NICO escribió:
Insisto, creo que en vez de frustrar, castrar o cortar alas a la carrera de Jorge de León, los aficionados a la ópera debiéramos dejar y permitir su expansión
Hará poco más de dos años, estaba buceando en youtube tratando de encontrar eso a lo que usted se refiere, una voz de tenor que no fuese un lírico forzado, sino un verdadero material spinto, y me topé con una grabación de sonido muy deficiente (y ya desaparecida) de "Di quella pira" cantada por un tal Jorge de León, en vivo y en la ópera completa (es decir, sin trampa ni cartón). Cuando escuché aquellos Si naturales tronando por encima del ruido de fondo y la orquesta, me di una vuelta buscando algo más de él y me topé con el Chénier dichoso del Real. En un recorte de las noticias de TVE salía cantando esa frase de "Credi all'amor, Chénier", y me fui ilusionando. Le escuché un improvviso, algo tosco pero con un vigor y una garra en los agudos que, como digo yo, me ponía. Y a mí para que un tenor me ponga en ese repertorio, tiene que tener un vozarrón que erice el vello (igual que un Kraus en el suyo -por poner un ejemplo superlativo y sin comparar, claro- lo consigue por otros medios). Me hice fan de este tenor, y lo he admirado y defendido cada vez que ha salido el tema en el foro.
Tiempo después, escuché grabaciones de una Aida que debutó en el MET a finales de 2013, y pese a la ilusión que llevaba me decepcionó bastante. La voz estaba muy engrosada en el centro, oscilante, con un fraseo deficiente y sin proyección apenas (como es grande, se oye, pero muy mate). Los agudos eran todos ellos pepinazos, las más veces no muy sólidos. Era, digámoslo, un poco angustioso escucharlo. Había sacado entradas para verle Pagliacci en La Zarzuela.
La función de Pagliacci fue desigual; entró muy frío, con el "Un tal gioco" bastante pobretón aunque sin errores, y a punto estuvo de gallear "a ventitré ore". Después de reaparecer al final del primer acto, estaba en caja, y fue creciendo, ofreciendo un "Vesti la giubba" portentoso; lo que yo me esperaba desde que había escuchado el "Di quella pira". Finalmente, su segundo acto fue muy bueno, lo disfruté, no a la altura del aria pero emocionante.
Recientemente le he escuchado grabaciones de Tosca, y mirando su agenda me da la sensación de que Jorge de León está quemando sus cartuchos. En declive, agudizado quizá por esa agenda terrorífica plagada de los papeles más duros del repertorio, sin apenas tiempo de descanso entre función y función, sus carencias técnicas salen a la luz. Es un hecho que su actuación declina a medida que se suceden las distintas funciones dentro de una producción, como también lo es que sale muy frío al escenario. Es un tenor que me encanta, que aún puede ofrecer buenos momentos, pero que a mi entender está iniciando ya la cuesta abajo y lo sabe. No olvidemos que está casi tan cerca de los 50 como de los 40 años, y que su canto es muy físico, y el físico a esa edad es susceptible de resentirse.
Por esas cosas digo que prefiero un Álvaro casi belcantista que uno casi verista; me parece un papel que no se puede sacar adelante a base de pepinazos si no se tiene una consistencia en la línea de canto que te permita resolver el tercer y cuarto actos con soltura. Y soltura en momentos como "O tu che in seno agli angeli" o los dúos con Carlo me parece que no son precisamente esperables en él.
Hoy día, en papeles veristas, sí. En Puccini, regular. En Verdi, creo que no.