mitchum escribió:
me pusieron este recital del Liceu en un reciente viaje en coche. es innegable que tiene buenos momentos.
Demonios, eso es lo que os estoy intentando decir. Y no estoy tomando el pelo a nadie ( lo digo por la amabilidad de Abdado, es que ni puñetera idea de lo que era editar: gracias Abdado.Soy pesado pero no mala persona)
Pues esos buenos momentos, que los tienen todos y algunos más acusados que otros, es lo que os quiero comunicar, para haceros ver que no existen el mundo en color Blanco/Negro, sino que siempre hay gama de matices. Prosigo:
Bonisolli de los buenos momentos. Y creo que yo sé más que tú respecto a la trayectoria y mejores momentos de Bonisolli, por que de él lo he escuchado TODO:
En la grabación que yo os puse hace unos días del trovatore, de verdad que muy aplaudido de público y crítica (se comió a Dame Joan totalmente él y la Elena -todos sabemos que Dame Joan estaba fuera de papel aquí) destacaría varios momentos:
ah si ben mi
https://www.youtube.com/watch?v=Bru9xnKqkuo "Madre, non dormi"
https://www.youtube.com/watch?v=DIGwjcQ6BD8"Non son tuo figlio"
https://www.youtube.com/watch?v=h6LhTxBPXUkDe la Carmen que os puse, qué os voy a contar, fue espectacular el exito de nuestra Teresita y el bueno de Franco en San Francisco en ese año 1981
Momentos clave:
- dialogo entre Micaela y Don José. Una Cook desconocida por mí y espectacular.
- todo el acto II desde "Halte-là! Qui va là?Dragon d'Alcalá!" ¡esos diálogos con la Carmen!
- el duo final del IV con la Carmen
(a todo esto y a que decir que su dicción es PERFECTA, no masacraba el francés como e rudo don José de Del Mónaco)
En el Otello de Bonisolli hay que escuchar su debut de Viena y su Otello de Mánchester. A ver si un alma caritativa con mayores conocimientos que yo lo sube a YouTube. En el Otello de Viena destacaría el acto IV DE MANUAL. Dolor, indiferencia, cuando anuncia la muerte de Casio, TODO. El acto I y el II en Mánchester está perfecto, autoritario, vocalmente soberano y sin ningún momento de emisión muscular, liberada de gola. Os pongo como destacable en Mánchester:
Esultate:
https://www.youtube.com/watch?v=xaoRqnNfIZ8Ora per sempre
https://www.youtube.com/watch?v=L6gLVAEeuIwSi pel ciel
https://www.youtube.com/watch?v=xAJ-MboVTboEsos tres "sangue" de impresión. Podemos ver el ansia de venganza en el tercero.
Niun mi tema
Aún mejor estuvo aquí en Viena en 1976. Más doliente, más contenido. A ver si lo suben y os lo traigo aquí.
https://www.youtube.com/watch?v=NdJnACQUkIoSorprendente fue para mi su Benvenuto Cellini. Una ópera que cada día me musta más (como todo Berlioz) con una escena de opera o teatro dentro de la representación en el acto I considerado por los sabios como un hito en la historia de la opera. Para este que escribe lo prefiero a Maestros Cantores y... ¿se puede ver influencia de Benvenuto en Maestros? yo creo que sí. La versión del japonés este que nunca me acuerdo del nombre está muy cortada, pero bueno, es lo que hay de esta versión:
https://www.youtube.com/watch?v=O1gZL1Wdh5kdestacaría:
"La gloire était ma seule idole,"
https://www.youtube.com/watch?v=wf3UCNSDcnk"Sur les monts les plus sauvage"
https://www.youtube.com/watch?v=zBuGPuMxZBIUn descubrimiento para mi fue su aida con Margaret Price y dirigidos por Sinopoli. Destacaría su aria de entrada, su acto III y sobre todo su duo final con una transformada, alucinada, estupenda Aida de la voz de plata de Margaret Price:
https://www.youtube.com/watch?v=NJsj_Evof40Mete la moricilla con la mezzo, pero... bien pensado... ¿no eran originalmente morcillas el "si be mol" de la "donna e mobile" y el do de la pira o el de "possente amor..." de Traviata? Bueno, pues Bonisolli hizo lo mismo pero en el XX. (morcillas llamo yo a agudos lanzados que no están en la partitura para lucimiento del tenor o soprano) De eso mi admirada Sills, una de la mejores sopranos belcantistas de la historia, sabía un poco.
Y qué deciros de su Don álvaro de Forza dirigido por Muti. Todo. NO podría destacar ningún momento: su aria del acto II, sus duos con Paskalis, sus m,omentos finales. Es de impresión. Par mí de lecciones a Domingo y Carreras en este papel. Por intenciones y soberanía e insolencia vocal. Sin ningún problema en toda su tesitura.
