Lo mismo digo. Ambos en mi podio.
Este hombre lo cantaba todo bien.

Una de las obras más gamberras y cercanas a la estética pop o rock que he escuchado.

Sin ánimo de crear polémica, he escuchado esta ópera para volver a oír al sustituto de Pavarotti y me propongo hacer una reseña este aficionado de mesa-camilla:

Debo de decir que no es la música del primer Verdi mi favorita - salvo "Nabucco" - encontrando los personajes sin esa elaboración y ese trabajo de caracterización que encontraremos en un Felipe II u Otello. En esta ópera es todo en blanco y negro. Están los buenos: Massimiliano Moor; y Amalia y el malo Francesco Moor y Carlo Moor que está un poco entre dos aguas. Luego el argumento con un final que aún me hace preguntarme por qué mata a Amelia...no sé...Todo lo veo como muy naif.

Pondré la reseña que Fraga comenta sobre Dame Joan Sutherland:
"Veinte años atrás , antes de realizarse esta grabación , Joan Sutherland había registrado la pagina principal de Amalia [i]"Tu del mío Carlo"...A meses de cumplir56 años , la australiana da síntomoas de desgaste vocal pero no de capacidad técnica. Su "Carlo vive" sigue siendo extrordinario y su facilidad para otras exhibiciones instrumentales ( cadencias, trinos, por ejemplo, los de la cavatina de presentación son impresionantes) nos indica con ello que la Sutherland es la soprano que discográficamente hablando puede asociarse más directamente en tal cabaletta a la intérprete que en en verano londinense del 1847, Jenny Lind estrenó Amalia"[/i]
Lo que hace esta señora a esa edad es muestra de cómo una sólida base técnica puede resistir el inexorable paso del tiempo. La dicción sin ser perfecta, es entendible.

En relación con el Carlo Moor de Bonisolli, escribe:

"...Un Carlo de voz hermosa, oscura, ancha, potente, aunque de imaginación interpretativa algo corta."

por otro lado, en el blog...pone este interesante comentario:

Carlo de Moor, Tenor, fue estrenada por Italo Gardoni, si bien Verdi hubiese querido que lo cantase Gaetano Fraschini, es decir, ese era el tipo de tenor que quería para el personaje de Carlo. Y ¿cómo era Gaetano Fraschini?. La respuesta la obtenemos de Gustavo Marchesi en su libro Canto e cantanti (Casa Ricordi, 1996):

il tenore di forza o stentoreo, al quale offrirà la propia prestanza vocale Gaetano Fraschini, una sorte di Duprez italiano. …. un impasto di forza e fuoco


Tras leer esta interesante reseña - del blog de los que transito que mejor ha estudiado esta ópera: https://operanostra.co/2017/10/25/i-masnadieri-y-iv/ - mi consideración sobre el Carlo Moor de Bonisolli ha sufrido una revisión.

Ramey ya apuntaba maneras y para mí es el mejor Massimiliano Moor y Oroveso que he escuchado...entre otros muchos papeles. Manuguerra ya mayorcito, con una voz menos impactante que sus compañeros, tiene la suerte de tener en sus manos al único personaje que sufre una evolución. Fantástica la escena "Pareami che sorto"

Una grabación a la que le tengo aprecio y muestra del tándem Sutherland/Bonynge, donde como he escrito en otras ocasiones, plantean grabaciones equilibradas, dándoles oportunidad de lucimiento a todos los cantantes.

Eso precisamente se observa en el desempeño de Bonisolli, saliéndose de vez en cuando de la partitura para hacer lo suyo, que si sabemos que así es, no hay por qué reprocharlo.

Al final de la ópera dijo: perdón doña Joan, sé que Ud. termina las óperas con su famoso agudo. En este caso, proceda pero me le voy a situar de tú a tú. Y así lo hizo, en un emocionante finale.

No es esta en mi opinión la versión referencial del título porque ese honor lo tiene Wilhelm Furtwängler pero esta grabación tiene varios méritos insoslayables, sobre todo el trabajo de Dietrich Fischer-Dieskau (Don Giovanni) y el de Martti Talvela (comendador).

En homenaje a la recientemente fallecida soprano Joan Carlyle, que en esta grabación en vivo de la Royal Opera House de 1962 interpreta a Oscar, y que tiene como curiosidades el Riccardo (Gustavo, porque se representa la versión "sueca") de Jon Vickers, un papel que el tenor canadiense nunca grabaría en estudio; y la presencia de Bastianini en su única visita a Covent Garden. Amy Shuard y Regina Resnik completan el elenco, bajo la batuta de Sir Edward Downes.

Desde luego el público parece pasárselo en grande dadas las risas y los aplausos espontáneos durante la representación. Me gusta este compositor, que parece tener muy buen pulso dramático para esto de la ópera. Una pena que por aquí sea totalmente ignorado.

