Primer visionado de este célebre DVD de un título nada fácil y con el que Barrie Kosky consigue ofrecernos un espectáculo que puede calificarse de cualquier forma excepto rutinario: inteligente, provocador, con un movimiento de actores extraordinario.
Vocalmente me ha impactado el retrato de Michael Völle como Hans Sachs; su fraseo no es muy elegante pero puede con el papel y llega al final con dignidad. Mi desapego con Klaus Florian Vogt va en aumento; difícilmente se puede cantar la canción del premio con menos intensidad. Anne Schwanewilms está solvente en la grabación aunque es el único solista que, aunque minoritariamente, es abucheado en los saludos finales; el Beckmesser de Johannes Martin Kränzle es, actoralmente, insuperable y vocalmente notable. Muy bien el Pogner de Günther Groissböck, así como el David de Daniel Behle y su Magdalene, en la voz de Wiebke Lehmkuhl. Philippe Jordan hace una versión de la obra con muy buen pulso aunque en ocasiones parece poner en riesgo el equilibrio entre foso y escenario al expandir en exceso el sonido de la primera.
Pero por encima de todo, el señor Kosky, que me va a obligar a ver más de una vez estos dos discos. Cuando sale a saludar, muy feliz, las opiniones se dividen entre bravos perfectamente audibles y abucheos que también llegan fácil al escenario.