Plácido Domingo ha cantado en Budapest el pasado fin de semana, en un megaconcierto en el MVM Dome de la capital húngara, ciudad que ha visitado en los últimos años. Con los principales teatros cerrados, Domingo explora otros caminos: pronto cantará por vez primera en Ecuador y Uzbekistán. Junto a él, su hijo Plácido Jr., la joven ganadora del concurso Operalia, Juliana Grigoryan y jovencísimos músicos de un programa de talento infantil local, Virtuosos, todos ellos con la orquesta Budafoki Dohnányi Orchestra dirigida por el habitual de estos conciertos, Eugene Kohn, han dado un recital de dos horas que un gentil usuario ha subido a Youtube.

Pasando por alto las actuaciones de los niños, todas ellas prometedoras, y muestra de lo mucho que se cultiva la música en Centroeuropa (podríamos tomar nota), y la de su poco carismático hijo, un cantante de música pop y ligera, en cuya vocalización se nota demasiado la influencia de su célebre padre (y realmente lo siento, cargar esa sombra es inasumible para cualquier artista, aun así me alegro por él y que pueda tener una carrera)...

Domingo se ha lanzado con un repertorio ya manido, en el que no quepa duda de su arrojo y su entrega, pero si bien hay interpretaciones donde aún saca a relucir el tenor que un día fue, con unas pocas notas emitidas de aquella manera, pero aún capaces de emocionar, sumadas a su salero como en el Torero quiero ser, o cantadas con desgarro en Luché la Fe por el Triunfo, o el Nemico della Patria ya manidísimo y que aún puede "medio" manejar... el No puede ser en cambio es ya inasumible para él, incluso teniendo que bajarlo de tono. Más esmerado estuvo en el aria de Hamlet y en el dúo de Traviata, en el que tuvo que hacer un parón antes de empezar, porque al parecer el maestro o alguien no estaba preparado,y además no se cantó completo. No obstante, aún puede acudir a canciones populares como Morena de mi copla, donde se mete al público en el bolsillo.

La sorpresa más agradable ha sido la bella, joven y exuberante soprano armenia Juliana Grigoryan, una voz lírica y de timbre muy agradable, con un toquecillo oscuro. El O mio babbino caro fue cantado deliciosamente, pero mucho mejor el De España Vengo que abordó en la segunda mitad, totalmente cantada en castellano salvo el Lippen Schweigen, pieza en la que Domingo aprovecha para darse unos bailoteos con la soprano de turno.



Más desafinado estuvo en su regreso a Estados Unidos el pasado 28 de febrero, en un concierto en Palm Beach (no esperemos que vuelva a grandes plazas), con Kohn al piano y acompañado por la soprano Jennifer Rowley. Este concierto celebraba su vida y su carrera. Hay un vídeo de fragmentos donde se marca un Nemico della Patria que esta vez no estaba muy afinado y no sería para el recuerdo. Sin embargo, en este vídeo de El Gato Montés, no puede negarse la entrega de Domingo, haciendo que la pieza sea más o menos agradable de oír. Aun le sale, no ya bien pero sí bastante decente el "Torero quiero ser".

¿Qué hago perdiendo el tiempo escuchando esto? Discúlpenme por ser Dominguista...

Nada de disculparse, muchas gracias por la crónica.

Grabación remasterizada por Urania de esta función del MET de 1956 y en la que don Mario desde su misma entrada exhibe una rotundidad y un poderío vocales que enloquecen al auditorio neoyorquino. El resto del prestigioso elenco (Milanov, Warren, Siepi) está a la altura, incluida la prima donna, a pesar de que por entonces ya frisaba la cincuentena y de que algún agudo suene un tanto forzado (o desafinado). Mitropoulos, siempre en su singular e inigualable línea.

Me admitirán ustedes que intentar hacer una ópera de cámara, un monodrama de hecho, basándose en El segundo sexo, de Simone de Beauvoir tiene tela porque a primera vista parece imposible abordar siquiera la esencia de la obra literaria. Asier López Iraola (Beasain, 1979) es un joven compositor gipuzkoano que estrenó esta ópera en 2021 en el Musikaste de Errenteria y ahora la casa Sinkro Records, en una labor que nunca agradeceremos lo suficiente, ha publicado en CD.

La obra, de unos setenta minutos de duración y con el mismo ´titulo que el libro traducido al euskara, presenta una estética sorprendente, que se mueve entre el minimalismo y la monodia religiosa. Por desgracia no pude asistir a su estreno y, al menos, el escaso repertorio lírico vasco en euskera tiene una aportación más. Parece que en próximos meses se publicará otra ópera de cámara, Arrosa xurien artean (Entre las rosas blancas), del manchego euskaldun Francisco Domínguez y que, en este caso, sí pude disfrutar de su estreno.