"Né gustare m'è dato..."
https://www.youtube.com/watch?v=3QQDWUFEPzILa vita è inferno all'infelice
https://www.youtube.com/watch?v=nP_ecvNzKnAOtro hito en la carrera de este estupendo y sorprendente tenor fue su Luisa Miller del 23 de enero de 1974. La pena es que mete una morcilla en su aria de célebre pero a pesar de eso, compone un Rodolfo vivo y doliente.
https://www.youtube.com/watch?v=j9w_btHXaEg"Quando le sere al placido" (rec. aria e cabaletta - 1974)
Espectacular en su aria y posterior cabaletta, a pesar de la morcilla dichosa.
https://www.youtube.com/watch?v=4Q5fAJSdMYwRESEÑA (La Quinta de Mahler)
Qué rotundidad tenían las opiniones de Giuseppe Verdi en materia de música o de canto, de política o de religión. Pocas veces he visto a un sujeto saber tan claramente adónde va, y por eso el odre verdiano donde se agitan los viejos temas del honor, las conveniencias, la culpa o la redención tiene ya en Luisa Miller amplio caudal y firme asentamiento. El argumento de esta obra, sus peripecias y vaivenes, poseen un sabor a intriga vieja, pero su música -variada, inmediata- acierta a introducir algunas novedosas notas de calma, que hacen de ella una magnífica ópera de transición, vinculada ya a la primera madurez de Rigoletto. Con Miller, Verdi hizo su primer millón.
Giuseppe Taddei conoce como pocos el alfabeto del padre verdiano, sus códigos de honor y afecto al retoño, retoño que es aquí la hija enamorada del vástago de un falsario ennoblecido, a quien Miller, plebeyo pero digno, se opone con pasión. Escultor supremo del recitativo, buen dicitore, dominó su cuerda durante los años 50 y 60 y aún conserva mucha de la lozanía del timbre y el sello de autoridad. Puede ser que alguna vez blanda la cartilla de racionamiento y, no estando nunca falto, lo esté reservón. Con todo, ¡qué bien pedalea este viejo ciclista en los repechos líricos y también en las escapadas montañeras!
Bonisolli es un individualista y un aguerrido batallador. Durante todo el I acto canta en contra de su -más bien falsa- leyenda de que no sabía cantar. Voz peculiar, aquí suena colocada desde las primeras sílabas, también en los piani, con esa economía de aire que torna el canto flexible. En el II, moldea un Quando le sere al placido muy comunicativo, con una emotividad que nunca le faltó, adecuada a la situación escénica. ¿Morcilla final incluida? Esto es más polémico, pues tal vez por su causa descoloque un poco la voz ante a la cabaletta, cuyas primeras frases denotan el cambio de posición. Bravo tenor, aunque no siempre tenor de bravo, técnicamente yo no le hubiera aconsejado tal cambio, y perdón por la jactancia. Pero decíamos que es bravo, ¡y mucho! Arrea con el pezzo a toda vela, y desplegando el toldo de un canto a veces muscular su emoción nos atornilla a la mejor butaca casera.
El conde es un villano usurpador. Pero Verdi, junto a sus muchas y alteradas voces de mando, obsequia también al bellaco con largas líneas de canto ligado, por ejemplo en Il mio sangue, la vita darei. Giaiotti atiende estos requisitos del personaje con su voz de bajo auténtica: pareja, llena, pastosa. En plenitud de medios, pues el baile de esa voz magnífica no ensayaría sus primeros pasos maléficos hasta 1977 o 78, evoco cuando cantó el papel en Bilbao, en análogas fechas al registro, y es un placer comprobar cómo la voz del recuerdo y la de estos discos se solapan como lo harían dos horarios, que convergen de forma misteriosa en muchas frases imperiosas.
El Wurm de Malcolm Smith tiene un tono adecuadamente pérfido, y la gran Ludwig, siempre tan pródiga, no ahorra ninguno de sus piani de cristal. Por cierto que Wurm y el conde tienen en Luisa Miller un dúo donde sus voces se fusionan sin nunca confundirse, que es una joya rutilante, como también lo son, por razones análogas, el de los dos bajos del oratorio de Händel Israel en Egipto o el de Felipe II y en Gran Inquisidor del Don Carlo verdiano.
Lilian Sukis, de origen eslavo y con trayectoria de relieve en EE.UU. o Canadá, es una soprano de etiquetado difícil. Por momentos (como en el aria de salida, con ayuda de unos trinos y picados decentes) parece una angelicato, pero enseguida se desprende de esas alas, como una crisálida, y, tipológicamente hablando apenas sólo las recobrará en un puñado de frases del amplio dúo del acto III con Miller-Taddei. Aunque ponga un magnífico empeño al final de la obra, tampoco fondea verdaderamente en aguas spinto, o aledaños, por la amplitud limitada del centro y su sólo relativo empaque.
El director Alberto Erede tiene su día. Amanece con ataques rotundos, regula con acierto la progresión dramática y escarba con finura, y esto es casi lo mejor, en los acompañamientos de arias y dúos. El sonido también tuvo su día.
Joaquín Martín de Sagarmínaga
A su hermano Renato Bonisolli es ésta una de las grabaciones de su hermano que más le gustaba.
Yo creo que tan mal no lo hacía este tenor... eso de cantar con la entrepierna dice muy poco de quien lo diga: que es un ignorante, mal intencionado o que está muy obnubilado por sus ídolos. No hay más opciones. Es cierto que comenta Joaquin Martin que no debería haber heco el cambio a personajes más pesado. Yo en cambio le veo que se desenvolvió espectacularmente bien en Otello, Manrico, Radamés y Don Álvaro de la Forza.
Otro día prosigo con más papeles. Mañana tal vez.
Un saludo a todos.