La balanza se inclina hacia esta versión - si queremos ir a versión en estudio - Si es live, hay que irse a una de MYTO con Gavazzeni en el foso y Raimondi y Libabue.
En el caso de Carlo Moor, Bergonzi, sin agudos y con la voz no tan fresca como Bonisolli, hace un fraseo más intencionado que Franco, aunque el canto de éste último es más espectacular, de timbre más juvenil y con canto lleno "di forza e fuoco". Carlo Moor al fin y al cabo no es un joven bandolero, apasionado y violento...aquí Franco estaba a sus anchas, pero ojo, presenta una voz con una gran flexibilidad y con capacidad para apianar en su duo con Sutherland del acto III o de emitir un grave casi baritonal cuando canta la palabra " morte ed eternità" (creo que era "eternitá" aunque no escribo de memoria)
Con Caballé la cosa es más complicada. Su dicción es borrosa, líquida - la de Sutherland pareja - y tiene un canto spianato que Dame Joan EN SU VIDA se la acercó, pero a pesar de Verdi, el modelo no es Lucrezia sino Lucía. Es decir: una Amalia tiene que tener las cualidades que se cree tenía Jenny Lind. Soprano coloratura afamanada en aquel año 1847. Digo "a pesar de Verdi" porque a Verdi - según he podido saber de la lectura del blog que en el anterior mensaje mío cito - no le gustaba el tipo de canto de esa soprano. Sostenía que era un canto trasnochado propio del siglo XVIII, no de ese año, pero el caso es que fue la Lind la que lo estrenó el Londres y tuvo que hacer "cambalaches" Verdi en la partitura para adecuarla a sus características vocales. Es decir: Dame Joan Sutherland. Si bien Caballé en la cavatina de entrada luce unos trinos peculiares Made in Caballé pero correctos, exhibiendo unos pianisimos de infarto, en la cabaletta "Carlo vive" la ejecución de los trinos es aproximativa y la coloratura correcta sin más. En el duo con Carlo Moor del acto III vuelve a hacer unos trinos correctos y presentar una voz ágil. Una Amalia manierista la suya, con su atractivo e inatacable en el canto elegíaco, como en "Tu del mio Carlo al seno"

Capuccilli tiene una voz que Manuguerra nunca tuvo, pero Mateo era un arista más grande aunque por voz, cedía ante Pedro.
En esta grabación Raimondi es Massimiliano.

Curioso mi estimado amigo, que sitúe esta versión como referencia en las de estudio, cuando a todos los cantantes les pone peros en confrontación con los de la grabación Decca/London. Entonces?

Peros, pegas, limitaciones tienes todos los cantantes....que yo sepa. Aún no he escuchado a un cantante que se pueda decir " este es perfecto en todo" ¿Qué los hubo? Puede, pero yo siempre les veo pegas.

En relación con esta grabación, Bergonzi está fantástico a pesar de estar ya en 1974. Bonisolli...tiene su atractivo y una visión no tan matizada de Carlo Moor. Su personaje es más impactante, más estetóreo. Vocalmente soberano, interpretativamente corto.

De Caballé y Capuccilli creo que -sobre todo en el primer caso - he sido generoso.

De estudio sí, creo que la balanza se inclina por la de Philips, a pesar de los reparos y de que lo más parecido a la Amelia del estreno londinense es el canto de Dame Joan Sutherland.

Gracias por la aclaración, pero vistas las razones pareciera más bien un 50/50.

Le hizo falta la dirección estimado amigo: canonica verdiana y a veces aburridona de Gardelli, frente a la directa y mimando a los cantantes, que para eso están los directores de ópera.

Aprovechando que hoy es festivo en Madrid, me apetecía ver una ópera "castiza" , así que he buscado un Don Carlo y me he encontrado con esta: https://www.youtube.com/watch?v=cXa45Xx_H9Q

En directo desde Orange, con menos viento que diez años antes, muy buen sonido y con un elenco excepcional que, es mi impresión, conoció tiempos mejores. Aun así, Aragall, Caballé, Bruson (este sí en plenitud), Bumbry, Estes (este, ni en plenitud) y Roni representan una ópera complicada rayando a buena altura, con un público entregado y encantado de poder disfrutar de un plantel tan d¡stinguido.

La estoy escuchando ahora y tiendo a estar enteramente con usted. Creo, además, que en esos "méritos insolayables" que menciona también habría que incluir a casi todo el elenco, quiza con las excepciones de Peter Schreier y Reri Grist, si nos ponemos picajosos. Birgit Nilsson y Martina Arroyo están, ambas, espléndidas; Ezio Flagello y Alfredo Mariotti cumplen sobradamente.

Una ópera que tenía prácticamente olvidada, con una música nada pegadiza pero que logra momentos de gran belleza. A veces densísima, como en el Acto IV. Para poder apreciar la belleza de la orquestación creo que hay que escucharla más veces, dado que de una primera vez uno sólo puede tener una somera idea, un vago recuerdo.

No sé que opinarán los expertos en voces como Rubini o Semyonkotko y demás próceres. Yo veo a una Sills que dramáticamente es un monumento artístico como una catedral, pero...ay¡ ...la voz le responde a duras penas, con un vibrato ancho y pronunciado que aparece en ocasiones, cuando somete a la voz a la dura prueba del acto IV. No entiendo cómo no la cantó a la par de Manon - su hermana - . Una pena, puesto que el deterioro con respecto, no ya a su Manon, sino a su misma Thaïs es evidente. De todos modos...estamos ante una GRANDE y siempre aporta clase y buen gusto en este repertorio.

Los compañeros...mejor imposible: Gedda en repertorio frances: lo mismo que Sills, un maestro. Por cierto, yo encuentro a Julien un personaje agotador, por tesitura y por tiempo que pasa cantando.
Van Dam y Dunn, perfectos a mi modo de ver.

Una versión que creo hay que tener muy en cuenta. La pena es el padre..no sé vds. pero yo a Louise la entiendo, aunque el padre es el que me enternece. Un hombre que trabaja hasta agotarse padre de una hija que se va con un casquivano. Quien sea padre que se ponga en su pellejo. Seguro que no será agradable