente superior, pero no está Aragall y no da - por la face - el re de su entrada y tienen un problema con el agudo final de dúo del Acto I.

Esta soprano, cada vez que la escucho, la admiro más: por méritos propios. Yo no regalo halagos.

Pues no, no conozco la Butterfly de Gwyneth Jones. Ni sabía que la había cantado. La escucharé.
El sobreagudo de la entrada de la protagonista juraría que es optativo. De todos modos, grandes intérpretes del inmortal personaje, como Clara Petrella, no lo emitía.

Estamos en 1986 y Riccardo Muti, al frente de las huestes de La Scala, nos regala esta apasionada y arrolladora concepción de una ópera fatalista, por mucho que Verdi nos endulzase el final original y quitase tanto cadáver de la escena. Domingo hace gala de un Alvaro de muchos quilates, con un timbre algo oscuro y una caracterización espléndida; por fortuna, el registro agudo carece de exigencias comprometedoras. Como curiosidad, el fra Melitone de un sexagenario e incombustible Bruscantini.

Sé, me consta, estoy seguro de ello, que aquí hay más de uno y dos admiradores de esta grandísima soprano peruggiana. Pongo una necrológica de Fernando Fraga que creo que acierta de pleno de lo que fue y significó Antonietta Stella:
Entre Tebaldi y la Callas, la Stella
"Siendo la más joven de las tres, Antonietta Stella hubo de medirse en los escenarios con dos gigantescas rivales: Renata Tebaldi y Maria Callas. Pudo soportar las inevitables y algo siempre malignas comparaciones. Siendo su voz acorde con los cánones de belleza mediterránea, no tenía el esplendoroso y arrebatador timbre de la Tebaldi, pero sus agudos si bemoles eran más regulares y seguros. Sin el formidable talento dramático de Callas, sabía dar vida y presencia a todos sus personajes."

Coincido plenamente con este análisis, y para un maniático de la perfección y que sabe valorar el equilibrio en el canto, esta soprano es un bálsamo acústico, puesto que los dos platos de la balanza, están servidos con calidad garantizada. En el plano vocal, ciertamente que su voz recuerda...aunque lejanamente por tímbrica, a la famosa soprano pesarense. Está servida con un equilibrio de tesitura admirable: unos graves presentes, pero emitidos sin forzar, hermosos y un "Do" en el "Io quella lama gli piantai nel cor." desahogado que por cierto, casi siempre noto forzado - cuando no calantes - en Tebaldi (hay un video en YouTube que trata sobre esta nota en Tebaldi que es demoledor). En el plano expresivo ella sabe interpretar, pero siempre dentro de una contención...sin descuidar con gritos veristas, excesivos, su línea de canto, de una equilibrada factura ésta. No hay ninguna frase mal cantada, descuidada...ninguna. Por una vez los sollozos no me suenan postizos: hay una sinceridad que yo al menos así percibo.

Curiosa esta soprano condenada a un segundo puesto frente a su colega Tebaldi, cuando analizando fríamente su desempeño, yo al menos no lo tengo claro.

Tucker estupendo: con dicción cuidada más que en otras veces...esas errres. y con la pasión que ponía en sus personificaciones. La voz: prodigiosa y su canto fantástico, clavando sus dos arias.
Warren: titánico. Es uno de mis Scarpias preferidos, pero la protagonista y la que acapara toda mi atención es la Antonietta. La he escuchado poco y en Maddalena di Coigny, Violetta, Minnie, Tosca y Requiem se pone entre mis primeras opciones...y sólo he escuchado de ella estos personajes. Queda su famosísima Cio-Cio-San en el viejo MET por esos años...seguro que mi sensación será fantástica. Con Stella nunca me equivoco.

Pues escuche su Elisabetta de Valois o su Leonora de Trovatore y de Forza o su Luisa Miller... Magnífica soprano la Stella, timbre bellísimo, monumento a la "uguaglianza", carnoso, esmaltado, canto de alta escuela, si bien al fraseo le faltaba algo de variedad, de fantasía. Ni su timbre era tan único, personal y esplendoroso como el de la Tebaldi, ni su canto tan paradisíaco.

Cierto..la escucharé, porque en mi interior noto que su canto es el que más me va a mi personalidad (lo que pasa que me saturan tantas escuchas pendientes...y hay tanto que escuchar y dar a conocer!)
- Dicción: fantástica
- Timbre con las cualidades que usted como experto que es, ha definido con mayor precisión.
- Expresividad: no es Callas, sabe interpretar dentro de un equilibrio con la voz...para nada los excesos.
Yo veo la combinación de Callas + Tebaldi = Stella. Soprano que cuando escuché su Traviata con Di Stéfano me quedé "abrumado" por su desempeño. Es como Tebaldi con agudos y sin excesos veristas...ciertamente, sin el timbre paradisíaco de Tebaldi. La escuché - ahora lo recuerdo con Di Stéfano- en Luisa Miller. De reclinatorio ambos, y Di Stéfano a pesar de la fecha.

Una obra literalmente monumental, de esas que puedo escuchar solamente cada cierto tiempo. Lo cierto es que la grabación es interesante aunque esté de acuerdo en que a Galina Vishnevskaya le pilla bastante mayor, al menos en lo que a la voz se refiere. La parte de la guerra es muy interesante.

Como les digo una cosa, les digo la otra: a pesar de sus 37 añitos, este Faust de 1978 (dirigido con todo primor por un Georges Prêtre en su mejor salsa) no casa bien con los medios de don Plácido, por mucho empeño que le ponga (y se lo pone, no cabe duda); esa inadecuación vocal (que no estilística) resalta aún más por estar maravillosamente acompañado por, precisamente, dos especialistas como Freni y Ghiaurov, sin olvidar el excelente Valentin de Thomas Allen.

Ese registro iba a ser protagonizado por el Maestro Alfredo Kraus, Faust para la historia, pero por razones comerciales fue elegido Domingo en última instancia.
Da igual, porque disponemos del video de Chicago con el trío Ghiaurov-Kraus-Freni y el mismo Pretre. Una joya.

No sé usted: yo prefiero el cd de Faust con Ghiaurov-Kraus-Scotto en Tokío. Tres cantantes de primer nivel. Tres artistas de primera magnitud: tres grandes. Scotto no es freni, pero lo que le he escuchado de Margarita es de reclinatorio. Una cosa que me fastidia de casi todas las grabaciones lives que he escuchado es que omiten el aria p-r-e-c-i-o-s-a de Margarita en el Acto IV, para mí menos ñoña que su aria de entrada, "Elles ne sont plus Elles se cachaient! ah! cruelles!...Il ne revient pas" Será por eso por lo que casi siempre que acudo a Faust, voy a Bonynge.



La pega es Poggi. Un tenor que da las notas, que sabe modular, que apiana con gusto, pero luego está el color y esa falta de expansión en los momentos mas sentimentales de su partitura...: me resulta frío o inerte.
Stella fantástica, aunque la competencia en Mimí es brutal. Hay que conocerla, desde luego, porque canta con gusto y sentimiento y sus intervenciones son modélicas. Tuvo que enfrentarse a la casi contemporánea de Tebaldi, Bergonzi y Bastianini...con Siepi como Colline, pero aún así, hay que conocerla.

El video de Tokio Kraus-Scotto-Ghiaurov, otra gema. Amo ambos, Chicago y Tokio, pero la Freni como Marguerite... creo que es uno de sus mejores papeles. Ghiaurov está mejor de voz en Tokio que en Chicago.