En el Siglo XXI, lo que hace Mitropoulos con la partitura de Verdi no es singular e inigualable si no vergonzoso. ¿Qué se le pasaba por la cabeza para creerse que podía mejorar lo que había escrito "El Maestro"?

Trataba de ser sarcástico. Ya ve que en Florencia al año siguiente estuvo más centradito...

La diferencia es que si hace en Florencia lo mismo que en Nueva York, acaba en el río.
Realmente, esa grabación de Ernani de 1956 es digna del museo de los horrores. Y existiendo esa otra de 1957,donde Mitropoulos está.más respetuoso con Verdi, no tiene ningún sentido volver a ella.. Por eso y porque Cerquetti, Bastianini y Christoff están mejor que Milanov, Warren y Siepi.
Los berridos constantes de Del Mónaco estuvieron en los dos sitios. Con eso no hay problema.

He colgado esta grabación porque la remasterización de Urania es estupenda y se escucha maravillosamente bien para ser de 1956. En cuanto a su valoración musical, no me parece digna del museo de los horrores ni mucho menos, en particular cuando el elenco -con todos los peros que le queramos poner- es de campanillas se mire por donde se mire (otra cosa es que, efectivamente, Mitropoulos haga de su capa un sayo). Y sí, estoy de acuerdo en que ese trío de ases que menciona está mejor que el otro.

Lo he comprobado por mí mismo y por ello doy fe de la afirmación del señor Semyonkotko con respecto a esa grabación florentina. Anita Cerquetti fue una estrella más fugaz que la Callas, pero en todo lo que cantó - o casi en todo - sentó cátedra y en Verdi, más. Fueron pocos años pero los suficiente. Esa grabación es mi primera opción a la hora de escuchar el Ernani de Verdi. Fernando Fraga la pone con buenísima calificación.
Leonoras de Forza y Trovatore, Aida, Amelia, Condesa Elena, Elvira...

La Milanov ya en esa fecha estaba pasadita - otra cosa hubiera sido la Milanov del 1937 al 1950 - pero aún así, ahora mismo tengo de fondo puesto la "Tosca" con Bjorling y Warren y es un espectáculo vocal el de ambos de primera categoría.

Muy complacido y hasta cierto punto asombrado por esta más que digna Turandot malagueña de 2003 -en versión concierto por lo que veo en OPERADIS- editada por NAXOS y dirigida por Alexander Rahbari. Supongo que nuestra Despinetta la habrá visto.

Como suele suceder, las cosas se depuraron después para la grabación, pero esta fue la impresión de algunos:

https://www.mundoclasico.com/articulo/1 ... ccidentada

La presencié; de las varias funciones (y ensayos a voz plena, por el tenor) se confeccionó ese CD.
El día que yo fui, sufrí pero no se quebró la voz, como en la otra función.
Casolla, espléndida.
Y tantas cosas más...

Las navidades son momentos muy peligrosos porque a la gente, quiero suponer que con la mejor intención, le da por regalar y entrometerse en mundos que no conoce y, como consecuencia, este DVD ha llegado a mis manos. Bien, L'elisir d'amore es lo que es y me interesa -a estas alturas- lo que me interesa pero esta grabación de Bergamo, 2021 es de una fealdad que ni queriendo. Con eso de acercarse al mundo del comic o vender una imagen de cierta cotidianidad, el resultado es visualmente espantoso, sobre todo lo relativo al vestuario. ¿Camarena no pudo ejercer una clausula de mínimo buen gusto y mandar a freír puñetas al diseñador de semejante tropelía?. La ventaja del DVD es que dejas de mirar, lo usas como un CD y ahí la función en directo tiene un pase. Todos los cantantes están bien sin que ninguno llegue a deslumbrar. La reacción del público es de entusiasmo, supongo que porque estar en el teatro no es lo mismo que escucharla en casa.

Lo que NAXOS y la ingeniería de sonido no pudieron hacer (o depurar , como dice el amigo Rubini) fue el absoluto descalabro del tenor en el agudo final de "Gli enigmi sono tre, una è la vita" por mucho que la soprano intente taparlo (no aposta, desde luego) con el suyo (brillantísimo, por cierto). En cualquier caso, la grabación es buena en términos generales y, en ese sentido suscribo la excelente crónica de Paco Bocanegra.

Pues a mí el tenor Bartolini me parece un desastre total en esa grabación. Engolado, desafinado, incapaz de modular. Un tenor de tercera división. Lo único que, de alguna manera, se le puede perdonar es que en la época de la grabación tenía 65 años.